LA INVENCIÓN DEL PARAÍSO
El Living Theatre y el arte de la osadía
Carlos Granés
Ganador del Premio de Ensayo Isabel Polanco por su obra El puño invisible
¿Puede el arte transformar a la sociedad? El Living Theatre es el último intento de revolución desde la cultura. Es la historia de una utopía, de sus contradicciones y de su imposibilidad.
Living Theatre se empeñó en contestar la pregunta: ¿influye de alguna manera el arte sobre el ser humano para transformar su conciencia? Eslabón entre la vanguardia europea, la generación beat, el hippismo y el tercermundismo, el legendario grupo de teatro experimental liderado por Judith Malina y Julian Beck se planteó un ambicioso objetivo: primero quisieron revolucionar la sociedad estadounidense con sus obras y luego liberar a los brasileños sometidos por la dictadura militar del general Médici. Fundado en 1947, el Living Theatre estuvo en el centro de todos los debates culturales que moldearon la sociedad contemporánea. Su proyecto más ambicioso, Paradise Now, fue una obra que recreaba un paraíso a escala humana, con el que mostraba a los espectadores que la vida podía ser algo más que el simple compendio de responsabilidades impuesto por la sociedad moderna. Quiso demostrar que el arte hacía plausible lo implausible. Quiso demostrar que los estilos de vida alternativos surgidos en la imaginación podían materializarse en la vida real. ¿Lograron su cometido? La invención del paraíso rastrea sus logros y fracasos, sus desengaños y heroicos triunfos, pero sobre todo su inexpugnable fe en el teatro y en la cultura como fuente de libertad y de emancipación.
EN PALABRAS DEL AUTOR
“La estancia en Brasil les permitió a Judith y a Julian ver lo que ocurría al otro lado de la luna. Primero habían atacado el establishment estadounidense, puritano en su moral y perniciosamente obtuso en temas como la homosexualidad y el consumo de drogas, pero al fin y al cabo democrático y garantista. Luego dieron la misma lucha en una dictadura, donde, como pudieron comprobar, el DOPS cambiaba las reglas de juego a su antojo. Que yo sepa, ningún otro artista ha intentado hacer la revolución cultural en una democracia para luego, frustrado con los resultados, hacerla en un régimen autoritario. [...] Muchos artistas del siglo XX lucharon por la libertad y finalmente la consiguieron, bien porque escaparon de las tiranías que los apresaban o porque vieron cómo el tiempo las derrumbaba. Pero ninguno siguió la inversa y valerosa ruta que emprendió el Living Theatre. Ninguno renunció a lo que hubiera podido ser la comodidad de la fama en Estados Unidos para pelear, con los humildes recursos del arte, contra la policía política de un régimen militar.”
Carlos Granés, (Bogotá, 1975) se doctoró en Antropología Social por la Universidad Complutense de Madrid. Estuvo becado en la Universidad de Berkeley, California, donde finalizó su tesis sobre antropología del arte, a la que posteriormente se le otorgó la máxima calificación y el Premio Extraordinario de Doctorado. En 2008 publicó La revancha de la imaginación. Antropología de los procesos de creación: Mario Vargas Llosa y Alejandro Restrepo. Seleccionó y prologó los artículos de Mario Vargas Llosa reunidos en Sables y Utopías. Visiones de América Latina (Aguilar 2009), obra traducida al francés, portugués e inglés. Sus ensayos han aparecido en distintos medios de Brasil, Colombia, México y España. Fue profesor en la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, y actualmente columnista del diario El Espectador y miembro de la Cátedra Vargas Llosa. En 2011 ganó el Premio Internacional de Ensayo Isabel Polanco por su libro El puño invisible, también publicado en Taurus.
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