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Chicas pesadas: de película a musical y nuevamente película en su 20° aniversario

La nueva adaptación de Chicas Pesadas tiene guiños tanto a la película como al musical de Broadway

Chicas pesadas

En 2004 se estrenó una película que marcaría un hito entre las adolescentes, la cultura pop y la trayectoria de actrices como Lindsay Lohan, Rachel McAdams y Amanda Seyfried. La película alcanzó tanta popularidad que incluso se adaptó como musical de Broadway. Veinte años después de su estreno, Chicas pesadas vuelve a dar de qué hablar con la adaptación cinematográfica del musical.


La historia detrás de su equipo es tan fascinante como la trama misma: en la dirección tenemos al matrimonio de Samantha Jayne (Dan Miller, Vanity) y el mexicano Arturo Perez Jr. (Quater Life Poetry, McCartney: Grand Central) quien ya ha tenido experiencia con videos musicales; Tina Fey regresa no sólo al elenco, sino también como guionista y productora, un factor importante en la consistencia de esta adaptación. Como dato curioso, Reneé Rapp, quien interpreta a Regina George está familiarizada con el papel, ya que también lo ha interpretado en el musical de Broadway.


Si igual que Cady has vivido debajo de una roca o simplemente nunca escuchaste de Chicas pesadas, aquí un repaso rápido: Cady Heron (Angourie Rice) es una chica que vivía en África, siendo educada por su madre (Jenna Fischer) hasta que esta decide aceptar un nuevo empleo que le da la oportunidad a Cady de estudiar en una escuela regular y conocer a otros adolescentes. Su ingreso llama la atención de las más populares de la escuela, conocidas como Las Plásticas, lideradas por Regina George (Reneé Rapp).


Cady cree que Regina es una gran amiga, hasta que se enamora de su ex, Aaron Samuels (Christopher Briney) y se convierte en un objetivo para la abeja reina. Así, con la ayuda de Janis (Auli’i Cravalho) y Damian (Jaquel Spivey) Cady tratará de destronar a Regina y quitarle todo lo que la hace tan magnifica. Pero, en su camino a la venganza, la chica descubrirá que la secundaria puede ser mucho más salvaje que la jungla.


La noticia de una nueva adaptación de una película puede ser toda una controversia, en los últimos años hemos visto como el factor nostalgia no salva a los reboots, especialmente cuando se sienten forzados o innecesarios. Ahí está el ingenio de esta nueva versión de Chicas Pesadas: conoce perfectamente el lugar de la película anterior y en lugar de subirse a su fama, busca hacerse de su propia esencia, refrescando las circunstancias de los personajes y revisitando algunos de los puntos de la película anterior, con su propio giro, la pluma de Tina Fey realiza una especie de conversación con la manera en que abordó los temas en la película original y la manera en que pueden entenderse ahora.


Si bien hay escenas que son casi calcadas diálogo por diálogo de la anterior, también hay escenas nuevas, detalles que cambian (como la sexualidad de Janis) e incluso algunos easter eggs que hacen que el público se emocione. El formato en el que se presenta la historia también ayuda a que no se sienta como una copia, con cierta metaficción y actos musicales entre lo surreal y lo cómico, la dirección de la dupla Jayne y Perez da justo en el clavo para seguir la narrativa de la historia entre números alocados.


Definitivamente el apartado musical, a cargo de Jeff Richmond, brilla con luz propia, con notas pegajosas y modernas que son cercanas a lo más popular en estos momentos, tocando varios temas con los que los jóvenes (y los adultos en negación) se pueden identificar. Además, la mayoría de los personajes principales tiene un número, lo que ayuda a conocer más su trasfondo, como es el caso de Karen (Avantika) o darle todo un giro a la esencia de algunas escenas, como el caso del número de Janis, uno de mis favoritos personales.


Esta nueva versión de Chicas Pesadas tiene una virtud que pocos remakes tienen: entiende la esencia de su versión original, pero sabe apuntar a un público nuevo que está creciendo en circunstancia totalmente diferentes y buscan tonos y formatos distintos. Si creciste con la versión del 2004, te sentirás como un adolescente de nuevo y encontrarás la manera en que ambas películas dialogan entre sí, pero también se siente un esfuerzo por empatizar con los gustos y las necesidades de las nuevas generaciones. No se siente como un truco de marketing, si no como un impulso genuino con un equipo que ama lo que está haciendo.


En resumidas cuentas, Chicas Pesadas es la opción perfecta para reír a carcajadas y cantar con tus amigos, con una moraleja con un toque disrruptivo y desenfadado. Una comedia que tiene la peculiar cualidad de tocar tus fibras más sensibles de manera amena mientras te encuentras la gracia al asunto.


Andrea Rodriguez

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