Esta nueva versión adapta el musical de 2005 con grandes voces en su reparto.
El próximo 8 de febrero se estrenará El Color Púrpura una nueva adaptación con un amplio legado detrás desde que Alice Walker publico en 1982 la obra que la haría ganadora del premio Pulitzer en la que muestra las diferentes injusticias que enfrentaban (y aún enfrentan) las mujeres afroamericanas en el sur de Estados Unidos.
Si bien muchos recordarán la versión de El Color Púrpura de Steven Spielberg con Whoopi Goldberg como protagonista, esta nueva adaptación cinematográfica se basa en el musical de 2005 escrito por Marsha Norman, espectáculo nominado a 11 Tony Awards en su temporada de estreno. La cantante de R&B y soul Fantasia regresa al papel que interpretó a principios de los 2000s, ahora para la pantalla grande, junto a varias estrellas. En este caso, Blitz Bazawule (Black is King) está en la dirección con Marcus Gardley en el guión.
La película nos muestra la vida de Celie (Fantasia Barrino y Phylicia Pearl Mpasi) quien es separada de sus hijos por su padre abusivo, que posteriormente también arreglaría su matrimonio con Mister (Colman Domingo). El mayor apoyo de Celie es su hermana Nettie (Ciara y Halle Bailey) pero rápidamente su esposo las separa haciendo imposible que se comuniquen por años. Durante esos años, Celie conocerá a otras mujeres como Sofia (Danielle Brooks) y Shug Avery (Taraji P. Henson) quienes le harán reflexionar acerca de sus creencias, su identidad y lo que desea para su vida.
El concepto de la película puede ser innovador para unos y conflictivo para otros, ya que la historia que muestra es bastante dura, cada mujer atraviesa por momentos de conflicto, sufriendo diferentes tipos de violencia, maltratos y separaciones que guardan en sus corazones, por lo que no es fácil hacer que esta temática empate con un musical. Algo que nos mostró Los Miserables en su momento es que la clave está en la ejecución.
Uno de los puntos fuertes de la cinta es la caracterización, con vestuarios inspirados en la época, pero que también revelan mucho de la personalidad y las emociones de los personajes, sin mencionar las consideraciones a la hora de montar los números musicales. La fotografía también es delicada, mostrándonos diversos paisajes y pasando de tonos bastante oscuros a otros coloridos, imprimiendo cierta nostalgia que se puede percibir en cuando usan los tonos cálidos. No obstante, a veces el contraste entre la iluminación interior y exterior puede ser amplio.
La música es pegajosa, con algunos temas mejor logrados que otros. En ocasiones, la música acompaña la acción, incluso forma parte de la manera de expresar el paso del tiempo, pero en otras llega a ser forzado, haciendo que caiga peligrosamente en una especie de caricaturización del momento. Por la misma razón, la empatía que transmiten los personajes es ambigua, algunas escenas llegan a ser delicadas y a conectar con las motivaciones e intereses de los protagonistas, mientras que otras se sienten desconectadas de la escena anterior, entrando y saliendo de diversas subtramas sin llegar a hilarlas entre sí.
Así pues, el talón de Aquiles de la película es su unidad y cohesión, lo que en ocasiones termina costando la oportunidad de conectar con la audiencia, ya que todo pasa demasiado rápido sin dejar mucho espacio para procesar lo que acaba de pasar. Dicho esto, también tiene momentos icónicos, especialmente hacia el final de la película. Quizás su mayor fortaleza radica en las decisiones que toma que difícilmente se ven en otras historias, como un romance lésbico o la forma en la que estas mujeres afrontan sus dificultades.
Poniéndolo sobre una balanza, se trata de una producción completa con un apartado visual precioso y voces talentosas en los números musicales, así como personajes que te encantan ya sea por su chispa o su fortaleza, pero también es una producción donde la velocidad le puede costar mucho. Una historia para ver con amigas y celebrar que cada vez hay más oportunidad para llevar este tipo de dramas a la pantalla grande.
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