Entrevista: Elia Barceló da un repaso de su trayectoria en el marco de FIL Guadalajara
- DroideTV
- 4 dic 2024
- 9 Min. de lectura
La escritora española Elia Barceló visitó FIL Guadalajara en el año cuando España es el invitado de honor para compartir con los lectores en diversas actividades y tuvimos la oportunidad de platicar con ella.

Elia Barceló leva publicados más de 90 relatos en revistas y antologías, así como 33 novelas, considerada una de las autoras de ciencia ficción y literatura fantástica más importantes en lengua castellana, con premios nacionales e internacionales, pero tiene títulos de muchos otros géneros como novelas generalistas para adultos, y novela negra. Su novela El efecto Frankenstein (2019) fue galardonada en 2020 con el Premio Nacional, destacan también El secreto del orfebre (2003), Disfraces terribles (2004), Las largas sombras (2009), El color del silencio (2017), El eco de la piel (2019), La noche de plata (2020, Premio Alicante Noir, finalista del Premio Hammett de la Semana Negra de Gijón). En 2022 comenzó una serie de “noir mediterráneo” con Muerte en Santa Rita (2022), Amores que matan (2023) y La soga de cristal (2024), todas ellas en Roca (Penguin Random House). Platicamos con ella en entrevista.
¿Cómo es revisitar su obra y que encontró al momento de volver a ella?
Es una sensación muy bonita porque yo cuando publiqué por primera vez yo estaba muy emocionada, entonces cuando he tenido más ocasiones de reeditar siempre me gusta mucho primero que el libro siga vivo, que todavía le diga cosas a la lectoras y lectores. Luego que al releerlo yo me acuerdo de mi yo de entonces y es una cosa muy bonita, a mi edad, acordarme cuando lo escribí, cuando yo era una madre joven que apenas tenía tiempo para escribir y que esto era mi pasión absoluta y lo hacía porque me gustaba y ahora se ha convertido de mi dedicación vital.
¿Qué significa revisitar esa parte como madre, como escritora, y ver esta publicación de La soga de cristal y todo en lo que se está convirtiendo esta novela?
Yo en esa época era escritora sobre todo de ciencia ficción, porque era lo que más me gustaba leer, una siempre empieza por escribir lo que le gusta más, dices: yo puedo hacerlo de esta manera, yo quiero aportar mi granito a la tradición y luego no es que pasara la época de la ciencia ficción sino que se le añadí otros géneros, porque empezaron a venirme otro tipo de historias que me emocionaban igual y me enamoraban igual. Me gusta mucho recordar mi época del amor por la ciencia ficción, sigo en ello pero mientras tanto estoy enamoradísima de la literatura negra, y también hago juvenil, llevo también novela psicológica con tintes históricos.
¿Cómo fue el reto de hacer una historia con un solo hombre exiliado en El mundo de Yarek?
La verdad es que cuando lo pienso ahora, pienso que fue muy valiente de mi parte y posiblemente muy experto, pero creo que conseguí hacerlo de manera que no se aburra el lector, que a pesar de que está en un inicio solo en el planeta, tiene un mundo interior tan grande y tiene tantos recuerdos y tantos flashbacks que hay acciones, pasan cosas, pero es muy posible que si me lo hubiera planteado por más tiempo hubiera dicho: no voy a hacer una novela donde sale solo una persona; y mira, funcionó y ahora hago novelas donde salen 40 personajes y también funciona.

¿Cómo es escribir una trilogía tan basta?
Eso es una locura, claro yo hace algunos años escribía una trilogía que la publicaron como juvenil, pero vamos no es que tenga mucho de eso, que todas juntas como novela daban 1500 páginas y cuando terminé dije: nunca más una trilogía, esto es un horror, un montón de años que vives en ese mundo y empecé con Muerte en Santa Rita y me di cuenta que con una novela no iba a tener suficiente. Ahora efectivamente cumplí mi palabra y no estoy escribiendo una trilogía sino una tetralogía, sin esperarlo, solamente que me di cuenta de que esto da para mucho e hice las cuatro estaciones entonces en la primavera sale la cuarta y la cierro y a otra cosa.
La cuarta es la novela de invierno y tiene temas oscuros, pero quiero acabarla hacia la luz, hacia una nueva vuelta a la primavera. Además en esta serie de Santa Rita, en cada novela trato un tema que afecte a las mujeres, una de las cosas malas que nos han hecho a lo largo de la historia, tuve mucha dificultad en elegir solo cuatro porque nos han hecho muchas, entonces en la última me he decidido por las agresiones físicas en la pareja dentro del matrimonio.
¿Cómo fue abordar al igual esa parte del maltrato?
Eso fue porque uno de los temas que para mí era muy importante dentro del maltrato en general pero sobre todas las mujeres es la manipulación a través de las religiones o las sectas, me da igual que sea una región establecida que una secta, todas se las arreglan para que las mujeres tengamos la culpa de todo y que nos sintamos tan mal que para pedir perdón tengamos que ponernos al servicio de los hombres, y hacerles todo lo que necesitan y jurarles obediencia y si no, es que somos muy malas. Entonces es una novela que llevaba tiempo deseando escribirla, y como es la de otoño es la más oscura, creo que quedó bastante bien.
Llevo toda la vida pensándolo porque me llama mucho la atención la búsqueda de la religión o de algo en que creer y siento que lo que la gente quiere es una explicación sencilla. Si tú le das muchos matices y muchas explicaciones, hipótesis, teorías, la gente se pone muy nerviosa porque eso lo tiene que pensar. Mientras que si le dices: Mira esto es así y el malo es fulano, eso está bien, eso está mal, ese es el malo, a este hay que matarlo, la gente de alguna manera se deja llevar, porque piensa: era tan fácil y yo no me había dado cuenta, pero es que nunca es tan fácil.
Por otro lado les gusta también que les prohiban cosas, a mí eso es algo que me llama muchísimo la atención, porque durante muchos años, durante siglos la religión oficial nos estuvo prohibiendo tonterías, no comer carne los viernes por ejemplo o sea ¿qué le va a dar a ese Dios que comas carne sea miércoles o viernes? conseguimos quitarnos encima esa prohibición y ahora vienen otros tipos de religiones, de sectas, de ideas, en qué te dicen no puedes llevar zapatos de cuero porque eso le hace daño a un animal y es que la gente le gusta que le prohíban cosas.

De cierta manera estamos viviendo un tipo de censura nueva
Sí, todo nuevo y muy deprisa, y lo que yo estoy viendo ahí es que nos va a costar mucho asimilarlo y digerirlo, porque antes los cambios iban viniendo y uno tenía un poco de tiempo para ir aceptándolos para ir entrando en los nuevos caminos, pero ahora es inmediato. Inmediatamente tú tienes que posicionarte y saber si me parece bien o no, me parece bien estoy con ello o no y muchísimas veces no sabes bien cómo reaccionar.
Por ejemplo el otro día me quedé muy impresionada cuando vi esta presentación de estos androides domésticos, yo llevo desde los 10 años queriendo tener uno de esos, era el sueño de mi vida y los veía y pensaba ¡qué preciosidad! y a la vez inmediatamente comienzas a pensar en todo lo que podría salir mal y empieces a dudar ¿me lo compraría o no me lo compraría? ¿me pongo en casa un bicho de esos o no me lo pongo?
Pero claro, yo como me he pasado la vida pensando en ese tipo de cosas me tomo mi tiempo, pero seguro que habrá muchísima gente que no se pondrá a pensar en absoluto, como está pasando ahora con las inteligencias artificiales, que la gente piensa: Wow fenomenal, ahora me meto aquí, me lo traduce todo al inglés o al chino o lo que sea y es un regalo, y no se dan cuenta de todas las cosas malas que va a traer.
¿Como escritura de ciencia ficción que opinas de este boom tecnológico y que la sociedad no termina de aterrizarlo mientras siguen los avances?
Es que la mayor parte de las personas que no están metidas en estos asuntos ya no se enteran mucho hasta que eso ya está en su tienda, entonces no han tenido tiempo de ponderar si quieren o no quieren utilizar ese tipo de tecnologías sino cuando ya está. Además no es cara o viene lo de Black Friday y mira hoy al 40% te llevas tal máquina y bueno dicen: me la llevo
Solo me lo estoy imaginando, no es paranoia, es mi imaginación de ciencia ficción y resulta que por ejemplo esa máquina que te llevas a casa tan feliz, digamos el robot que limpia el suelo, ese redondito, lo más probable es que grabé imágenes y las pase a quien sea, que haya gente que nunca ha entrado en tu casa, que sabe exactamente dónde está todo, que te vea a ti cuando te estás preparando o cuando hablas con tu madre por teléfono y graba tus conversaciones y no digo que sea así, digo que es posible.
Finalmente ahora somos más datos que persona y no vemos a quién le estamos regalando esos datos
Sí,, yo tengo una novela corta que escribí hace algunos años donde puse por ejemplo que la gente ya no son ciudadanos sino consumidores, y entonces el derecho a la compra es un derecho constitucional, hasta el punto en que ciudadanos que han pasado un tiempo en la cárcel tienen derecho a salir regularmente para poder comprar en persona, no solamente por catálogo. Eso cuando yo le escribí hace 5 o 6 años parecía que era una locura y yo cada vez veo que más vamos hacia eso, igual lo que decían de pienso luego existo ahora es compro luego existo.
¿Eso funciona para dar más material para escribir o pone reflexionar? por ejemplo al leer El mundo de Yarek y ver como ciertas cosas que se han pensado estén ahora sucediendo más y más seguido.
Es impresionante, cuando un lector de ciencia ficción tiene costumbre de leer, no sé, desde los 12 años, te vas dando cuenta de que hay montones de temas y de problemas y de conflictos que ya estaban en los años 50 y 60 en la literatura de ciencia ficción. y al público de ese momento le parecerá que eran tonterías y son los problemas que tenemos ahora. En los años 60 por ejemplo ya se hablaba de la revolución genética, de que tú puedes tener un hijo que no es tu óvulo ni el esperma de tu marido, que ni siquiera lo has tenido tú en el vientre pero es tuyo, entonces ¿de quién es un hijo? ¿de quien ha puesto el óvulo? ¿de quien lo ha tenido en su vientre? ¿de quien lo ha parido o de quien lo cría y lo educa? eso antes ya se decía y pensaban: qué tontería se les ocurre eso a los autores y ahora estamos intentando hacer una legislación para eso.
La ciencia ficción de verdad es la única o el único género literario que trae temas nuevos, que aborda temas que a lo mejor aún no nos plantean un problema pero que están en el umbral de la puerta, y la gente haría bien leer ciencia ficción para ir planteándose ¿qué opino yo? ¿qué partido voy a votar? ¿el que está a favor de esto o el que está en contra?

Por otra parte ¿Cómo es el desafío por otra parte de crear una historia de crimen?
Cuando era jovencita leía mucho Agatha Christie, era mi primera lectura del verano, terminaba la escuela y era como el confirmar que ya estaba de vacaciones. Cuando yo la leía pensaba: yo en mi vida podría escribir algo así, con tanta complicación, debes tener todo previsto para ir poniendo las pistas. Pero luego poco a poco me fui dando cuenta que te la pasas muy bien, claro tú tienes que saber cómo lo vas a matar y lo segundo más importante o casi lo primero ¿qué vas a hacer con el cadáver? porque eso es fundamental y ya cuando sabes eso comienzas digamos del revés y a darle migajas de información a tus lectoras y lectores, para que si tienen ganas de trabajar ellos solos puedan montar sus teorías o si no tengo ganas de adivinar quién es el asesino pues esperar a que me lo cuenten. Pero hay gente que le gusta hacer planos y mapas y yo eso lo respeto y lo uso. Me divierte mucho ir dándoles así poquito de información
¿Cómo es escribir novela negra en estos tiempos tan violentos?
El caso es que para mí escribir novela negra no es doloroso, porque salvo La noche de plata que era un tema que llevaba 20 años queriendo escribir, que eran crímenes contra niños y no me sentía yo lo bastante firme para hacer una cosa así, mis novelas negras siempre tienen un componente de ligereza, de humor, porque pienso que la vida ya es bastante negra y oscura y que cuando uno lee un libro tiene que tener de vez en cuanto la posibilidad de relajarse un momento.
Hubo una época con novela criminal clásica, noruega, sueca, que siempre era de noche, que siempre el detective es un alcohólico, que tienen hijos drogadictos, que tomen basura, que la vida es un horror y entonces llego a un punto en que yo quiero escribir crímenes pero con palmeras, con sol, donde los policías hacen bien su trabajo pero cuando salen de turno se van a tomar una cerveza con los amigos, no están obsesionados con los casos. Por eso me lo estoy pasando bien y mis lectores también y mis lectoras también, porque ha decidido que no mato mujeres. Además los escritores hombres siempre matan chicas jóvenes en las novelas, me parece que ya se mata bastante en la realidad y lo escriben de la manera más desagradable posible y pues no, yo he decidido que en mi serie yo mato hombres que además se lo han ganado a pulso que cuando por fin los mata quien se lo merezcan.

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