Una recopilación de las aventuras de estos personajes creados por Bobadilla, con el humor como arma.
Narkomics presenta: El Ñacas y El Tacuachi es un libro políticamente incorrecto de humor ácido y más negro que la conciencia de políticos y criminales. Los personajes de estas historietas expresan la cotidianidad de narcos, mujeres seducidas por el poder, policías cómplices de la violencia o jefes de plaza que construyen la destrucción del enemigo desde la sombra; no faltan músicos y bohemios, amantes majaderas y bandidos incompetentes.
Bobadilla ha publicado en A Discusión, Noroeste y La Sirena, y es fundador de la revista La Locha; actualmente publica en el periódico Debate las tiras: “¿Quién entiende a la Yoyis?”, “Los Cochipolicías” y “Épale Pariente”. Colabora en el semanario Ríodoce con las tiras “Orondo” y “El Ñacas y el Tacuachi”, ésta última también publicada en la revista El Chamuco y los hijos del averno. En entrevista platicamos con su creador.
¿Cómo surgieron los personajes?
Surgieron en el 2009 más o menos, hicimos acá en Sinaloa una revista que se llamaba La Locha y empezamos a crear personajes sobre lo que prevalecía en nuestro estado, en nuestra ciudad y uno de ellos es el narcotráfico. La revista tuvo nueve números. pereció pero como todos los delincuentes de este país sobresalieron estos personajes y pasaron a un semanario importante que se llama Riodoce luego de ahí se pasaron a Chamuco en las páginas centrales.
¿Cómo surgió la idea de esta nueva publicación?
La cuestión era que no había mucho sobre el tema, en aquella época Riodoce empezó pero el tema no se había tratado con humor, ahora hay otras manifestaciones de humor sobre narcotráfico pero en esa época no. Además era lo que nosotros veíamos ahí y que nadie hablaba de eso, era una forma de denuncia, de manifestación y surgieron otras cosas geniales en la revista. En lugar de La Familia Burrón había una tira que se llamaba La Familia Buchón, había por ejemplo un manual de Cómo sobrevivir a la violencia en Sinaloa, había un diccionario de inglés a español sobre los términos del narco, pero digamos que los únicos sobrevivientes fueron esos personajes. Y tuvo a bien Penguin Random de pedirme que hiciéramos una compilación para mostrar eso que sucedió por tantos años plasmado con humor con dibujos, con ironía, sarcasmo entonces ahí está el resultado.
El humor además puede convertirse en una valvula de escape o una herramienta muy particular.
Si, exacto y una cosa es que en los caricaturistas mexicanos hay una gran tradición de la caricatura editorial, inclusive todos los que comenzamos a hacer caricatura editorial queríamos ser Rogelio Naranjo todos somos Naranjito, nos formamos con él, luego nos damos cuenta que jamás vamos a llegar a ser como él. Naranjo era un editorialista tremendo y mordaz y el humor siempre va a estar ahí presente, es una forma de pegarle al poder, como una cachetada de guante blanco.
Generalmente pienso que algunos periódicos no muestran sus caricaturistas al principio porque son armas libres, no se dejan, entonces ahora si te fijas en las páginas de internet a los moneros tienes que buscarlos. hay veces que tienes que ir al menú y buscar los cartones. Yo pienso que es porque pueden cambiar el sentido editorial del periódico, porque a veces algunos periódicos no están de acuerdo con sus moneros Entonces si los pones al frente quizá cambiaría al sentido editorial de un medio.
¿Qué te han permitido desahogar estos personajes?
Yo soy un frustrado como muchos, hay muchos caricaturistas que fueron arquitectos y que terminaron en la caricatura y que eran excelentes arquitectos, yo quise estudiar cine y me batearon. Así que desfogué mi frustraciones en la caricatura, aquí puedo ser mi propio director, puedo acomodar la cámara donde se me dé la gana, puedo escribir lo que yo quiera y puedo dirigir a mis personajes.
Y por lo menos los mexicanos, porque en otras partes hay quien hace el dibujo, quien hace la letra, pero aquí los moneros hacemos todo. Después de no pasar el segundo examen para estudiar cine, me recomendaron mejor ir a una escuela de guionismo en Coyoacán pero me permitió conocer a fondo a Alberto Isaac, un documentalista cineasta, caricaturista, creo que nadador olímpico y quizá vende tacos por la noche, era un tipo polifacético y eso me animó a mi también a seguir por ese camino en donde puedo tener el control y dirección de estos personajes, sus diseños, sus textos.
¿Te gustaría agregar algo más?
Para ser caricaturista de provincia necesitamos hacer muchas caricaturas, entonces tengo un montón de personajes, un amigo me dice que soy el Walt Disney de Culiacán Sinaloa porque tengo muchos personajes. Pueden buscar mis tiras en El Debate con "Los cochi policías", busquen mi tira de "El pariente", de "¿Quién entiende a la Yoyis?" esta madre soltera cuya tira comenzó en una revista del Instituto de la Mujer y después me corrieron porque no les gustó, pero permaneció y siguió publicándose en El Debate, tiene sus fans y todo. Y pues que ahí está el libro, que lo compren tengo que alimentar a dos hijas y dos perros y tengo que darles de comer y ya pueden encontrarlo en todas las librerías en México y en línea.
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