"La Trampa" la nueva película de M. Night Shyamalan estrena en cines el 8 de agosto
En "La Trampa" la nueva película de M. Night Shyamalan, un padre y su hija adolescente asisten a un concierto de música pop, donde se dan cuenta de que están en el centro de un oscuro y siniestro suceso. El director abordó algunos detalles de la producción.
Sobre la concepción de la película
M. Night Shyamalan: “La trampa” es una creación de mi hija Saleka y mía, a partir de nuestras conversaciones sobre música y cine. Básicamente, nos detonó la idea de hacer juntos una película musical que también funcionara como thriller. Empecé a preguntarme: “¿Podríamos hacer un thriller sobre música?”. Pensé que Saleka podría escribir un álbum de canciones originales y que podríamos experimentar esa música como si estuviéramos en un concierto, para luego entrelazarlo con un thriller. ¿Podrían coexistir esas dos experiencias? Empecé a darle vueltas y se lo propuse a Saleka, que estuvo muy interesada. Así que, en la historia, seguimos a un padre y a su hija al concierto, y continuamos mezclando el concierto con las cosas oscuras que ocurren en ese contexto. Y así fue como se desarrolló “La trampa”.
Sobre la elección de Josh Hartnett
M. Night Shyamalan: He llegado a pensar que la forma en la que hago películas es una reinvención de mí mismo; una reinvención del tono, la reinvención de un género una y otra vez. Eso es lo que me emociona. Para hacerlo, busco crear de forma diferente. Ofrezco la oportunidad de hacer películas más pequeñas, provocativas y, quizá, podamos conectar con gente de todo el mundo. Busco a alguien que se encuentre en el momento adecuado de su vida y esté dispuesto a asumir un riesgo real. Creo que el resultado es que el público ve algo raro y extraordinario, y ésa es otra razón para ir al cine. Me parece que Josh Hartnett se ajusta exactamente a esta descripción: vive en Inglaterra con su familia. Es un hombre increíblemente reflexivo y filosófico. Cuando lo conocí, me miró a los ojos y supe que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa: desprendía una energía, una electricidad. Para interpretar a Cooper, este papel en particular necesitaba a alguien que estuviera dispuesto a arriesgarse. Creo que para el público, una de las mejores razones para ver esta película es la increíble interpretación de Josh.
Sobre el personaje de Cooper
M. Night Shyamalan: Creo que a todos nos fascinan los personajes complejos y muy oscuros. A mí también. Hay individuos oscuros que viven entre nosotros. Son reales. En cierto modo, creo que por eso a la gente le gustan tanto los dinosaurios. Porque existieron: monstruos reales que vivieron en el pasado. Pues bien, hay monstruos reales en el presente. Escribir personajes oscuros —e interpretarlos— es fascinante, porque sigue estando en la continua variación progresiva de la experiencia humana. Desde mi punto de vista, es encontrar esa pizca de humanidad en un personaje que hace cosas extremadamente oscuras. Es desafiante y maravilloso, y encontrar esa humanidad es lo que resuena en el público. Encontrar esa comprensión humana de por qué alguien hace algo muy oscuro, nos hace sentir empatía por los demás... porque si podemos vernos los unos a los otros como versiones de nosotros mismos, ese reconocimiento es algo muy conmovedor. También es una forma de cumplir un deseo, al menos por mi parte pensar si, incluso en la persona más oscura, ¿hay alguna forma de llegar a su corazón?
Sobre filmar con película análoga
M. Night Shyamalan: No sé si puedo articular por qué me gusta tanto la película análoga por encima de la tecnología digital. Empezaré por decir que me encantan las limitaciones. Trabajar con ellas, pienso que, es cómo creamos lo mejor posible. La película análoga, al involucrar productos químicos, es algo real y orgánico que sucede. En cierto modo, está vivo. Capta la vida y las experiencias de una forma en la que no lo hace el formato digital. La película análoga se siente como una representación de la vida. E irónicamente, lo digital tiene muchos más detalles que lo análogo. Quizá ahí esté la respuesta: sólo necesitamos esta cantidad para representar el aspecto y las sensaciones de algo, y nosotros hacemos el resto. Lo completamos con nuestro conocimiento basado en la experiencia. Las computadoras dicen que así es como se ve el color rojo y así es la sensación del pelo. Pero en su limitación, el formato análogo crea esta relación con la audiencia que, creo, lo hace sentir vivo. Demasiada información nos confunde y nos desconecta. Con el formato análogo tienes la cantidad justa de información narrativa a cuadro. ¿Qué hay en el encuadre? Los personajes, la iluminación, todo. Entonces, siempre se trata de mantenerlo un poco incompleto.
Podría ser tan simple como eso. Aunque también podría ser que todas mis películas favoritas de la infancia se hicieron en película análoga y las siento así. Es increíble sentir que una película respira y se mueve; al estar ligeramente fuera de foco, está viva y ondula. Me parce que genera una experiencia muy distinta.
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