Los directores de Obsesión Desconocida y Villanos se encargan de esta comedia negra llamada Novocaine: Sin Dolor
Esta semana se estrena Novocaine: Sin Dolor, una cinta que mezcla la comedia negra, la acción y las persecuciones para darnos una historia de amor bastante ruda. Para ello, Dan Berk y Robert Olsen (Obsesión Desconocida, Villanos, Intriga Mortal) dirigen el guión de Lars Jacobson con un elenco joven pero bien experimentado en la acción de un modo u otro.
La historia sigue a Nate Caine (Jack Quaid) un subgerente de un banco que tiene un estilo de vida extremadamente precavido debido a su condición de salud. Todo cambia cuando pasa una tarde con Sherry (Amber Midthunder) quien le da un nuevo sentido a su vida, hasta que la toman de rehén en un atraco. Ahora, Nate sacrificará su propia integridad para rescatar a la chica de sus sueños.
El elenco incluye a Ray Nicholson, Jacob Batalon, Betty Gabriel, Matt Walsh, Conrad Kemp. Evan Hengst, entre otros. Vale decir que, aunque la trama y el trailer por sí solos dan una idea del tono alocado que utiliza, fue una grata sorpresa ver cierta construcción de personajes. El primer arco es un tanto lento, nos muestra la vida de Nate y algunos atisbos que irán cobrando sentido conforme avanza la trama, pero es justo este ritmo lento el que ayuda a generar cierta conexión con el personaje.
En lo personal, creo que la cinta tiene algunas escenas muy bien logradas en las que realmente se llega a empatizar con los personajes, incluso cuando se encuentran en situaciones por demás extrañas. La película juega con un pastiche de géneros que no teme caer en lo absurdo, pero justo ahí encuentra una gran mina de creatividad para hacer pasar a su protagonista por toda clase de momentos desde los chuscos hasta los que te provocarán dolor sólo de verlo.
Aquí los efectos especiales juegan un papel importante para que la cinta no se desboque por completo en la serie B. El maquillaje y los efectos son bastantes creíbles la mayor parte de la cinta, lo que también resulta en mayor incomodidad a la hora de ver los distintos escenarios a los que se enfrentan los personajes. Está de más decir que, aunque ciertamente se nota el esfuerzo por crear un trasfondo convincente, una buena porción de la película se va en ver cuántas lesiones pesadas puede aguantar el protagonista, lo que no es necesariamente malo, pues el equipo lo sabe manejar con gracia, pero definitivamente se trata de una cinta para un público específico que disfruta de los justicieros de calle al estilo Kick Ass.
Personalmente, también disfruté de la banda sonora, la cual incluye varias canciones modernas. En ese sentido, la cinta se puede considerar como una cinta bastante juvenil para personas entre los veinte o treintas que seguramente congeniarán con los temas de la película como el romance, el riesgo y el sentido de la vida.
El último acto quizás sea el más arriesgado, donde no escatiman en nada, por lo que puede que algunos lo disfruten y otros lo sufran, pues aquí la verosimilitud se toma varias licencias poéticas. En general, se trata de una cinta que juega bien sus cartas para hacernos sentir distintas emociones y mantenernos al filo del asiento, pero que sabe muy bien el tono que quiere y lo aborda de forma desenfada y sin pretensiones. Una buena opción si buscas una cinta en la que pueda entrar la acción, el romance y el humor negro.
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