Después de que Pobres Criaturas causara todo un furor, el director regresa con Tipos de gentileza un filme por demás controversial
Esta semana llega a salas de cine Tipos de Gentileza el segundo filme de Yorgos Lanthimos en menos de un año, el cual fue estrenado en el Festival de Cannes y formó parte del programa del FICG de este año. En este caso, el guión corrió a cargo del mismo Lanthimos junto a Efthimis Filippou, también guionista de Alps, La Langosta y El sacrificio de un ciervo sagrado.
En este caso, se trata de un filme antológico, más concretamente un tríptico en el que Emma Stone, Jesse Plemons, Williem Dafoe, Margaret Qualley, Hong Chau y Mamoudou Athie van mudando de papeles según lo requiere la trama. Así pues, veremos un hombre que después de una vida bajo un dominio más que exhaustivo trata de liberarse y hacer lo que le plazca; un policía tremendamente afectado por la desaparición de su esposa que desconfía de lo que es real y lo que no; así como una mujer empeñada en una misión religiosa para encontrar un verdadero milagro.
La fotografía de Robbie Ryan luce espectacular a lo largo de toda la película con varias escenas memorables. Las paletas de color juegan con los contrastes y los saturados mostrando espacios que son coloridos y a la par fríos. En pocas palabras, es un trabajo estético muy cuidado y probablemente el mayor indicio de la exploración artística que este filme pretende.
En cuanto a la narrativa, el absurdo y los giros de tuerca están a la orden del día en todo momento. Cada una de las tres historias que componen esta película comienza desde una premisa sumamente descabellada que va tomando vuelo a lo largo de su desarrollo hasta sus finales brutales. En buena medida podría decir que es como tomar Relatos Salvajes y lo llevará hasta el extremo, más allá de lo lógico o lo verosímil. Si bien también juega con los sentimientos humanos y los límites de sus personajes, en cierto punto se siente extraviado.
En papel, las historias cumplen con una estructura bien asentada, pero en momentos tiene idas y venidas en los que el punto central pierde peso o se desvanece, lo que hace que algunas partes se sientan innecesarias o entorpezcan la trama. Por otro lado, la edición es un tanto cuestionable, ya que hay un exceso de shock value en los que pareciera que el director juega con los limites de la audiencia; pero más que involucrarlos en el ambiente de la película, pareciera cazar la polémica a como dé lugar con toda clase de escenas explícitas y temas tabú que se van añadiendo superficialmente.
El problema de Tipos de Gentileza es el mismo de las antologías de cuentos: por su brevedad, cada historia debe ser una unidad por sí sola y aprovechar cada minuto para contar algo y añadirle peso a lo que está tratando, pero, al mismo tiempo cada parte debe operar como un mecanismo que puede tener su estilo y aún así ser parte de un todo que se relaciona a través de ciertos vasos comunicantes. La película alarga momentos que no son necesarios, divaga y aunque hay ciertos temas en común como la condición humana, la manipulación y los juegos de poder, muchos de ellos disfrazados de gentileza, lo cierto es que uno sale del cine con cierta sensación de extravío.
Creo que estéticamente es una película exquisita con actores que se comprometieron completamente con cada uno de sus roles y nos muestran la amplitud de sus rangos, pero valorarlo como una historia (que es lo que la mayoría suele hacer) es difícil. Se trata de una película para admirar como quien va a un museo abstracto o para sentir sin sobre pensar demasiado, pero creo que no es lo mejor de Lanthimos.
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