Wicked lleva al musical a nuevas alturas con efectos y vestuarios alucinantes.
Esta semana se estrena Wicked, la película que adapta tanto al popular musical de Broadway con el libreto de Winnie Holzman y las canciones de Stephen Schwartz que a su vez está basado en la novela de Gregory Maguire en la que le da un giro a los personajes de L. Frank Baum.
La película ha generado grandes expectativas por los talentos que se han unido en este filme y ha ido in crescendo con la revelación de los posters y los avances, sin mencionar toda la mercancía alrededor incluso antes de su estreno. Dirigida por Jon M. Chu (Locamente millonarios, En el barrio) y la propia Winnie Holzman junto a Dana Fox en el guión, Wicked nos presenta la historia de la Malvada Bruja del Oeste desde una perspectiva diferente.
La historia nos lleva a los años escolares de Elphaba (Cynthia Erivo) una chica que ha sido juzgada por todos debido a su color de piel, pero cuyas habilidades llaman la atención de Madame Morrible (Michelle Yeoh) quien cree que podría convertirse en la mano derecha del mago de Oz (Jedd Goldblum). Durante su estancia en la universidad, conocerá a Glinda (Ariana Grande) una chica popular que siempre ha soñado con ser hechicera y con quien tendrá una relación por demás complicada.
Una de las características principales de esta cinta es su capacidad para construir un mundo fantástico. No sólo por los efectos especiales, que vale decir que son bastante consistentes y creíbles, sino también por los diseños surreales de los sets, los distintivos vestuarios, peinados, maquillajes, sumado a la fotografía de Alice Brooks que sabe imprimir ambientes y sensaciones en cada escena, exhudando magia y fantasía en cada fotograma. Si bien en ocasiones puede ser demasiada información visual, el carácter de la película puede justificar ese desborde de elementos.
La cinta respeta fielmente el esquema del musical, incluso la decisión de dividir la historia en dos actos, por lo que tanto en lo musical como en lo narrativo empata con lo que puede verse en los teatros. Eso sí, encuentra la manera de aprovechar el lenguaje del cine para crear una experiencia que sea disfrutable tanto para los fanáticos de la obra de teatro, como para aquellos quienes este sea el primer acercamiento a la historia propuesta por Maguire.
En lo narrativo, sin duda Maguire y Holzman demuestran cuan vigente es su historia, con personajes diversos que, incluso siendo secundarios o extras a cuadro, suman a los temas que aborda la cinta. Si bien esta historia es principalmente sobre Glinda y Elphaba, los personajes secundarios brindan subtramas y escenas que le agregan ese aire de drama escolar que gusta a más de uno. Vale mencionar las actuaciones de Marissa Bode, Jonathan Bailey, Ethan Slater, Bowen Yang y Bronwyn James que acompañan a nuestras protagonistas.
En lo personal, considero que Erivo es quien lleva el peso dramático de la cinta, sin mencionar su capacidad vocal que les da una nueva vida a las canciones, una digna sucesora para la icónica Idina Menzel. Por su lado, Ariana Grande sin duda tiene un rango vocal increíble que luce bastante en las canciones y sus vestuarios son simplemente memorables, pero su actuación es irregular, con algunos momentos divertidos que nos recuerdan a Barbie e incluso algunos muy emocionales, pero también momentos en los que parece regresar a los gestos de sus personajes pasados.
Si bien gran parte del furor por esta cinta tiene que ver con la masiva cantidad de publicidad y activaciones detrás, definitivamente es una gran opción incluso para aquellos que no conozcan el musical, los temas que toca definitivamente están más vigentes que nunca, donde seguro todos encontrarán algo con qué quedarse. Un blockbuster que hace algo similar a Dune: aprovecha la tecnología y el cine para llevarnos a mundos que sólo existirían en nuestra imaginación.
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