Seth MacFarlane regresa a la pantalla con su oso Ted para presentar una secuela sin sorpresas, que provocará risas depende del animo para el humor que presenta. Las bromas repetitivas le restan mucho impacto.
Recién casados, Ted y Tami-Lynn quieren tener un bebé. Pero antes de ser padre, Ted tendrá que demostrar ante un tribunal de justicia que es una persona.
De antemano sabemos el humor de MacFarlane, lo que nos espera y lo que esperamos de Ted, no sería lo mismo sin bromas burdas, chistes escatológicos, rayar en lo ofensivo. Mentiríamos si eso no es lo que esperabamos, y teniendo como indiscutible parametro el trabajo de Family Guy, todo se presenta como se espera, aunque en dosis más diluidas.
La situación de su estado civil y su interés por convertirse en un ciudadano son los aspectos que resultan más incómodos, al poner en paralelo su situación con la esclavitud o los derechos LGBT, las intenciones son buenas, y no es la primera vez que MacFarlane cruza lineas sin mirar, pero eso podría aminorar un poco el interés de esta historia por conmover al espectador.
Para reír hay suficiente, no tanto como la anterior, sin embargo no recae en creatividad su humor, sino en las situaciones incomodas, subidas de tono, que involucren empaparse de esperma, como se anticipa en el trailer por ejemplo, o fumar de una pipa en forma de pene, porque, es un pene y se supone que debemos reírnos. Seth buscando sacar de nosotros el niño de 12 años que se reirá porque en una computadora hay mucho porno guardado.
SIn embargo, como sucede con las secuelas, hay cosas que se muestran demasiado similares en este humor, incluso algunos momentos que parecen deja vu, algo complicado de resolver y pocas cintas secuelas lo logran. Ese no es el problema mayor, sino que hay chistes, gags o bromas que se repiten una y otra vez, incluso las mismas palabras. Es como si el bromista de la clase repitiera su chiste porque a la primera nadie lo escucho o nadie se rió, y en este caso, eso llega a cansar, no hay mucha frescura en los textos y los chistes son en base a recursos fáciles.
En propuesta cinematográfica no hay alguna, más allá del oso por computadora es como si estuvieramos viendo un programa de comedia por televisión, quizá eso le resultó más cómodo a su director y sabiendo que su personaje es un exito seguro de por si, no habría que esforzarse más allá de ponerlo a decir groserías.
Un filme para disfrutar sin muchas expectativas, risas en menor cantidad que la anterior y una trama intrascendente a pesar de su premisa.
Calificación: 60 puntos
Por Luis