En "Rescate Suicida", Kellan Lutz interpreta al analista novato de la CIA Harry Turner, que quiere convertirse en espía internacional como su padre, el agente veterano Leonard Turner, interpretado por Bruce Willis. Cuando Leonard es tomado como rehén durante una misión para asegurar y escoltar el prototipo de un aparato secreto conocido como CONDOR, Harry cree saber quién lo tiene, por lo que no duda en desafiar las órdenes y salir a rescatar a su padre.
“Harry Turner es un analista de la CIA que de verdad desea ser un agente de campo,” comenta Lutz, mejor conocido por su papel de Emmet Cullen en el éxito de taquilla Twilight y sus secuelas. “Lo único que quiere Harry es ser como su padre, quien no quiere que su hijo tenga nada que ver con ser un agente. Su padre quiere protegerlo, que es lo que en realidad impulsa la toma de decisiones de ambos personajes. Cuando secuestran a su padre por culpa del CONDOR y otros elementos entran en juego, Harry decide rescatar a su padre por cuenta propia y ser el agente de campo que sabe que puede ser.”
Tanto el deseo de Harry de seguir los pasos de su padre –como la enérgica objeción de Leonard– se forjaron de manera irrevocable años antes, con el asesinato de la esposa de Leonard y madre de Harry, Kate. Leonard nunca se recuperó de la tragedia debido a que se sentía responsable de su muerte y del trauma que sufrió Harry, quien vio morir a su madre.
“Mi personaje es muy complejo,” dice Lutz respecto a Harry Turner. “Cuando era pequeño presenció el asesinato de su madre y casi lo matan. Se enfrenta a un padre que es espía internacional y que nunca estuvo muy presente. Harry pasó mucho tiempo solo y tuvo que madurar muy rápido.”
“Durante la historia, cuando los tipos malos descubren que Leonard es un agente encubierto, van a su casa, matan a su esposa e intentan matar a su hijo, cuando de pronto aparezco y salvo al hijo,” comenta D.B. Sweeney (Heist) sobre su personaje, Ken Robertson. “A partir de ese día, la vida de Leonard y su carrera se van a pique y se convierte en alguien poco confiable y no muy valioso para la CIA. Pero la carrera de mi personaje sigue en ascenso.”
En los años siguientes, Robertson se hace responsable y se convierte en el “Tío Ken” que ayuda y anima al joven Harry a entrenar y alcanzar sus metas. Desde su posición, puede cuidar al aspirante a agente, y con las frecuentes ausencias de su padre, se convierte en un mentor para él.
“Kellan Lutz es un gran tipo que ha triunfado como actor y sabe lo que hace,” dice su compañero de reparto D.B. Sweeney. “Toma muy en serio su trabajo y es fácil trabajar con él. No me necesita como mentor en la vida real, pero fue divertido serlo en la película.”
Además de ayudar a Harry, Robertson siempre está ahí para su amigo de toda la vida, Leonard. Cuando los problemas personales y de disciplina finalmente obligan a Leonard a un retiro anticipado, Robertson intenta suavizar el golpe ofreciéndole a su amigo una última misión –una decisión que tendrá consecuencias de gran alcance–.
“La CIA quiere a Leonard fuera,” comenta Sweeney. “Así es que le doy una última oportunidad para ser parte de un operativo –la trama de la película gira alrededor de dicho operativo–.
Envío a Leonard a recoger un prototipo y llevarlo a las oficinas, lo cual probablemente fue un error de mi parte, porque es poco confiable en ese sentido. Cuando los malos lo atrapan junto con el aparato, la historia empieza a desarrollarse y comienza la acción.”
