El remake tiene aciertos en la fotografía de sus escenarios naturales y sus proezas extremas, sin embargo la historia no se concreta y el talento de sus protagonistas se desperdicia en personajes unidimensionales.

Un agente del FBI, Johnny Utah (Luke Bracey) se infiltra en un equipo dedicado a buscar atletas de élite en búsqueda de emociones, liderado por el carismático Bodhi (Edgar Ramírez). Los atletas son sospechosos de articular una avalancha de crímenes con métodos extremos y poco usuales. Totalmente encubierto y con su vida en peligro inminente, Utah se esfuerza por probar que ellos son los arquitectos de esta inconcebible serie de crímenes.

La película pudo haberse llamado de otra forma, sin embargo no hubiese provocado el morbo en los asistentes que el remake trae consigo. La primera "Punto de Quiebre" no fue una obra de arte, sin embargo parte de su exito recayó en el carisma de Patrick Swayze y Keanu Reeves. Aunque Luke Bracey y Edgar Ramirez ofrecen un mejor trabajo actoral que las limitantes conocidas de Reeves, pero su aporte se queda corto ante personajes poco dibujados y casi unidimensionales que no logran transmitir. Su relación sin embargo es tan estrecha que pudo ser material de fanfiction que emparejara a los protagonistas, la quimica entre ellos existe y por momentos parece ser que cruzaràn la barrera, sobre todo porque parece haber más tensión física que emocional.

La historia tiene otro matiz también, ya que se trata de un remake es dificil no comparar, acá no hay suspenso y la acción es más estètica, es uno de sus aspectos positivos, el director Ericson Core presenta escenarios magestuosos, paisajes interesantes y tomas arriesgadas, estos momentos le regresan a la vida al filme, aunque se trate solo de un aspecto visual ya que ninguno logra una conexión en el espectador más allá de disfrutar la escena. Incluso aspectos crudos como la muerte son minimizados, no a causa de la filosofía de los personajes sino por la rapidez en que suceden respecto a otros acontecimientos y cuya repercusión se siente forzada.

El trato de la historia es acelerado en las partes importantes, aquellas que van dando forma al aspecto dramático; el enfocarse en la acción extrema deja muchos huecos sin llenar en la cronología, que al comienzo parecen pasar desapercibidos, pero mientras más nos acercamos al final, surgen cuestiones que no tendrán respuesta.

Un filme que entreteniene por su propuesta visual de la naturaleza, sin embargo no se trata de mostrar paisajes por hora y media, la historia y los personajes no mantienen la emoción que sus proezas extremas prometen.

Calificaciòn: 60 puntos

Por Luis