La historia clásica de “La Bella y la Bestia”, y su poderoso mensaje de que la verdadera belleza proviene del interior de las personas, se remonta a la Francia del siglo XVIII y la primera versión publicada del cuento de hadas, “La Belle et la Bête”, es de Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve. Hoy en día, la temática es todavía relevante y la historia continúa fascinando a los narradores, lo cual resulta en innumerables interpretaciones en todos los tipos de medios, pero es la película de Disney de 1991, nominada a los premios Oscar®, la que se convirtió en su mejor versión.
LA BELLA Y LA BESTIA es uno de los títulos más preciados del estudio y fue estrenada durante la segunda época dorada de la animación de Disney, junto con LA SIRENITA, EL REY LEÓN y ALADDÍN, entre otras, y fue inmediatamente considerada una obra de arte cinematográfico. Tan romántica como cómica, es una inolvidable historia de amor y amistad, que transporta a los lectores a un mundo mágico de cuentos de hadas, donde el bien triunfa sobre el mal. Fue el primer largometraje animado en recibir una nominación al Oscar® a la Mejor Película (Mejor Guión Original y Mejor Canción), tres Globos de Oro® y cuatro premios Grammy®, entre una multitud de otros galardones. El film fue también la primera película animada en recaudar más de 100 millones de dólares en taquilla en su lanzamiento inicial, y la primera película animada de Disney que se convirtió en una producción musical de teatro, que posteriormente estuvo en cartel en Broadway durante 13 años y que fue traducida a ocho idiomas para representarse en más de 20 países
El estudio sintió que una adaptación de la historia de una doncella de buen corazón y su bestial príncipe tenía el potencial de encantar a una nueva audiencia una vez más, pero cuando el estudio le presentó la idea a Bill Condon, su miedo inicial fue cómo rehacer algo que era impecable ya en su versión original. “Considero que el film de 1991 es una película perfecta ─dice Condon─. Cuando se estrenó fue innovadora, la forma en que la historia está contada, y esa increíble banda de sonido de Alan Menken y Howard Ashman… Por todo eso, al principio no quería sumarme al proyecto”.
Para el director, el atractivo de LA BELLA Y LA BESTIA era doble: por un lado, se trataba de la oportunidad de hacer una película que rindiera tributo a los musicales de la Era Dorada de Hollywood, y también la chance de volver a una historia que se conecta con la emoción y que bucea en las profundidades de los personajes para hallar aquello que los hace vibrar. El realizador posee un enorme conocimiento de los musicales y un claro entendimiento de cómo la trama y la música conversan entre sí. Por eso, entendió al film como una posibilidad de volver al género musical.
“Cuando yo era niño, la gente decía que el teatro estaba muriendo”, cuenta. “El teatro ‘ha estado muriendo’ por siglos ahora… Creo que lo mismo puede decirse de los musicales cinematográficos, que también hace 50 años ‘están muriendo’. Yo quiero que la audiencia acepte el formato y comprenda que, cuando están bien hechos, los números musicales en el cine no distraen, sino que profundizan y ayudan a crear más significado. Si te emociona algo, te emocionas aún más cuando escuchas algunas de las notas de Alan Menken, o escuchas algunas de esas letras de Howard Ashman”.
Emma Watson señala: “Cada vez que escucho la música de LA BELLA Y LA BESTIA, me conecto con esa sensación infantil de que todo va a estar bien, de que hay esperanza en el mundo”.
Según el productor David Hoberman (The Fighter, The Muppets), nominado a los Oscar®, “Bill era la elección perfecta. Él tiene un profundo conocimiento de la primera versión de este cuento de hadas, es un gran fan de la versión de avanzada creada por el director francés Jean Cocteau en 1946, y ha visto la producción de Broadway en muchas oportunidades. Podría decirse que es un fan de la historia. “Algunas películas recientes han sido reinvenciones completas de sus historias originales, o vistas desde otro punto de vista o cosas por el estilo”, afirma. “Nosotros no lo hicimos así. Lo que quisimos hacer era darle más realidad a la historia, no crear una nueva”.
“Es un honor tener la oportunidad de crear algo que sea al mismo tiempo un homenaje del original y a la vez una suerte de modernización de la obra”, continúa. “Aunque es intimidante, porque esta es una historia que ha vivido en muchos formatos y muchos idiomas, y tener la oportunidad de trabajar con tecnología de vanguardia y un elenco increíble es una bendición. Espero que, como esta película es una obra tan amada, podamos responder algunas preguntas que los fans ni siquiera se habían hecho antes acerca de Bella y de la Bestia, y cómo ambos llegaron a ser quienes son hoy”.
La película ofrece una visión de la vida del Príncipe antes de convertirse en la Bestia, y de aquello que le valió la maldición. También amplía el foco en la vida de Bella antes de su paso por el castillo, y ayuda a explicar qué tienen los dos en común y qué los convirtió en lo que finalmente son.
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