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Recomendación de libro: "Orfanato Lachina" Tamar Cohen



Los papás de Lenny siempre le decían que lo iban a mandar a la China si no se portaba bien, y como no querían que su hijo les siguiera tomando la medida,

¡se lo cumplieron mandándolo a un orfanatorio muy locochón!

Una historia con licencia para las travesuras, ¡con las increíbles ilustraciones de Oliver Bernal Guerrero!

Lenny es un niño de lo más travieso y sus papás quieren vacacionar a gusto sin que les dé lata, así que lo abandonan a su suerte en un orfanatorio durante todo el verano. Tras la sorpresa inicial, Lenny se da cuenta de que ahí las técnicas de crianza y los instructores son muy extraños, todos se comportan y visten como si fueran árbitros de futbol y alientan las travesuras de los niños internos, incluso les enseñan estrategias para mejorarlas. La diversión está a la orden del día, pero como las piezas no cuadran con lo que se espera de un hospicio tradicional, los niños intuyen que hay algo por descubrir.


FRAGMENTO

“Comenzó la clase hablando de la travesura primaria más común practicada por abuelos, padres y niños: masticar chicle en clase, en el dentista, en las juntas de trabajo, hacer bombas y tronidos, estirarlos con la mano, hacerlos bolita y masticarlos de nuevo.

– Una travesura primaria simple que se inició en el siglo XIX con el descubrimiento de este dulce. Ahora va lo curioso –el profesor se tomó un momento para agacharse y estirarse las caletas–. ¿Dónde creen que terminan esos chicles masticados?

– ¿En los botes de basura? –preguntó Tito.

– En los botes de basura –repitió el profesor Otón con su clásica voz chillona–. Por supuesto que no –dijo recobrando su tono original–. Los chicles masticados terminan debajo de los pupitres, de las sillas y mesas de sus escuelas, en las butacas del cine, de los estadios de futbol, de la lucha libre, en el metro, los camiones, en los asientos del coche de sus papás y debajo de las sillas de los dentistas –el profesor respiró hondo antes de seguir–… Tienen diez minutos para masticar la mayor cantidad de chicles y pegarlos debajo de sus mesas, sillas, suelas de zapatos o cualquier otro lugar que crean prudente –el profesor se tomó de ambos codos–. Esto no es una competencia –aclaró–, aquí no hay equipos. Se trata de gozar y vivir una experiencia que por años ha estado prohibida, así que adelante, ¡corre tiempo!”

Sobre la autora

Tamar Cohen nació en la Ciudad de México en agosto de 1972. Estudió la licenciatura en Comunicación en la Universidad Iberoamericana y la maestría en Apreciación y Creación Literaria en Casa Lamm. Ha publicado dos libros para niños, Papás bajo la lupa y Cinco modos para deshacerme de mi hermanito. En 2015 ganó el premio Gran Angular México por la novela juvenil El año terrible. Es adicta a las series de televisión y al descubrimiento semanal de Spotify. Odia los domingos en la noche y ama el humor negro.

Para comprar: Amazon México

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