El extraordinario set del pueblo de San Martín, diseñado por Nigel Phelps y realizado por el director de arte supervisor Ian Gracie y el coordinador de construcción Bernie Childs, está ubicado en dos hectáreas de terreno verde en el barrio residencial Hinterlands de Maudsland. Es el concepto artístico de una aldea colonial británica en el Caribe con mucha vida e imaginación. Si bien la mayoría de las estructuras solo eran fachadas, al menos, dos de ellas —la taberna de Grimes y el depósito de mapas de Swift— eran de tres dimensiones y fueron decoradas de forma maravillosa y evocadora por el Departamento de Decoración de Sets a cargo de Beverley Dunn. Algunas de las construcciones tenían un diseño inteligente que permitía levantarlas y trasladarlas a otras partes del pueblo para dar una mejor idea de su tamaño.
Para la escena de la película del robo al banco, se construyó un banco entero del siglo XVIII alrededor de un tractor mecanizado denominado “Manitou”. El conductor del Manitou podía ver a través del falso frente de plexiglás, pero nadie podía ver hacia adentro, de manera que la ilusión de las cuatro paredes se mantuvo perfectamente.
La denominada “área de barcos” en Helensvale, Queensland (Australia) albergó 11 barcos, que se construyeron sobre bases con movimiento computarizado. Las personas curiosas podían vislumbrar un mástil o dos asomándose de 100 contenedores de carga apilados uno sobre el otro como ladrillos. Uno de los periódicos locales conjeturó que el objetivo de los contenedores apilados era ocultar la filmación ultrasecreta de la mirada de los fisgones. En realidad, los contenedores formaban la estructura de una tecnología extraordinaria denominada “Aircover Inflatables” —pantallas azules inflables gigantes— que, luego, el supervisor de efectos visuales Gary Brozenich y su equipo reemplazarían por el cielo y las olas. Los cuatro inventores de esta tecnología recibieron un premio especial por logros técnicos en la edición de 2016 de los premios Óscar®.
La producción empleó al menos 27 grúas denominadas “knuckleboom” (grúas con forma de jirafa para el levantamiento, la carga y el manejo hidráulicos) en el área de barcos, y una red de iluminación de 45 m de largo flotaba sobre los barcos para proporcionar la atmósfera correcta de día o, especialmente, de noche. Tres grúas telescópicas (technocrane) trabajaban todos los días con cinco cámaras montadas. En total, el área de barcos tenía entre 30 y 40 maquinarias pesadas.
El barco del Capitán Salazar, al que su arquitecto, el diseñador de producción Nigel Phelps, denominó “portero con moretones”, no es nada menos que un castillo español flotante, con torrecillas y una torre fortificada en la parte trasera, cañones giratorios en la cubierta y estatuas de caballeros medievales con la armadura completa que adornan la cubierta y el exterior. Las tapas de las troneras están adornadas con cabezas de diablos con dos cuernos doradas, como guardianes siniestros, para intimidar aún más a los enemigos o a los piratas, o evidenciar la oscuridad en el corazón de su capitán. En la cubierta, tiene grandes barriles de madera: su objetivo no es dar agua ni vino a la tripulación, sino ser el peor lugar para estar encerrado.
Si bien el barco del Capitán Salazar está pensado como una creación imaginativa y no para seguir las historias náuticas estrictamente, Phelps se inspiró en diseños históricos para realizar el águila de dos cabezas que se encuentra en la enorme vela mayor. Además, los cañones de la cubierta llevan el sello de la Corona española y están adornados con dos delfines cada uno, un diseño típico de los cañones franceses y españoles del siglo XVIII.
El actor Javier Bardem permanecía de dos a tres horas en la silla de maquillaje todos los días para que le aplicaran el detallado maquillaje del aterrador Capitán Salazar. Pero para transformar a la hermosa Golshifteh Farahani en la misteriosa bruja del mar Shansa, ¡hacían falta de cuatro a cinco horas!
El cabrestante del Perla Negra es el mismo que se ha visto en las encarnaciones pasadas del barco en las primeras tres películas, ¡un verdadero sobreviviente salado del mar! (Para quienes no conocen de embarcaciones, el cabrestante es un mecanismo que gira para que una cuerda o un cable pueda enrollarse alrededor de él y mover o levantar grandes pesos, como el ancla de un barco).
En la secuencia de la guillotina en la plaza de ejecución, ¡las dos cabezas que se desprendieron de los cuerpos de sus exdueños eran imitaciones de las de los directores Joachim Rønning y Espen Sandberg!
La graciosísima secuencia de la “boda de apuro” filmada en Hastings Point se convirtió en un verdadero asunto familiar para Stephen Graham (Scrum) porque los realizadores le pidieron a su esposa, Hannah Walters —una talentosa actriz por mérito propio— que interpretara a la no tan tímida prometida del Capitán Jack, Beatrice Kelly. Los dos hijos vivaces y adorables de Graham y Walters, Alfie y Grace, interpretaron a los dos hijos de Beatrice. Y los talentosos Departamentos de Peinado y Maquillaje tuvieron la responsabilidad de que el atractivo clan Graham/Walters se viera lo menos atractivo posible.
El actor español Juan Carlos Vellido es el único actor acreditado que interpretó a dos personajes distintos en dos películas de la saga diferentes: se lo vio en el papel de capitán español en PIRATAS DEL CARIBE: NAVEGANDO AGUAS MISTERIOSAS y, ahora, interpreta a Lesaro, el leal teniente del capitán Salazar.
La botella de ron de utilería del Capitán Jack Sparrow es, en realidad, una botella de Inglaterra del siglo XVIII. Además, muchas de las sombrillas de la película fueron hechas por una anciana pequeñita y septuagenaria de Brisbane, una de las últimas personas del mundo que hacen esas artesanías.
Cuando el equipo de filmó en la playa Whitehaven en las islas Whitsunday, hubo condiciones climáticas y de marea inusuales que crearon una situación en la que tanto los actores como el equipo tuvieron que salir de las lanchas de desembarco como si fuera una invasión militar, metidos en el agua hasta la cintura, el pecho o el cuello —según la altura de cada uno— con ropa de calle. ¡Nadie esperaba llegar nadando al trabajo ese día!
Inmediatamente después de terminar los 93 días de rodaje en Australia, un sistema de tormentas que se instaló sobre las islas Whitsunday, el último lugar de filmación de la compañía, obligó a cancelar todos los vuelos desde la diminuta pista de aterrizaje de la isla Hamilton. Más de 200 integrantes del elenco y del equipo tuvieron que atravesar las aguas turbulentas en ferry desde el canal Whitsunday hasta el continente australiano, conducir más de dos horas hasta la ciudad de Mackay y, luego, viajar en avión a sus respectivos hogares.
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