Un filme cálido aunque desechable, el carisma de sus actores levanta una trama predecible que nunca ahonda en problemáticas profundas.
Samuel vive la vida sin responsabilidades en la playa en el sur de Francia. Hasta que un día, una de sus antiguos amores le deja en los brazos a un bebé de pocos meses, Gloria: su hija. Incapaz de cuidar de un bebé y decidido a devolverle la niña a su madre, Samuel se va a a Londres para tratar de encontrarla pero no tiene éxito.
El filme es un remake de "No se aceptan devoluciones", lo cual puede predisponernos un poco a él. Aquella película que fue un exito en taquilla en varias partes del mundo aunque se trató de una historia chantajista emocionalmente y cuyo principal proposito, logrado, fue poner en frente a Eugenio Derbez y seguir un exitoso camino por Hollywood. Entonces ¿vale la pena ver el remake de una película que en su versión original presentó numerables fallas?
Asi como fue con Derbez, ahora toca el turno de Omar Sy, cuyo carisma es enorme y es parte de la razón por la que el filme se mantiene entre un guión que no aprendió de muchas fallas previas. La historia es básica y no tiene muchas sorpresas, el padre por sorpresa se encargará de la hija, le mentirá sobre su madre hasta que ella regresa y complica las cosas, pero al final todo se soluciona.
Ser padres por sorpresa ha sido una idea bien ejecutada con prioridad, por ejemplo en "Baby Boom" de Diane Keaton, con la comedia como ingrediente básico, enfrenta problemáticas interesantes. Aunque esa tampoco sea una joya del cine, logra mejor resultado en esa formula.
Y es que ponen énfasis en algo muy importante, el crecimiento del personaje durante el proceso, en este caso de ser un parrandero que se da el lujo de tener sexo con dos chicas a la vez a ser un padre responsable, sin embargo aquí ese proceso se muestra tan solo con una collage de escenas con música alegre en la cual vemos pasar ocho años. Lo cual termina por aprovechar todo el potencial de una historia asi, de abandono, de conflictos personales, e incluso de una vida que cambia de rumbo por un hecho asi, pero aqui nada de eso parece ser necesario para dar forma a la película.
Entonces, lo que le sucede a Samuel es porque nos cae bien Omar y no porque su personaje nos haya transmitido algo, por lo que, aunque tenga momentos divertidos y cálidos, jamás nos hará llorar o siquiera recordarlo al salir de la sala de cine. Porque aún en la comedia más ligera, las acciones de los personajes deben tener lógica y aqui muchos momentos parecen forzados y poco creíbles.
Si llegas con las expectativas bajas, simplemente a pasar un buen rato, a ver una película en donde no tendrás mucha inversión ni siquiera en seguir la trama porque todo está digerido, entonces la disfrutarás como lo que es.
Un filme sencillo, sin mayor pretensión que pasar un rato agradable. A veces es bueno ver cintas asi, y entre todo el mar de ofertas insípidas, esta al menos provoca una sonrisa la mayor parte del tiempo.
Calificación: 65 puntos
Por Luis