Un filme de temporada con muchas risas para repartir, en un guión lleno de lugares comunes donde es el carisma de los actores en conjunto lo que lo mantiene a flote, pero sirve a su beneficio.
Dusty (Mark Wahlberg) y Brad (Will Ferrell) se han unido para ofrecerle a sus hijos la Navidad perfecta. Esta nuevo equipo se pone a prueba cuando el papá gruñón de Dusty (Mel Gibson) y el papá ultra cariñoso y tierno de Brad (John Lithgow) llegan para convertir a las vacaciones decembrinas en un completo caos.
Después de tener un éxito como el anterior filme, lo mejor es quedarse en lo seguro y es la parte en donde funciona mejor, incluso algunas de las bromas, sobre todo el humor físico, funciona para provocar risas en muchas ocasiones, aunque nunca carcajadas, pero a final deja un buen sabor de boca en ese aspecto. La química entre los actores sobresale y la familiaridad de sus situaciones logra momentos notables. La llegada de Lithgow es otro acierto, la de Gibson no tanto, pues parece en muchos momentos estar fuera de tono. Una cosa es que se trate del padre enojón y otra que no logre coordinarse con un elenco que hace su mejor esfuerzo.
Entre sus debilidades está las subtramas que algunos de sus personajes agregan pero que en realidad no van hacia ningun lado la mayoría de ellas, el hijo enamorado y el abuelo con problemas en casa son los unicos que cierran, pero otros como el asunto de la esposa de Dusty nunca cuaja, incluso parece por momentos que ella es solo un peatón más, porque su conexión no es tan firme, incluso el pequeño papel para John Cena tiene mejor efecto. El también luchador de la WWE se encuentra en mejor coordinación con el resto.
La trama es predecible siempre, sabemos desde el primer momento algunos de los problemas y las "sorpresas" que sucederán, va a lo seguro. La mancuerna de Wahlberg y Ferrell sigue siendo la que mantiene firme, en lo que cabe, la cinta, sus contrastes trabajan para bien. Las situaciones son simples y mucho parece ser unido sin sentido, con detalles como encontrar una cabaña en las montañas en la semana de navidad, el deus ex machina a la orden para salvar huecos ilógicos.
Sin embargo su destino es tan solo provocar una sonrisa, es una apuesta ligera pasar un buen rato con la familia, terminar con una sensación cálida, aunque en poco tiempo la olvidemos. En esa parte cumple.
Calificación: 60 puntos
Por Luis