
La película logra inspirar y conmover sin aprovecharse del chantaje emocional. Cada escena suma a un desenlace que aunque resulta predecible termina por sacudirnos, un efecto que pocos logran.
Un niño de 10 años nacido con una deformidad facial que le ha obligado a ser operado 27 veces de cirugía, se esfuerza por encajar en su nuevo colegio.
Desde la premisa sabemos que la historia tendrá sus momentos manipuladores que nos harán caer, que al final el niño con deformidad terminará dando una lección a todos. Es entonces en la manera en como es presentado el resto del relato lo que le da validez. Porque no se queda en la deformidad, eso, si bien es el núcleo de la historia, no se queda ahí, recibe mucho más en dimensión. Muchas detalles en los cuales este tipo de cintas fallan, aquí el director Stephen Chbosky los convierte en fortalezas.
Comenzando por las actuaciones, desde Jacob Trembay como Auggie hasta cada uno de los personajes a su alrededor. El trabajo de Julia Roberts es sutil y en capas, una expresión impacta más que las palabras.
Y no es que se trate de una cinta lineal donde la historia de Auggie es lo único que veremos, los alcances van más allá de la superficie, la hermana que se siente desplazada por la atención que sabe necesita el pequeño, los padres lidiando con esa vida y poniendo su mejor sonrisa. La mejor amiga que cambia con el paso de los años, los maestros de la escuela que solo puede ofrecer ayuda hasta cierto punto y encaminar a los pequeños a entender mejor su entorno.
La película lidia obviamente con el acoso escolar, pero esta vez no se trata de los niños acosadores recibiendo su merecido como estamos acostumbrados, sino viéndose a si mismos, aprendiendo sus errores, se confrontan con sus propias actitudes al respecto y todos al final terminan por dar un paso adelante a convertirse en mejores personas de manera aún más madura que muchos adultos.
De nuevo suena a algo panfletario en teoría, pero la cinta logra momentos genuinamente memorables. Los antagonistas están ahí y el por qué de sus acciones es evidente, cada personaje muestra una lucha interna y esto en algún momento terminará por empatizar con el espectador.
El recurso narrativo esta vez, es enfocarse en primera persona en varios de los involucrados y ver su punto de vista, eso sin dejar que la historia fluya, y con ellos logrando anidar a cada uno de ellos en nuestra memoria, logrando matices en la trama al ver cada perspectiva.
La película destila mucha bondad, es cálida en sus mejores momentos y sin embargo no resulta empalagosa, un ejercicio eficaz que el director logró con "The Perks of Being a Wallflower" basada en su propio libro.
No es tanto la historia de un chico con un rostro deforme sino de cómo tú y yo preferimos verlo. Un filme que toma en sus manos un material potencialmente chantajista para sacudirlo y deliberar un mensaje que llega al fondo de manera honesta.
Calificación: 92 puntos
Por Luis
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