Un paraíso para los amantes de los musicales con temas pegajosos al instante, y un relato que aunque no pasa de la superficie mantiene un mensaje de esperanza hasta el final.
Se trata de la biopic sobre Phineas Taylor Barnum (1810-1891), un empresario circense estadounidense, fundador del "Ringling Bros. and Barnum & Bailey Circus" conocido como "el mayor espectáculo en la tierra".
Como suele suceder en este tipo de cintas, los protagonistas, en este caso Phineas, son santificados en la mayor parte de la trama, si bien se enfrentan a algunos de sus demonios, esto siempre es en la superficie. Hay un par de situaciones que anticipan un conflicto personal mayor, no solo en el interior de Phineas sino en su relación matrimonial, incluso el perder el circo por un breve periodo. Quizá nos equivocamos y en realidad en su vida fue la persona más positiva del mundo, pero son situaciones que provocarían al menos una serie de problemas y aquí eso es minimizado.
Tambien están los enfrentamientos entre aquellos ciudadanos que no están de acuerdo con este circo que celebra las diferencias e insultan e incluso golpean a los "raros", pero nunca hay un momento genuino de tensión en ello. Es cierto, se trata de una pelicula donde los personajes cantan a la menor provocación, pero eso hubiera dado matices interesantes a escenas claves.
Y no es que la cinta sea plana, es un deleite tanto visual como emocional, si bien juega a lo seguro y las situaciones son predecibles, en que todos sabemos como termina esa historia, el talento de los actores saca el mejor provecho, la quimica entre los actores es otro factor importante y la coreografía no en danza sino en la introducción de cada canción es precisa y potencia la historia.
Es una musical que cumple todo aquello que hace de este genero uno de los favoritos, las canciones son pegajosas desde el primer momento y en muchas tus pies comienzan a moverse casi por voluntad propia. El ritmo de la música es anacrónico respecto a la epoca en donde se establece la historia, no es algo novedoso pero funciona muy bien. Las coreografías, esta vez hablando de danza, son impecables, coordinación perfecta.
El trabajo de ambientación también es impecable, desde las locaciones, escenarios y por supuesto el vestuario. Hay muchos personajes en este circo y no todos tienen siquiera una línea, pero el diseño de cada uno tanto en vestuario como en maquillaje los hace destacar creando un mosaico interesante.
Un detalle que no pasará inadvertido es el uso de animales, en estos días en que ya no se utilizan en circos, aquella época la situación era diferente, y formaron parte importante de este circo. Es entendible que con los cambios del tiempo ahora fueran cautelosos. A la mitad de la cinta se habla de los animales justo durante el incendio que acaba con su primer edificio, pero ninguno está a la vista. Los animales aparece hasta el final en un montaje en donde es evidente que se trata de animaciones por computadora. Y sin embargo no son necesarios para contar la historia y nunca parece un elemento que falte, esto como otro logro de la cinta.
Con situaciones que nos parecen ridículas ahora, como la gente discriminada por relaciones amorosas interraciales, o por su físico diferente, la cinta al final también te pone a pensar si hemos sobrepasado realmente, o si necesitamos que nos recuerde un filme en aparencia inofensivo, que cada día será de mucho significado que todos empaticemos con los demás y nos demos cuenta que las diferencias hacen la vida más rica, como sucedió con este espectáculo.
Una celebración musical, un filme para salir del cine con una sonrisa y quizá sembrar un poco de esperanza en nuestra vida diaria.
Calificación: 80 puntos
Por Luis
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