Un esfuerzo con potencial que se cae ante un guión sin forma y la poca química entre sus actores, dejando sin impacto los mensajes sociales que podrían haber hecho más eco en el espectador.
Paul es un hombre que se da cuenta de que tendría una vida mucho mejor si encogiese, pues todo lo que necesita en la vida lo tendría igualmente pero en abundancia. Así que decide reducir enormemente su tamaño, ahora que la tecnología lo permite.
El acercamiento a esta idea resulta muy original, encogerse para un cambio de vida que repercuta en la sociedad. Y en algunas parte del filme se mantiene un sentido interesante, como las repercusiones monetarias y políticas que esto tendría en el mundo, asi como el mal uso de este recurso ante gobiernos sin escrupulos.
El trasfondo y varias de las escenas dejan momentos de reflexion interesantes que de manera indirecta nos hacen pensar un poco en la situación actual del mundo.
Pero la manera en como nos comparten todo ello, tiene muchos otros elementos que le restan fuerza a lo que pudo ser un filme inolvidable. Comenzando por lo dispar del tono que lleva el filme. No es que no haya otras peliculas que combinen un poco de comedia con drama desgarrador, sino que hay que saber hacerlo. Y ese es uno de los puntos que nos deja insatisfechos.
La trama además no tienen un eje, la primera parte termina abruptamente, ni siquiera en la vida real pasamos de una etapa a otra sin al menos un leve proceso de unión entre el antes y el después. Por lo tanto muchas cosas quedan afuera y los huecos en la historia terminan siendo frustrantes.
La segunda parte tiene potencial al mostrar que el mundo ideal que nos daría el encogernos, en algun momento terminaría de ser una utopia y se contaminaria tambien con la soberbia o egoismo del ser humano. Pero esa parte de la historia tampoco es aprovechada al máximo. Al final parece un rompecabezas con piezas faltantes y con una imagen que no se parece en nada a lo que aparentan esas piezas.
Christoph Waltz sin problema opaca a Damon en las escenas con un personaje más encantador, Damon es aún más gris de lo normal y su personaje parece más un estorbo, lo cual no es buen signo siendo el protagonista. Pero sin duda Hong Chau se convierte en la pieza clave, su sencillez y lo emocional y orgánico de su trayecto de vida en pantalla saca a flote mucho del filme. Aunque también tropieza ante una relación romántica con Damon que se siente forzada.
La historia es impredecible no por un buen trabajo sino porque parece que ni siquiera los realizadores tenían una idea de donde terminar o cual camino seguir. O quizá parte de la frustracion que nos provoca eso, era un elemento clave para mantener nuestra atención y no un error.
Buenos efectos especiales, una mitología adecuada a la historia y sin mucha lógica en detalles básicos.
Un mensaje interesante, si se logra captar entre el caos que propone un guión sin firmeza y donde los personajes secundarios nos atrapan aun más que aquellos que deberían hacernos sentir en primer plano.
Calificación: 60 puntos
Por Luis