Desde su debut, el Conde Alexander, también conocido como el Enmascarado de Terciopelo, se ha empeñado en demostrar que no hay nadie más rudo que él. En el ring no hay lugar para sentimentalismos, y la consigna es acabar con todos con tal de llegar al estrellato.
Para sus adentros, el Enmascarado de Terciopelo jura que en su otra vida fue arpista en la Grecia clásica, pero en el México de hoy hay que perseguir la chuleta a como dé lugar y para conseguirla se sube al ring con toda su energía de luchador rudo. Su enemigo acérrimo es un contrincante técnico, Golden Fire, que se burla de él cuando el Terciopelo se pone sentimental o defiende alguna causa. Le hace la vida de cuadritos. Para colmo de males, la entrenadora de su gran rival (una niña que está convencida de que puede convertir a cualquier gladiador en una súper estrella, o acabar con él si así lo desea) ha descubierto el punto débil del rudo aterciopelado y está elaborando un malévolo plan para terminar con él. Pero su propio entrenador, un niño de primaria que sabe más de lucha libre que muchos de los que se dicen profesionales, apoya al Enmascarado de Terciopelo para que no pierda su encanto personal pero sin dejar de imponerse en los enfrentamientos en la Arena México. Al principio, El Terciopelo hacía gala de una rudeza y fiereza que le ganó el temor de sus rivales y el repudio de los aficionados, pero desde hace unas semanas ha tenido un cambio inexplicable en su comportamiento: ahora le afecta lo que la gente piense de él, al grado de que en plena lucha se ha bajado del ring para pedirles perdón a los aficionados. Sus entrenadores tratan por todos los medios de que recupere la fiereza y haga a un lado su faceta sensible, pues de lo contrario su carrera puede irse a pique pero elEnmascarado de Terciopelo no está tan seguro de que su sensibilidad sea incompatible con su profesión como luchador, o con su vida fuera de los encordados. Sólo es cuestión de encontrar un equilibrio y hacer a un lado esas enseñanzas que tanto le recetaron en la infancia de que hay que ser bien macho.
SOBRE EL AUTOR Diego Mejía Eguiluz no recuerda cuándo nació, pues era un bebé. Ha sido periodista deportivo, asistente de producción tanto en teatro como en televisión, guionista de un programa cómico, comentarista radiofónico de lucha libre y desde hace veinte años se dedica a la edición de libros infantiles y para adolescentes. Ha escrito de lucha libre para las revistas Box y Lucha y The Gladiatores. Es autor del libro infantil Una aventura patológica (publicado en México por editorial Porrúa y en Uruguay por la editorial Sudamericana).
SOBRE EL ILUSTRADOR Ed Vill es el hombre que hizo de su nombre una marca que todo lo abarca. Música, fotografía, televisión en la web, y por supuesto, diseño e ilustración son solo algunos de los rubros a los que este zurdo les coquetea y conquista. Diseñador gráfico e ilustrador venezolano. Ha trabajado en radio, televisión e internet como locutor, productor y editor para distintos programas y marcas comerciales en Venezuela. Se ha desempeñado como conferencista en varias universidades e instituciones públicas y privadas. Ha dictado ponencias en congresos como el Caracas Design (2014), y el Behance Portafolio Reviews(2015), y talleres de caricaturas en el Centro Venezolano – Americano en Caracas y Maracaibo. (2015).
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