Un filme divertido y colorido, lleno de canciones y personajes encantadores, aunque dependa mucho del cariño por la original, el viaje terminará siendo entretenido para toda la familia.
Mary Poppins (Emily Blunt) es la niñera casi perfecta, con unas extraordinarias habilidades mágicas para convertir una tarea rutinaria en una aventura inolvidable y fantástica. Esta nueva secuela, vuelve para ayudar a la siguiente generación de la familia Banks a encontrar la alegría y la magia que faltan en sus vidas después de una trágica pérdida personal. La niñera viene acompañada de su amigo Jack (Lin-Manuel Miranda), un optimista farolero que ayuda a llevar la luz -y la vida- a las calles de Londres.
Sin duda Emily Blunt es el brillo que mantiene viva la cinta en cada una de sus escenas, su combinación es curiosa, no desborda alegría empalagosa, sino que es dosificada con un poco de seriedad, firmeza e incluso destellos de sarcasmo, provocando risas y momentos muy graciosos. Enseguida Lin-Manuel Miranda hace lo propio otorgandole más candor a los musicales sobre todo. Sin embargo el resto del reparto y sus personajes parecen acartonados y cumplen una función como acompañantes aunque no logran ponerse al frente.
El supuesto drama de la cinta, que la familia se quedará sin casa, nunca nos preocupará, porque sabemos que al final todo se solucionará, eso le resta impacto a los momentos de melodrama que además son rebasados por los musicales.
El trabajo visual por supuesto que es destacado, el vestuario y las coreografías. Las escenas que combinan acción viva con animación destacan por el uso de esta ultima de manera tradicional, tal como en la cinta original.
Los musicales vienen casi sin pausa, son pocos los momentos en que tenemos un receso, por lo cual, quienes no disfrutan de estos, deberían abstenerse, quienes los aman, disfrutarán al maximo. Sin embargo las canciones si bien son encantadoras, no todas son tan pegajosas como las originales, hay un intento por crear otro Supercalifragilisticoespialidoso, que no recordarás al salir del cine. Algunos de los musicales rebasan los cinco minutos, haciendo más pesado el ritmo de la trama, acelerando la acción entre la música, no que sea necesario mucho tiempo para descifrar lo que sigue.
Buenos efectos especiales para dar vida a la fantasía, como otro de los puntos a destacar, asi como un inesperado cameo por parte de dos actores, uno que apareció en el filme original y una actriz que sigue en el corazón de todos.
En realidad la película no ofrece nada más allá que diversion, sus mensajes positivos quedan sobreentendidos y opacados, pero el trayecto vale la pena
Por Luis
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