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Abigail: una combinación extraordinariamente atrapante

La dupla de directores regresa con Abigail, una persecución llena de emociones, vueltas y piruetas.


Abigail

Esta semana se estrena Abigail, una cinta de vampiros que busca la manera de darle un giro a los grandes clichés de estas cintas como los monstruos seductores y trágicos que atormentan adolescentes. La historia de Sthepen Shields y Guy Busick es dirigida por Matt Bettinelly-Olpin y Tyler Gillet, quienes han trabajado juntos en cintas como V/H/S, Boda Sangrienta y Scream (2022).


En la historia vemos un grupo de delincuentes integrado por Joey (Melissa Barrera) Frank (Dan Stevens) Rickles (William Catlett) Sammy (Kathryn Newton) Peter (Kevin Durand) y Dean (Angus Cloud) todos con habilidades notables, quienes han sido reclutados por Lambert (Giancarlo Esposito) para secuestrar a una bailarina de 12 años (Alisha Weir) y vigilarla en una instalación secreta durante 24 horas para cobrar por su rescate. Conforme pasa la noche, el grupo se dará cuenta que han cometido un crimen que podría costarles la vida y harán lo que sea para salir vivos de esta.


Uno de los grandes elementos de la historia es su premisa, ya que se atreve a jugar con varios conceptos contrarios entre sí y está perfectamente consciente de lo ridículo que puede sonar “bailarina vampiro persigue a un montón de mercenarios en la noche más larga de sus vidas” incluso tiene momentos genuinamente cómicos donde juega con el absurdo y la espontaneidad de la situación.


Además, el manejo del suspenso es bueno, dando algunos sustos que juegan con las expectativas y preguntándote quién puede confiar en quién. Los personajes son un tanto básicos, en buena parte estereotipos, pero que no necesitan de mucha profundidad para mantenerte al borde del asiento esperando por la siguiente movida. Incluso aunque está cantado a voces el principal giro de la trama, lo cierto es que resulta interesante la manera en que llega a su revelación y el planteamiento de la dinámica que seguirán los personajes, un poco parecido a Boda Sangrienta, pero a la inversa, donde seis personas horribles están a merced de una niña que se entretiene jugando con ellos en más de una forma.



La escenificación también juega un papel importante, con un espacio con varios guiños al lore clásico del vampiro, dejando un poco a la vista la dirección que tomará la película, pero que también se utiliza como un laberinto gigantesco con elementos predispuestos para activar todas las alarmas de los fanáticos del terror. Estos últimos también se deleitarán (y asquearán) con la cantidad de sangre y viseras de esta película, pues se gana a pulso su clasificación R con escenas que ponen a prueba la sensibilidad del público.


Hay momentos en los que la cinta tambalea, incluso el tono no está muy claro del todo, teniendo momentos en los que parece calcar la estrategia de Marvel de buscar risas en momentos inesperados. Hacia el final las decisiones de los protagonistas llegan a sentirse forzadas para llegar a su conclusión a como dé lugar. Aún así, su combinación de acción, comedia, thriller y terror logra hacer que empaticemos con personajes que de otra manera pasarían sin pena ni gloria, además de que nos lleva por una montaña de emociones que logra hacer que te interese el desenlace.


Así pues, Abigail logra tener un lugar en entre las películas de terror que vale la pena ver este año por mérito propio, con varios efectos prácticos y escenas para recordar gracias al impulso por llevar su concepto único tan al límite como pudieran. La película sabe cómo jugar con sus clichés y arquetipos para entregar algo familiar y refrescante al mismo tiempo.


Andrea Rodriguez

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