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Asedio: un retrato salvaje y experimental de la descomposición social

Migración, gentrificación, corrupción y otros temas son abordados de una manera única

Asedio

Este 21 de septiembre se estrena Asedio una producción mexicano-española dirigida por Miguel Ángel Vivas (Secuestrados, Extinción, Tu hijo) quien también trabajó en el guión junto a Marta Medina y José Rodríguez. La cinta es una cruza entre drama social, thriller y acción que aborda temas bastante actuales con un formato peculiar.


La película sigue a Dani (Natalia de Molina) quien trabaja como policía antidisturbios, orgullosa de servir a su país, o al menos hasta que forma parte del operativo de un desalojo en el que inesperadamente es testigo de un crimen que pondrá su cabeza en la mira de quienes menos esperaba. Ahora, debe de internarse en un lugar donde no es bienvenida ni entiende el idioma para tratar de encontrar a un chico (Oscar Eribo) que también está en peligro, con la ayuda de su madre, Nasha (Bella Agossou) quien no está nada contenta con la oficial que la desalojó.


Uno de los puntos fuertes de la película es su forma; por una parte, tenemos la fotografía de Rafael Reparaz con tomas alocadas, desenfoques y una iluminación precisa que crean una atmosfera, un ambiente que refuerza el caos y la emoción de lo que viven los personajes, hay una intención de hacernos sentir igual de vulnerables y perdidos que la protagonista. Por otro lado, la música de Sergio Acosta va aumentando la tensión y generando un subtexto acerca de la migración a través de la música.


Los diálogos son escasos y en buena parte se entiende por el choque cultural que representa, no se sabe en quién confiar y a quién revelarle todas las cartas. Ciertamente, para esta parte del globo no es tan sencillo entender algunas partes de los diálogos en parte por la modulación de los actores y el audio. No obstante, vale destacar el trabajo actoral de Natalia de Molina y Bella Agossou, cuya expresividad hace que nos involucremos con la trama.


La edición sigue este espíritu de caos y confusión que le imprime la fotografía, especialmente al comienzo de la película donde se nos presentan un par de escenas que en un principio parecen no tener ilación, pero que formarán la base para el resto del discurso de la película. Asimismo, hay momentos surreales que tienen un halo casi fantástico, llegando en ocasiones a romper con el tono principal. Esto puede atraer o repeler al espectador, pero ciertamente te generará algo mientras intentas ensamblar todas las piezas.



La cinta tiene la cualidad de abrir varios temas en una situación cargada de acción donde, en lugar de grandes discursos, se decanta mostrar ciertas situaciones donde abundan los matices grises y los dilemas morales mientras deja que el público elabore sus propias reflexiones. Hay una subversión interesante en el statu quo donde recae el gran ingenio de la película, donde nadie es quien parece ser y todo puede suceder en el juego de poderes, mientras una oficial se cuestiona si trabaja para los de arriba o para los de abajo.


Asedio no es una película sencilla, incluso podría decirse que se siente inacabada en algunos aspectos, pero sin duda ofrece una visión desenfrenada y aguda que busca reevaluar la manera en la que se abordan problemas como la migración, la vivienda y la gentrificación en España y otros países, a la vez que muestra la fractura social, pero también el reconocimiento de esta.

Andrea Rodriguez

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