Dwayne Johnson encabeza uno de los proyectos más esperados de la franquicia
Internet explotó desde el momento que se reveló que Dwayne Johnson, la Roca, interpretaría a Black Adam, el antagonista por excelencia de Shazam con su propia película en solitario. Esta semana finalmente llega el momento de ver a uno de los actores mejor cotizados de Hollywood entrando al universo de DC de la mano del director Jaume Collet-Serra (La Huérfana, La casa de cera).
La historia tiene lugar en Kahndaq, una ciudad más antigua que los griegos o egipcios. Antiguamente próspera, esta ciudad ahora está bajo el yugo de una célula criminal, añorando la antigua leyenda de un héroe que buscó la libertad para su pueblo. Entonces, cuando la esperanza parece perdida, el legendario Teth Adam despierta de un sueño de 5,000 años. Amanda Walker sabe que no hay tiempo que perder y manda a la Sociedad de la Justicia tras él antes de que sea demasiado tarde.
La figura de Black Adam ha cambiado a lo largo de los cómics, desde un sanguinario villano hasta volverse un antihéroe que imparte justicia a su propio modo, con épicas batallas contra algunos de los seres más poderosos de DC. Por supuesto que hay altas expectativas sobre esta película.
Si bien ya hemos visto a los villanos de DC como protagonistas (Escuadrón Suicida, Aves de Presa) también es cierto que este es un punto que puede salir extraordinariamente bien o terriblemente mal en las películas de superhéroes, más aún si hablamos de un antihéroe, una figura que no es completamente buena ni mala, para quien el fin justifica los medios. Ciertamente, se nota que hay un equipo detrás (la Roca incluido) que ha buscado hacer un digno retrato de esta peculiar figura de los cómics.
Si bien la Roca es el supremo protagonista, encuentra un contrapeso interesante en Carter Hall (Aldis Hodge) también conocido como el Hombre Halcón. La cinta también nos presenta a Doctor Destino (Pierce Brosnan) una garantía de que habrá momentos surreales y mágicos. Aun siendo notoriamente secundarios, Cyclone (Quintessa Swindell) y Atom Smasher (Noah Centineo) terminan por cerrar esta ecuación de una forma sorprendente.
Quizás esta sea uno de los pocos títulos que no sólo aprovecha lo que ya se ha visto en películas anteriores para presentar un universo cohesivo y estructurado; si no que da por hecho que el mundo que presenta es delirante, estrafalario y por ello no tiene empacho en mostrar los poderes de los personajes en toda su gloria, con total naturalidad. Eso da como resultado peleas alocadas, bien ejecutadas que te mantienen a la expectativa de lo que vendrá a continuación.
La historia que presenta la película resulta interesante, entretenida, con una perspectiva donde no es fácil reconocer la diferencia entre “buenos” o “malos” ni siquiera entre “aliados” y “enemigos” mientras los principios e intereses de los personajes entran en disputa. Dentro de estos claroscuros también veremos un contexto muy apartado de la norteamericana Metrópolis: una Kahndaq manejada por grandes criminales, sumida en la delincuencia donde los grandes héroes son apenas un puñado de historias lejanas.
Sin duda, el DCUE ha aprendido de sus errores, pero también de sus aciertos. A lo largo de la cinta hay ciertas reminiscencias a ediciones y detalles que ya hemos visto antes en el lenguaje cinematográfico de DC, sin llegar a sentirse como una calca, sino todo lo contrario. De forma similar a Shazam, la película está consciente de su género, juega con sus clichés, pero al mismo tiempo deja su propia marca, una que juega con la crudeza, violencia explícita, humor y drama por partes iguales.
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