La historia recupera uno de los terrores más comunes, y también algunos clichés
Stephen King sin duda es uno de los escritores con mayores adaptaciones al cine, esta semana podrás disfrutar de Boogeyman: El terror es real la cual está inspirada en el cuento donde King le da su propio toque a uno de los monstruos más populares: el coco. La película está dirigida por Rob Savage (Host) con el guión de Scott Beck, Bryan Woods y Mark Heyman.
Esta versión nos presenta a las hermanas Harper: Sadie (Sophie Thatcher), su hermana Sawyer (Vivien Lyra Blair) quienes están atravesando un terrible duelo al perder a su madre y ver como su padre, Will (Chris Messina) se aparta y prefiere enfocarse en sus pacientes. Sin embargo, un día aparece un paciente bastante perturbado cuya visita hará que las cosas se compliquen aún más para esta familia.
Uno de los aspectos más llamativos de la película es su ambientación, ya que la mayor parte de la historia ocurre durante la noche o en lugares encerrados, con una fotografía que va más hacia los tonos fríos, que nos instala en el mundo emocional de las protagonistas, que va entre la tristeza, la melancolía, la tensión y el peligro.
También la edición es muy buena, logrando varios momentos de tensión en los que se ve lo justo para sentirse asechado. Por su parte, la música le aporta cierta frescura, sin mencionar que hay algunos detalles que ayudan a que se sienta actual. Así pues, vale la pena subrayar que la cinta tiene un cambio drástico con respecto al libro, ya que su foco será principalmente Sadie y las dificultades para superar la pérdida de su madre y en segundo lugar Sawyer, con su miedo a la oscuridad.
Así pues, la película se siente más como una historia de terror con drama adolescente donde apunta a temas como el bullying y la amistad, recordando por momentos a Eso, pero sin ahondar demasiado en ello. Lamentablemente, tiene varios de los clichés de este tipo de películas, por lo que en momentos llega a sentirse predecible o sin una esencia en particular que la haga destacar; aunque vale decir que sabe aprovechar bastante bien uno de los clichés más usados en demasiadas películas de adolescentes.
También considero que la película tiene algunos problemas de ritmo, ya que sobre todo al comienzo se siente lenta, va abordando aspectos que más adelante tendrán cierta utilidad para mantener la tensión en la trama, pero que después de ello no se vuelven a tocar o se abordan superficialmente y hacia el final ocurre todo lo contrario, con un clímax que corre a gran velocidad, lo que en momentos hace que las decisiones de los personajes se sientan más bien forzadas.
Dicho esto, Sophie Thatcher sabe llevar muy bien el peso de la película y logra momentos bastante emotivos. Así pues, los fanáticos de King probablemente no queden satisfechos con la película. Pero, si estás desconectado del material original y quieres algo que te saque más de un susto, esta película podría interesarte.
