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Contra Todos: la ópera prima de Moritz Mohr desborda acción y locura

Bill Skarsgård en Contra Todos demuestra todo su potencial como hombre de acción con este protagónico.


Contra Todos

Esta semana se estrena Contra Todos (Boy Kills World) una película de acción distópica con la que Moritz Mohr debuta como director, sin mencionar su participación en la historia y guión junto a Tyler Burton Smith y Arend Remmers. Además, cuenta con Bill Skarsgård como el protagónico en un papel diferente a Eso que lo puso en el reflector y con retos distintos a sus acercamientos a la acción como fue John Wick: Capítulo 4. El joven comparte pantalla con Yayan Ruhian, veterano del género en cintas como Star Wars: Episodio VII, John Wick: Capítulo 3, entre otras.


La cinta nos muestra a un huérfano sordomudo (Bill Skarsgård) que es rescatado apenas con vida por un misterioso chaman (Yayan Ruhian) para encausar la ira por perder a su familia por decreto de Hilda Van Der Koy (Famke Janssen) dictadora desquiciada y convertir al muchacho en un arma mortal con un único objetivo: acabar con Van Der Koy y toda su transtornada familia: el matrimonio de Glen (Sharlto Copley) y Melanie (Michelle Dockery), su hermano Gideon (Brett Gelman) y la brutal June27 (Jessica Rothe).


El arco de la venganza ha sido abordado en más de una cinta, creando historias de culto pero también con el riesgo de caer en los clichés de estas historias. Por ello, las decisiones que toma Mohr son interesantes, ya que decide tomar la perspectiva de un niño que ha sido arrancado del mundo a temprana edad para darnos un narrador (con la poderosa voz de H. Jon Benjamin) traumatizado al punto de que no sabe qué es real y que no, cuáles son sus recuerdos y qué es una vil fantasía, lo que aprovecha Mohr al 100% para mostrar una historia totalmente disparatada donde nada es sagrado y todo puede cambiar en un instante.


La construcción del mundo choca entre lo llamativo y lo demasiado visto, con guiños al mundo de los videojuegos y la serie B, por lo que el arranque puede parecer lento, casi agónico para aquellos que no son entusiastas de este tipo de historias, aunque sin duda va creciendo sobre estas bases para ofrecer el delirante viaje del protagonista cuando llega el momento adecuado. En cierta medida, este mundo es conocido porque nos recuerda muchos arquetipos, pero te deja queriendo saber más de los personajes, pues más de uno queda como un recuerdo fugaz entre la lluvia de balas y puñetazos.


La sangre y la brutalidad están a la orden del día, donde Bill Skarsgård se luce tanto por sus escenas de pelea como las distintas facetas de su personaje, aunque sin duda también reluce Jessica Rothe (Feliz Día de tu Muerte) que aquí tiene la oportunidad de dejar de lado el rol de scream queen para mostrar sus habilidades de pelea con un personaje tan fascinante como enigmático. Sin duda las escenas de este par llevan la mayor fuerza de la película.


La película tiene tonos de comedia, no le preocupa ser hilarante en momentos inesperados o incluso darles la vuelta a situaciones cargadas de adrenalina, lo cual le da un aire distintivo, pese a lo poco que sabemos de su mundo, se vuelve fácilmente memorable. En contraste, en más de una ocasión la trama favorece al protagonista de formas casi forzadas que apenas logran justificarse, sin mencionar algunos agujeros que dejan varias dudas al final de la cinta.


Pese a ello, es una película disfrutable para los fanáticos de este tipo de género con varias sorpresas y un manejo increíble de un narrador del que no podemos confiar del todo. Su balance entre locura, humor y acción es interesante y sin duda dan ganas de ver más de Skarsgård en este género.


Andrea Rodriguez

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