Krypto el superperro lidera una aventura para todo el público con varias enseñanzas en el camino
Las películas de superhéroes han sido una constante en taquilla desde hace una década y mientras el UCM tiene dificultades para saltar a clasificaciones más altas; DC se ha distinguido por filmes más adultos, llegando a ser sombríos o rayando lo desolador como es el caso del reciente The Batman. Pero este fin de semana se estrena una película dedicada a los niños: DC Liga de Supermascotas.
La historia sigue a Krypto, el fiel amigo canino de Superman que ha estado con él desde pequeño. El supercan (como muchas mascotas) es posesivo con su amo y le cuesta trabajo socializar con los perros terrestres. Pero su mundo se vendrá abajo cuando Clark le proponga matrimonio a Louise Laine. Por si fuera poco, un nuevo supervillano se alza contra la Liga de la Justicia, por lo que Krypto deberá de acudir a un grupo dispar de mascotas de refugio para salvar el día.
Esta película tiene una combinación excepcional: por una parte, cualquier petlover la amará por la forma en la que hace énfasis en la relación humano-animal a lo largo de toda la cinta. Las preocupaciones de Krypto son problemas genuinos que han experimentado las mascotas cuando vienen grandes cambios en la vida de sus dueños. Las intenciones de los demás animales también nos muestran una perspectiva animal.
En esta cinta conoceremos a Ace el perro, la cerdita PB, Merton la tortuga y Chip, la ardilla. Ellos nos muestran la triste realidad de muchas mascotas en albergues y refugios, donde por lo general se adoptan cachorros y mininos por ser pequeños y tiernos, pero los animales más grandes tienen problemas para ser considerados, llegando a vivir toda su vida en estos lugares.
Por otro lado, este filme no nos muestra a la Liga de la Justicia convencional en un formato family friendly ni se inclina por crear personajes “copia” de los grandes héroes que funcionen como una réplica de lo que ellos harían. Las Supermascotas son originales, con su propia personalidad, poderes y debilidades, lo que le da cierta frescura a la cinta y una decisión que se agradece enormemente.
Si bien la narrativa puede llegar a ser predecible para quienes ya están más que empapados en las películas de superhéroes (especialmente las historias de origen que tienden a utilizar el esquema del Viaje del Héroe) también tiene sus momentos divertidos, escenas de acción que sacan partido de las dificultades de los nuevos héroes para controlar sus poderes y varios easter eggs y detalles que los fanáticos de hueso colorado disfrutarán.
Aunque me he quedado con las ganas de escuchar a Keanu Reeves interpretar a Batman, vale mencionar que el trabajo de doblaje encabezado por Alfonso Herrera acompañado de Alex Montiel, Mónica Huarte, Verónica Toussaint y Michelle Rodríguez suena bastante orgánico y exacto, un doblaje amable con los niños que deja satisfechos a los adultos quisquillosos.
La animación, por su parte, es algo peculiar: desde el diseño de personajes nos deja muy claro que esta es una cinta donde la comedia y la acción van a ser el foco, con un estilo caricaturesco que no busca estilizar a los héroes clásicos, sino hacerlos mucho más expresivos a lo que estamos acostumbrados en las historias animadas de la liga. Lo mismo ocurre con los animales, quienes guardan un buen balance entre sus proporciones y sus capacidades.
Así pues la película dirigida por Jared Stern y Sam Levine tiene la benevolencia de hacer una historia que puede disfrutar (literalmente) toda la familia: desde los padres (o tíos) fanáticos de DC, hasta los niños que apenas se están adentrando en todo este lore. La historia maneja diversos mensajes en diferentes niveles sin caer en lo aleccionador y hay impulso a favor de las adopciones que resulta bastante reconfortante por la manera natural en que se maneja, sin necesidad de sentimentalismos. Por último, la recomendación es esperar a que avancen un poco los créditos para cerrar por completo este interesante arco.
