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El principio del final: se estrena mundialmente Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba Castillo Infinito

  • Foto del escritor: DroideTV
    DroideTV
  • hace 19 horas
  • 3 Min. de lectura

Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba Castillo Infinito forma parte de la trilogía que cerrará la historia de Koyoharu Gotouge.


Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba Castillo Infinito
Derechos reservados: ©Koyoharu Gotoge / SHUEISHA, Aniplex, ufotable

Este jueves 11 de septiembre llega a cines Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba Castillo Infinito, la primera parte de la trilogía de películas con las que Kimetsu no Yaiba finalizará su adaptación al anime, el cual se ha convertido en todo un fenómeno en la animación moderna. Haruo Sotozaki dirige este filme que sigue la historia original de Koyoharu Gotouge.


El filme se ubica justo después de que Muzan Kibutsuji irrumpiera en la mansión Ubuyashiki y capturara a Cuerpo de Cazadores de Demonios dentro de una fortaleza que se modifica caprichosamente, creando miles de pisos y corredores donde la gravedad actúa de formas misteriosas. En este lugar Tanjiro, Zenitsu, Inosuke los Pilares y el resto de los Cazadores de Demonios no sólo tendrán que hacer frente a un ejército, también a las Lunas Demoníacas restantes, todo para encontrar a Muzan en medio de tal laberinto y detenerlo antes de que sea demasiado tarde.


En primer lugar, vale la pena destacar la animación de ufotable con Akira Mtsushima a la cabeza como jefe de animación y diseñador de personajes, se nota el empeño del estudio por brindarle a los fanáticos una experiencia que se puede disfrutar en cines entre los colores vibrantes, las batallas fluidas y varios momentos emotivos donde la composición de la escena juega un papel fundamental para llevarnos por una montaña rusa de emociones.


Otro de los puntos vitales para generar la ambientación y llevar a la audiencia por distintos matices emocionales es la música de Yuki Kajiura y Go Shiina, la cual juega con distintos instrumentos, mezclas y motivos para acompañar la acción, donde más de una escena alcanza todo su potencial gracias a los distintos arreglos musicales a lo largo de la cinta.


Narrativamente hablando, al concebirse directamente como una cinta, la acción es bastante fluida y desenvuelta, durante la primera mitad, el ritmo es ágil y en constante movimiento. La segunda parte desacelera un poco y se toma su tiempo para mostrarnos el trasfondo de los hechos en el presente, lo cual llega a ser comprensible a fin de brindarle el lugar que merece a uno de sus personajes más reconocidos. No obstante, también provoca cierta ruptura en entre el estilo entre ambas partes.


En este punto de la historia, las peleas no sólo son físicamente desafiantes para los protagonistas, también son bastante personales, enfrentándolos con momentos claves de sus vidas que los han definido. Por ello, puedes apostar que hay varios momentos emotivos que llegarán al corazón de los fanáticos que están al corriente con la historia, aunque también algunos serán trágicos, pues en una guerra de estas magnitudes las probabilidades de que haya pérdidas en ambos bandos aumenta exponencialmente.



La cinta dura alrededor de 2 horas y 35 minutos, pero ciertamente sabe jugar con la adrenalina de sus batallas y la tensión en los giros de la historia para que estés al pendiente de cada detalle, por lo que resulta bastante inmersivo, probablemente más de una persona llegue al final deseando ver más.


Nuevamente, se nota el esmero del equipo creativo para crear una experiencia que fuera coherente con el anime, pero pudiera disfrutarse como largometraje y definitivamente los fanáticos quedarán complacidos con el resultado. El final de Demon Slayer apunta para convertirse en un fenómeno, no sólo para el anime, sino también en sus estrategias de distribución, no obstante, será el público quien tenga la última palabra.

Andrea Rodriguez

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