Los últimos héroes cuenta aquella historia, inaudita y delirante del Escuadrón 201, con el doble de páginas de la primera edición e incorpora nuevas fotografías e información extra, fuentes inéditas, reportes desclasificados, los recuerdos de los pilotos y otros testimonios.
Gustavo Vázquez Lozano presenta Los Ultimos Héroes, una nueva edición sobre su libro acerca del Escuadron 201, quienes vivieron una historia digna de Hollywood durante las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, tras ser recibidos triunfalmente en la Ciudad de México, fueron olvidados y sus nombres eliminados por la clase oficial: la era de los militares había pasado y no convenía recordar a estos héroes tan recientes. Las nuevas generaciones apenas han oído hablar de su hazaña. Su triunfo fue enorme: no radicó en las tropas enemigas que pusieron fuera de combate, sino en permitir que México quedara dentro del grupo de los ganadores, con el respeto de las potencias vencedoras y un boleto a la modernidad: voz y voto en las negociaciones del mundo de la posguerra. Platicamos con el autor sobre los detalles:
¿Qué te inspiró a escribir sobre el Escuadron 201?
Uno de mis objetivos como autor ha sido destacar historias pasadas por alto, que son menos conocidas y que además tienen gran importancia histórica, dado que la historia de México es muy vasta, es muy compleja, nos ofrece muchas narrativas que están inexploradas. Al investigar este tipo de temas busco agregar dimensión, matices a nuestra comprensión del pasado, así lo hice por ejemplo con el libro de la Emperatriz Carlota en un periodo de su vida olvidado, con la biografía de Victoriano Huerta que es una persona que era un tabú hablar de él y en cuanto al Escuadrón 201, que es una historia de la que me siento especialmente cercano, yo traté de descubrir una joya oculta en la historia de México, ofrecer una perspectiva novedosa con curiosidad.
Me parece una joya escondida dado que el Escuadrón 201 es la única unidad del ejército que alguna vez ha salido de las fronteras a pelear, nunca antes México ha puesto un soldado fuera de las fronteras. Esta nueva edición viene siendo una continuación de la primera la primera que fue con Libros de México, esta nueva edición dado el interés que despertó la anterior en Debate (de Penguin Random House) tiene el doble de páginas, el doble de palabras, e incorpora una separata fotográfica con una exposición muy interesante que yo encontré en 2013 en San Antonio Texas que fue organizada por la Universidad de Texas y qué fue lo que dio precisamente inspiración para escribir este libro.
¿Cómo fue el proceso de darle forma a la información y material recabado?
Hubo una gran dificultad en armar un libro completo porque en México los historiadores lo descuidaron, era un tema que no interesó, yo lo atribuyo por una parte el desinterés que siempre ha habido en México por las cuestiones extranjeras, la relación del mundo con nuestro país y por otro lado el desinterés que hay por la actividad en México en otros países más allá de nuestras fronteras, es nula, nunca se ha estudiado o se ha estudiado muy poco la influencia de México en el extranjero.
Este desinterés hace que haya muy pocas fuentes en nuestro país, en realidad donde yo encontré más interés y fuentes, fotografías eran el extranjero, específicamente en Estados Unidos donde se aprecia mucho el esfuerzo del Escuadrón 201 por muy modesto que fue y en términos militares no significó gran cosa pero simbólicamente fue un gesto donde México mostró solidaridad en este caso con el bando aliado. En Estados Unidos yo sí encontré mucho material que la verdad me extraña mucho que no se haya aprovechado, yo decidí hacerlo, hablo específicamente de los archivos de la Universidad de Texas, es un programa que ellos tienen que se llama Voices de historia oral y aquí encontré yo entrevistas muy extensas con los miembros del Escuadrón 201 y fueron una base primordial para este libro.
¿Cómo fue escuchar las vivencias de aquellos que estuvieron involucrados de manera más cercana a estos héroes?
Yo disfruté mucho el poder hablar con varios de ellos, no pilotos porque los pilotos fallecieron prácticamente todos hace ya 20 o 30 años, con pocas excepciones Carlos Garduño estaba vivo hasta hace poco. Yo hablé con parte de los 300 que fueron personal de tierra, mecánicos, dibujantes, técnicos, soldados de tierra, sí me tocó hablar con varios de ellos, varios técnicos, obviamente ya muy viejitos pero a mí me dio mucho gusto hablar con historia viva, tener frente a mí o en una reunión de zoom a una persona que estuvo en la Segunda Guerra Mundial era una sensación arrolladora, la verdad abrumadora. También hablé con muchos de sus hijos o nietos que empezaron espontáneamente, cuando supieron de la primera edición, a compartirme fotos, cartas, recuerdos y todo eso constituyó sobre todo la segunda parte del libro que ya son vivencias personales de cada uno de ellos.
Entre esas vivencias que escuchaste ¿hubo algo que te haya quedado muy grabado?
Me gustó mucho cuando uno de los hijos de los pilotos me contó cuándo fue que relegaron al Escuadrón 201 al olvido; estaba la campaña de Miguel Alemán para Presidente y traían al Escuadrón 201 a todos los actos de campaña para lucir al candidato oficial, en ese entonces estaban en un evento en Veracruz junto al mar y el candidato Miguel Alemán los presenta, les dice que volará sobre sus cabezas y ellos un poco por malicia, un poco por lucirse, un poco por fastidio de estar siendo utilizados para apoyar al candidato, se lanzan en picada sobre la gente. Ellos eran expertos en vuelos en picada, provocan el pánico porque la gente piensa que se van a estrellar ahí, corren, unos acaban entre las olas, otros acaban abajo de los coches.
A partir de ese momento al Escuadrón 201 lo mandaron hasta Cozumel, lo relegaron al olvido, esa anécdota me llamó mucho la atención y también cuando estuvieron en entrenamiento en Estados Unidos, primero no los querían allá, no los querían ni atender por ser mexicanos, en los restaurantes, en las tiendas, pero luego dado que tenían que aprender inglés entre la misma oficialidad del ejército dijeron: hay que traerles a estos diccionarios con falda y empezaron a organizar bailes con muchachas norteamericanos y ahí surgieron varios matrimonios.
¿Cómo ha sido la respuesta de los lectores?
Hay muchos personas que se han acercado, nietos, hijos de familiares, agradeciendo que les haya finalmente reconocido, porque llegó el momento en el que ni siquiera se les permitió desfilar el 16 de septiembre a los veteranos del Escuadrón 201, eran tan ignorados. Otros dicen: es que ahí no está mi abuelo mencionado y eso se da mucho que en las familias hay también esta especie de mito de que un abuelo o un ancestro estuvo en el Escuadrón, entonces ven la lista y muchos se han molestado porque no está el nombre de algún familiar, pero en general han sido reacciones muy positivas de mucho agradecimiento, de mucha emoción.
¿Te gustaría compartir un comentario final?
Espero que encuentren en este libro una historia interesante, una nueva perspectiva sobre nuestro país, sobre la política exterior y las grandes posibilidades que ha tenido y tiene México de ser una fuerza positiva en el mundo.
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