Exorcismo El Ritual: Al Pacino toma los hábitos en una nueva entrega de historias inspiradas en hechos reales

Al Pacino se convierte en un sacerdote exorcista en Exorcismo El Ritual que llega esta semana a la cartelera nacional

Dos sacerdotes, uno cuestionando su fe y otro enfrentando un pasado problemático, deben dejar de lado sus diferencias para realizar un exorcismo que cambiará lo que perciben como realidad, Exorcismo El Ritual está inspirada en el supuesto caso real más perturbador de posesión demoníaca en la historia y es protagonizada por Al Pacino y Dan Stevens.

Al Pacino siempre será una figura que destaque en aquellas producciones en las que participe, no hay duda de ello, en este caso es más evidente que su trabajo es lo único que mantiene a flote una película que utiliza todos los clichés del género, pero no para darles un giro o sello distintivo sino para intentar asustar sin éxito.

Los personajes apenas tienen dimensión, como en la película de exorcismos más popular y aclamada, vemos a dos sacerdotes, uno de ellos con crisis de fe, pero más alla de su trabajo con la poseída, no se abordan elementos que les den más profundidad y por ello empaticemos. Los personajes alrededor están apenas trazados por lo que se siente ser testigos de un evento que debería ser impactante pero no hay fuerza que siquiera provoca la menor reacción.

Las tomas parece que buscan distraernos de efectos especiales y un presupuesto modesto, lo cual no sería un problema si esos elementos se utilizaran con creatividad, sin embargo lo unico que logran son tomas confusas donde incluso los momentos del exorcismo que deberían tener efecto aterrador o por lo menos mantener la atención en el espectador se pierden.

El ritmo es otro de los problemas, al dar vueltas en los mismos clichés y no ir más allá de lo que ya se ha presentado en películas que le han precedido, sin identidad propia, llegando a la mitad de la película la trama se arrastra y da la sensación de que el tiempo pasa más lento, los momentos de emoción son nulos y ni siquiera los intentos por provocar saltos de susto tienen efecto.

El final resulta anticlimatico pero eso en algun punto se vuelve predecible. Es un ejemplo donde el talento histriónico está presente pero no es utilizado de manera eficaz, se desaprovecha por completo.