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F. G. Haghenbeck platica sobre "Sangre helada"


Es 1943 y como una consecuencia de la Segunda Guerra Mundial se han confinado en México a migrantes alemanes en la Fortaleza de San Carlos. Se les acusa de espías y no se les dejará salir sino hasta terminado el conflicto bélico. Este hecho real se entreteje en una historia donde los personajes ahí recluidos y los pobladores de Perote, Veracruz han de unir fuerzas para evitar el despertar de un dios mexica.


Muy cerca de la zona, una mujer llamada Marina descubre dos altares de sacrificio en un basamento piramidal, se trata de un lugar donde ofrendaban vírgenes al dios desmembrado Xipe Tótec. Es un dios prehispánico, un gigante desollado, considerado la parte masculina del universo, la deidad que no muere, solo tira la piel y echa a dormir, esperando renacer y causar el mal.


El destino de los alemanes en la fortaleza está en peligro y el de los pobladores de Perote también. Con esta novela F.G. Haghenbeck regresa al género del horror, donde no se sabe si lo más terrible es la parte fantástica o la histórica. En esta ocasión nos platicó de su más reciente novela en entrevista.


¿Cómo fue la concepción de esta obra?

El hecho histórico que comienza todo es el campo de inmigrantes que hubo de 1943 a 1945, es un tema que siempre me ha fascinado, que incluso lo había abordado en otra novela hace más de 10 años. Seguí leyendo sobre ello, las cartas de las personas que estaban ahí adentro, que eran familias, entre 350 y 500, de todo tipo, que estaban encerrados. Pensaba ¿qué hubiera pasado si en ese lugar y en ese momento hubiese sucedido una nevada y que hubiera alguien que los estuviera cazando y matando? Creo que era un escenario ideal para una historia de terror y también servía de metáfora por qué México tenía miedo al extranjero, por eso los pusieron en estos campos, por miedo a que hicieran algo cuando ya llevaban más de 100 años viviendo aquí en México. El que los está matando en la historia es el dios prehispánico Xipe Tótec, parte de nuestra cultura, que es como una metáfora, que a veces le tenemos miedo al extranjero y más si lo tenemos adentro. Y ciertamente el tema de la migración alemana no está tan leído de la literatura en México, pero no solamente eso sino la migración en general. Se nos olvida que de pronto México lo venden como algo uniforme y estamos llenos de migrantes, la migración japonesa que fue muy importante, la coreana en Monterrey, la libanesa, la italiana. Es interesante encontrar que hay muchos tipos de México y también muchos tipos de personas viviendo aquí.


Las deidades también es otro tema recurrente en sus obras.

Yo creo que el concepto de dioses caminando en la tierra es algo que traigo muy metido, es también otra de mis obsesiones, y es gracioso porque soy ateo, pero toda mi educación sentimental como educativa nació con una familia muy religiosa. Ese tema me parece Interesante pero también es una metáfora. También encontré una gran cantidad de escritos sobre gigantes en Puebla, Tlaxcala, Cholula. Todos los conquistadores y los sacerdotes de la conquista hablan de gigantes y eso me pareció muy interesante. Después nos dimos cuenta que eran huesos de mamut pero se me hace una mitología muy bonita, y la relación que hay entre el panteón prehispánico con el panteón de Lovecraft, este concepto de los dioses amorales que viven en otro plan y que incluso necesitan sangre para vivir. Había sacrificios horribles, por eso fue que escogí a este dios, porque el sacrificio para él era horrible, eran muchachos que los mataban, les quitaban la piel y se la comían sus devotos. Hago esta referencia porque la novela creo que es bastante lovecraftiana, creo que tiene mucho Lovecraft. Y aparece este personaje, Marina Guerra que está muy basado en una serie de grandes arqueólogas y educadores que hubo en 1943 que son muy importantes para la educación y para la antropología en México.


¿Qué parte del proceso creativo disfruta más?

Creo que todas las etapas me gustan. Aunque si hay una parte que sí me gusta mucho es la investigación. Pero, por ejemplo hice una sobre la visita de Walt Disney a México, esa investigación no la hice para un libro, la hice hace tres años creo. Fue para una exposición en la cual fungí como curador, que se llamó "Walt Disney en México", en la Cineteca Nacional junto con Walt Disney Company cuando iban a presentar "Coco". Esa investigación no se había hecho, prácticamente estuvo dos semanas en México, incluso hay fotografías, entrevistas, qué hizo, qué comió, con quien estuvo y fue muy divertida. Hablamos mucho sobre el Oscar, sobre los nazis sobre cómo estuvo contra de eso, hizo películas al respecto, fue muy bonito.


¿Qué virtudes tiene el género de terror?

Creo que hoy en día hay un boom de historias de terror en Latinoaméricab y creo que sirve hoy en día para poder hablar de otras cosas socialesb de horrores sociales. En mi caso traté de hablar de la discriminación que hubo en esa época hacia los extranjeros, porque por ejemplo, estoy pensando en la persecución china a principios de siglo y la de Centroamericanos. Siempre ha habido este racismo en México, que lo negamos. Además yo creo que ahorita el género de terror sirve para hablar de otras cosas sobre otros defectos humanos por llamarlo de alguna manera.


¿Qué disfruta de escribir terror?

Me gusta analizar las debilidades psicológicas del humano, porque no se trata del monstruo sino del miedo que tenemos, y eso sirve mucho para analizarte a ti mismo, sobre a qué le tenemos miedo, a perderte, a ser olvidado, a ser consumido a la pérdida de la unidad, a la pérdida de ser parte de esta sociedad. Eso sirve mucho para cuestionarme cosas y analizarlas, también para los lectores y que sirva de reflexión.




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