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Medidas sencillas para evitar el sarro y mal aliento en mascotas

Una rutina que incluya la limpieza dental y una óptima nutrición mantendrá sus dientes sanos.

Foto: gpointstudio

El mal aliento en un perro o un gato no es algo normal; si bien puede deberse a las bacterias que se alojan en sus dientes después de comer, permitir que éstas permanezcan en la boca de tu mascota sin ningún otro cuidado puede propiciar la formación de sarro y otras enfermedades dentales y de las encías. Los especialistas involucrados en el Primer Consenso para Promover la Nutrición y la Salud de las Mascotas en México del grupo Amascota de CONAFAB comparten algunas acciones sencillas para evitar estas enfermedades.


Revisión periódica

Toma algunos minutos para observar que la boca de tu mascota no presente alguna anomalía como inflamación o enrojecimiento de las encías, mucho sarro acumulado o mal olor. Estos signos pueden indicar un problema odontológico que el veterinario deberá de analizar.


Cepillado constante

Es recomendable lavar la dentadura de tu mascota diariamente o al menos tres veces por semana. Puedes comenzar usando simplemente una gasa y conforme se acostumbre utilizar una pasta especial para mascotas (considera que la pasta para humanos es altamente tóxica en animales). Encontrarás kits dentales en veterinarias y tiendas de mascotas. Recuerda premiar su buen comportamiento con una caricia o similar para que asocie este hábito con algo positivo.


Limpieza con un especialista

Recuerda llevar a tu mascota una vez al año con el veterinario para realizar una limpieza bucal profunda, así como una revisión exhaustiva para descartar cualquier anomalía.


Óptima nutrición

Las croquetas también pueden ser un aliado contra los padecimientos bucodentales ya que el efecto abrasivo que tienen contra las piezas dentales previene la formación de sarro. Asimismo, algunas cuentan con ingredientes que fijan el calcio evitando la formación de sarro.


Obsérvalo al comer

También es importante estar al pendiente del correcto funcionamiento de su dentadura; si notas que le cuesta trabajo masticar, deja caer la comida o sólo come con un lado, puede que una bacteria esté afectando su salud bucal y le resulte doloroso comer. En este punto, además de revisar su boca, es recomendable que lo trate un veterinario.

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