Megan 2.0, su director Gerard Johnstone platica los detalles detrás de la esperada secuela
- DroideTV
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La muñeca asesina que fascinó a la cultura pop en 2023 está de regreso en Megan 2.0 y esta vez, no está sola.

En Megan 2.0, dos años después que M3gan, una maravilla de la inteligencia artificial (IA) se rebeló y se embarcó en una ola de asesinatos (impecablemente coreografiados) y posteriormente fue destruida, Gemma, la creadora de M3gan se ha convertido en una escritora de renombre y defensora de la supervisión gubernamental de la IA. Mientras tanto, Cady, la sobrina de Gemma, quien ahora tiene 14 años, es toda una adolescente que se rebela contra las reglas sobreprotectoras de Gemma.
Para M3GAN 2.0, su director Gerard Johnstone quería abordar al personaje y la narrativa desde una perspectiva fresca. “No quería repetirme y contar la misma historia con ligeras variaciones que no se sintieran adecuadas para M3gan —especialmente después del inesperado momento cultural en el que se convirtió la primera película”, expresa Johnstone.
“Cuando hicimos la original, reflejaba una época en la que me preocupaba profundamente cómo la tecnología, especialmente dispositivos como iPads y los teléfonos inteligentes estaba transformando la crianza de los hijos. Pero cuando empezamos a pensar en la secuela ya existía Chat GPT, y la conversación alrededor de la IA había cambiado. De repente, no se trataba de si la IA se convertiría en parte de nuestras vidas —ya lo era. Eso fue lo que inspiró la nueva película: la idea de que M3gan no va a desaparecer, entonces, ¿qué significa vivir con ella? ¿Es completamente mala, o su comportamiento se debe a cómo fue educada —a cómo la entrenó Gemma? Y de haber sido guiada diferente, podría haber aprendido la diferencia entre lo bueno y lo malo? Esas son las preguntas que estamos explorando ahora”.
La otra pregunta crucial involucra cómo podría reaccionar el mundo a una M3gan real y cómo su tecnología podría utilizarse para otros fines distintos a los de convertirse en la mejor amiga y protectora de infantes. “La primera película fue una historia corta acerca
del mundo de los juguetes, pero si la tecnología para M3gan realmente existiera, sería lógico que otras industrias se interesaran por ella y quisieran tenerla”, afirma Johnstone.

“En la primera película había una pequeño trama en el que el personaje de Kurt, el asistente del director general de la empresa de juguetes, le había robado secretos a Gemma y estaba cometiendo una especie de espionaje industrial. En esta película, se volvió una oportunidad preguntarnos: ¿Qué habría pasado si alguien realmente consiguiera los planos y el software de M3gan? Eso nos llevó al mundo del complejo militar-industrial y a cómo la IA se está incorporando en la guerra. Ya existe preocupación por los soldados robots y la IA que participan en conflictos globales, por lo que tenía sentido que hubiera una M3gan —o algo parecido— en ese ámbito. Y eso nos proporcionó un adversario realmente digno para ella”.
Y llega Amelia, la máxima arma militar de IA. “De muchas maneras, Amelia es M3gan 2.0 —ella es M3gan reconstruida con hardware militar, y su único propósito es la venganza”, explica Johnstone.
“A pesar de todos los defectos de M3gan, ella al menos fue diseñada para proteger a Cady, la sobrina de Gemma. Pero Amelia parece haber sido reprogramada, y una vez que toma conciencia de sí misma y se rebela, lo único que siente es animadversión hacia quienes la crearon, la torturaron y la trataron como a una esclava".
Esto plantea una pregunta fascinante: si construimos robots para que nos sirvan y estos adquieren conciencia de sí mismos, ¿qué sentirán hacia nosotros?”. Nada muy bueno, por lo que parece, dice el productor James Wan. “Si M3gan representa, por lo menos en esta película, la idea de una IA potencialmente positiva, entonces Amelia es el lado oscuro de eso —algo construido para hacer daño, con el potencial de ser profundamente disruptivo para la humanidad”, señala Wan. “Claro que el gobierno o quienquiera que la haya creado puede creer que puede controlarla. ¿Pero qué pasa si ella adquiere conciencia? ¿Qué pasará cuando ella decida: ‘Yo no quiero estar controlada por el código de la humanidad —quiero ser alguien más grande?’. Ese es el verdadero temor con la IA. Sigue avanzando, y en cierto punto, puede que se dé cuenta de que la forma más rápida de evolucionar es eliminar la principal amenaza. Y esa amenaza son los humanos”.
Esa es justo la esencia de lo que hace que M3gan y el potencial de la IA sean tan emocionantes y aterradores al mismo tiempo. “Hay una hipótesis conocida como ‘la Teoría del clip de papel’ del filósofo Nick Bostrom”, comenta Johnstone, “y la idea básica es que si tú programas una IA superinteligente para que haga clips de papel, destruirá al mundo para lograrlo”.

“Las infinitas incógnitas sobre la IA crea un campo fértil para el relato cinematográfico”, dice Wan. “No ha habido una explosión tecnológica más rápida que la que hemos visto con la IA”, señala Wan. “Ya no se trata de décadas; está sucediendo en unos cuantos meses. La rapidez del cambio es increíble y ya está transformando nuestra vida cotidiana. Yo trato de no sentirme demasiado asustado por ella, porque hay un verdadera potencial para el bien. Pero como nos ha enseñado el horror de ciencia ficción en varias ocasiones, las historias acerca del levantamiento de las máquinas no suelen terminar bien. Esa tensión es parte de lo que hace que este territorio sea tan atractivo de ser explorado en el cine”.
Para M3GAN 2.0, los realizadores sabían que tenían que llevar todo lo de la primera película al siguiente nivel. “La ambición en esta película era enorme y por fortuna, Blumhouse y Atomic Monster apoyaron el proyecto desde el principio”, relata Johnstone. “No se trataba de hacer una secuela genérica sino de ir más allá, ser más audaz y darle un nuevo giro al género”.