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Nueva Ola Francesa: Linklater revive el desafío de la primera cinta de Godard

  • Foto del escritor: DroideTV
    DroideTV
  • hace 2 días
  • 3 Min. de lectura

Nueva Ola Francesa nos lleva al detrás de cámaras del proyecto que cambió el cine francés


Nueva Ola Francesa

La historia del cine tiene distintos episodios que exploraron el medio, desafiaron las reglas y buscaron una nueva forma de contar historias. Sin duda, una cinta ubicada en Parías de 1959 llena de jóvenes talentos dirigida por alguien como Richard Linklater (Antes del Atardeder, Despertando a la Vida, Boyhood) suena bastante prometedor. Así, el pasado fin de semana, se estrenó Nueva Ola Francesa.


Esta historia, que cuenta con el guión de Holly Gent, Vicent Palmo Jr y Michèle Pétin, nos muestra a un joven Jean-Luc Godard (Guillaume Markbeck) ganándose la vida como crítico de cine, frustrado por quedarse detrás de sus compañeros cineastas. Entonces, toma la oportunidad de hacer su primera película (Sin Aliento) protagonizada por su amigo Jean-Paul Belmondo (Aubry Dullin) y la estrella Jean Seberg (Zoey Deutch). Godard tiene veinte días para crear su obra y convencer a sus productores de que no han hecho una mala inversión mientras observan los métodos poco convencionales del director.


La cinta también cuenta con las actuaciones de Bruno Dreyfürst, Benjamin Clery, Jodie Ruth-Forest, Jade Phan-Gia, entre muchos otros que se esmeraron en reconstruir esta etapa del cine. Markbeck logra una interpretación que por un lado trata de recordar la esencia del director, pero también que nos identifiquemos con él y su propósito: un rebelde que es fiel a sí mismo incluso cuando nadie más lo entiende. Aquí se suma la dinámica con Deutch, donde la actriz hace de voz de la razón, dejando claro su desencanto. La triada se completa con Belmondo como mediador, pero también esa coestrella cuya química es tangible, casi peligrosa.


En general, las actuaciones son divertidas y cautivadoras, tratando de mantener la esencia de la época y sus personajes. Hay pequeños cameos a diestra y siniestra de grandes figuras del cine que seguro los cinéfilos disfrutarán. Sumado a esto, el guion nos entrega distintas lecciones sobre lo que significa hacer cine y la visión de distintos personajes en contextos que se sienten naturales, casi espontáneos. Seguramente te quedarás con más de un diálogo en la cabeza.



La parte técnica también se arriesga con un blanco y negro a cargo de David Chambille, el cual nos ambienta en la estética de las cintas de esa época, incluso podemos ver algunos efectos típicos de los rollos que se utilizaban en aquel entonces. Adicionalmente, hay varias escenas que referencian el trabajo de Godard y otras fotografías icónicas del momento. En general, hay un cuidado en los detalles para sumergirnos en una experiencia y una propuesta que recupera estos años del cine.


La propuesta sabe muy bien donde arrancar y cortar, por lo mismo su ritmo se siente adecuado, calmo en momentos, pero bien aprovechado para mostrar tanto el estilo del cineasta como algunos momentos importantes de la producción, e incluso se toma su tiempo para mostrarnos algunos de los grandes nombres que tomarían aún más relevancia con los años. Así, resume los 20 días de grabación en 1 hora 46 minutos de una hazaña divertida con momentos que llegan a lo cómico sin dejar de lado el peso cultural del momento.


Definitivamente se trata de una producción que es una carta de amor al cine y cuya principal audiencia serán los cinéfilos y estudiantes de cine, pero ello no significa que el público general no pueda disfrutar de la cinta. Incluso sin el contexto histórico, la cinta maneja muy bien su historia, su ritmo y la presión de la premisa para que te mantengas expectante de lo que sucederá, incluso sabiéndolo de antemano. Los actores logran personajes carismáticos con sus propios contrapesos, de tal manera que la historia se sostiene bien sobre sus tres protagonistas.


En general una propuesta en la que Linklater homenajea este momento del cine, pero también aprovecha para hacer sus propias exploraciones y utilizar algunos de sus puntos fuertes como los diálogos, el manejo del tiempo y la exploración de sus personajes. Una oportunidad para conocer la historia desde otra perspectiva, pero también para reconocer la labor detrás del cine con esta mezcla entre la visión francesa original y el toque que le imprime Linklater para hacerlo más cercano a ciertas latitudes.

Andrea Rodriguez

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