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  • Foto del escritorDroideTV

Outlast: el terror en primera persona


Una de las mejores experiencias que puedes tener como gamer, es el realismo del juego, la historia envolvente, los personajes, los escenarios y tratándose del gènero “Survival Horror” necesitas agregar el ambiente lúgubre, los sustos sorpresa, el suspenso, las penumbras y los enemigos.


Todos estos elementos tiene que realizar una formula perfecta para poder disfrutar de un buen videojuego de terror y todo esto precisamente està dentro de uno de los mejores survival de la época que lleva por nombre: Outlast. De entrada, nos ofrece quizás una historia cliché de los juegos de terror, un psiquiátrico abandonado en el cual se rumorea que hacen experimentos terribles con los enfermos, donde el protagonista del juego se va a adentrar para poder descubrir la verdad de aquellos rumores que hay detrás del hospital psiquiátrico.


Veamos entonces de que va todo esto: cuando comenzamos a jugar nos ponen en el papel de Miles Upshur, un periodista intrépido que dice de si mismo “se atreve a indagar donde otros no lo hacen”. El recibe un correo misterioso de una dirección anónima en la que le urgen a descubrir la verdad detrás del hospital psiquiátrico Mount Massive propiedad de una empresa multinacional llamada corporación Murkoff. Upshur se hace presente en el aparentemente abandonado edificio, armado con una cámara està decidido a registrar todo lo que ve dentro del hospital, su objetivo es desvelar la verdad que ocultan esas paredes y desenmascarar a la corporación de sus atroces experimentos con los pacientes del hospital. Pero desde que Miles pone un pie dentro las cosas se salen de control, hay muchos cadáveres de equipos de asalto SWAT, de guardias de seguridad y de empleados de Mount Massive, uno de esos ya casi muerto le advierte que los responsables de toda esa masacre son los propios pacientes que se encuentran rondando libremente por todo el edificio y que lo mejor para Miles será que huya mientras pueda.

Decidido a salir del lugar lo antes posible, Miles trata de escapar del psiquiátrico pero es atacado por un paciente llamado Chris Walker, un obeso tipo que posee una fuerza descomunal que antaño era un veterano de guerra, lo arroja del primer piso y queda semiinconsciente. Ahí es donde conoce a otro personaje de la historia, un paciente que sufre del llamado “Complejo de Mesías” y que se hace llamar a si mismo Padre Martin, el ve en Upshur un discípulo el cual puede presenciar todo lo que ocurre en Mount Massive y el nacimiento de una nueva orden y asi mismo sea testigo del Walrider, un entidad sobrenatural invisible que es responsable de acabar con varios pacientes y miembros del equipo SWAT, conforme va avanzando se da cuenta que Walrider, es un misterioso proyecto iniciado por el fallecido fundador de Murkoff, el doctor Wernicke.


Después de un penoso camino en el que se libra apenas de varios pacientes, Upshur es capturado por un exempleado de Murkoff, el doctor Richard Tragger quien ha perdido completamente la razón. Tragger lo mutila y al tratar de escapar muere al quedar prensado en las puertas de un elevador.


Es asi como Upshur logra avanzar hasta reunirse con el padre Martin quien decide que ya ha visto suficiente, le entrega la llave del elevador principal y se inmola. Upshur cae en el laboratorio subterráneo de Murkoff donde el Walrider pone fin a Chris Walker. Ahí es donde Upshur también se topa con el Dr. Wernicke y le explica que el Walrider no es una entidad sobrenatural, sino un conjunto de nanomáquinas controladas por la voluntad de un paciente llamado Billy Hope. Para poder escapar Upshur tiene que desconectar la maquina que mantiene con vida a Billy para hacer desaparecer al Walrider, lo cual logra.


Pero antes de salir es atacado por el Walrider violentamente, con una pierna rota y con suficiente evidencia para poder sacar a la luz las perversiones de Mount Massive, Upshur trata de escapar pero se topa con el Dr. Wernicke junto con varios miembros de SWAT y acribillan al periodista, es ahí donde se dan cuenta que el es el nuevo portador del Walrider y comienza a asesinar a los presentes. El juego termina con este aparente “final abierto” pero deja camino a la secuela directa llamada Outlast: Whistleblower, del cual hablaremos en otra ocasión.

Al hablar de Outlast, hablamos de un juego de terror de otro nivel, los gamers estamos acostumbrados a juegos de terror donde la acción se combina con el suspenso de la trama que se desarrolla dentro del mundo virtual, en este titulo es todo lo contrario, pues el personaje carece de armamento para enfrentar a los pacientes del psiquiátrico, lo único que puede hacer Miles Upshur para escapar es correr, ocultarse o morir, incluso el mismo juego advierte de esto al comenzarlo. Como protagonista del juego no puedes defenderte de los pacientes quienes son totalmente invulnerables.


La única arma que posee Upshur es su cámara, la cual no puede grabar en zonas oscuras y tiene que usar el modo nocturno de la cámara para abrirse paso en los oscuros pasillos y sótanos del psiquiátrico, lo que agrega un ambiente de suspenso muy grande es que no se sabe que va a estar oculto en esa oscuridad, cabe mencionar que la cámara en modo visión nocturna consume baterías y están limitadas a cierta cantidad cada vez menor dependiendo de la dificultad, es por ello que Upshur debe buscar en todo el edificio baterías que reemplazen a las que se agoten y evitar quedar sumido en total oscuridad sin saber hacia donde ir. El hecho se ser perseguidos por enemigos a los cuales no podemos atacar, nos produce una sensación de ansiedad al ver detrás de nosotros a quienes pueden ser responsables de una muerte inminente.

En Outlast, los elementos de un buen juego de terror están todos presentes, la sensación de encierro y de persecución están latentes en cada rincón de los escenarios, ya que no sabemos que es lo que nos espera a la vuelta de la esquina del pasillo que estamos recorriendo, además de la sensación que sentimos de ser totalmente vulnerables a los ataques de los pacientes de Mount Massive, el edificio que no parece tener fin, el edificio que se extiende ante nosotros con pasillos, sotanos y habitaciones llenas de sangre, cuerpos y misterios. Al meternos en los zapatos de Miles nos damos cuenta de que es una situación que puede ser hipotéticamente real si se toma en cuenta las historias de hospitales similares que hay en el mundo y al no dibujar al personaje principal como aquel super héroe que aprenderá a usar armas para defenderse.


Si bien es un videojuego, es bueno señalar que ha superado por mucho a las películas de terror, ya que éstas ultimas siempre nos ofrecen la misma formula en cada cinta que se estrena, el espectador está ansioso de nuevas experiencias que lo hagan saltar de su asiento, algo diferente a lo que se ha visto durante generaciones en el cine de terror, y eso es lo que este juego ofrece.

Durante la..¿aventura?, nos vamos a llevar sustos enormes, el elemento sorpresa está presente en cada minuto del juego , al abrir una puerta un cadáver puede saltar a la vista, un paciente puede atacarnos o simplemente un trueno nos va a provocar un salto de nuestros asientos. Estos elementos son clásicos de una película de terror exitosa, y en su tiempo no podían faltar para que la audiencia disfrutara de la experiencia terrorífica desde sus asientos; este videojuego supera con creces cualquier película de terror de la era moderna, ya que al momento de sostener un control en las manos estamos conectados de una manera mas íntima con el personaje principal del juego.


El hecho de ver como lo haría el personaje no tiene comparación con solamente estar viendo la pantalla mientras la historia se desarrolla, por el contrario, logra hacer que nosotros como jugadores sintamos esa adrenalina de tener uno de los pacientes corriendo atrás de nosotros estando totalmente indefensos, y si tenemos la fortuna de contar con un sistema de sonido muy bueno entonces la experiencia aumenta.

¿Hasta donde llega la experiencia de Outlast? Para los fanáticos del género, es una aventura mas que terrorífica, es una aventura única en primera persona con la cual nos vamos sumergir en los oscuros secretos de Mount Massive para poder escapar con vida; el elemento crucial del juego es la cámara, por el solo hecho de que es nuestra herramienta para poder sortear la oscuridad de los pasillos, patios, salas de cirugía, capillas y escaleras del psiquiátrico, vamos añadir la pequeña pizca de que las baterías son limitadas y, dependiendo del nivel de dificultad es la cantidad que se puede almacenar y el tiempo de duración de las mismas, haciendo que la experiencia dentro del juego esté más cargada de adrenalina y de suspenso al momento de abrirse paso en la travesía. Existen tres niveles de dificultad en el juego: Facil, normal, difícil y demente.


Cada uno con sus características propias del nivel en el que se desea jugar, pero en el nivel mas alto que es el nivel Demente, tiene la característica de que solo puedes cargar dos baterías contigo y además de que si te matan en la aventura no importa donde estés, vuelves al principio. El sonido envolvente del juego tiene un papel esencial, el ambiente de misterio que hay dentro del psiquiátrico y dentro de los oscuros pasillos nos han puesto en alerta ya que no sabemos en que momento puede saltar Chris Walker para asesinarnos o cualquier otro paciente, el sonido junto con el ambiente del juego son perfectos para dar como resultado una travesía de terror sin igual.

Por otro lado tenemos el tabú del juego: el tema religioso. Si bien es un tema que ya se ha tocado en otros videojuegos, es en este en especial que hirió varias susceptibilidades por contar una historia muy apegada a la religión católica, pero que conllevan asesinatos, mutilaciones, violaciones, tortura y masoquismo en su mas pura expresión. El personaje del Padre Martin, encarna esa figura del Mesías que promete la salvación a sus seguidores pero que tienen que realizar varios “sacrificios” en nombre del “creador”, y estos son quitar de en medio a los no creyentes para que solamente aquellos que crean de verdad puedan alcanzar la salvación de la mano del Padre Martín. Es aquí donde el tema de la religión se tuerce totalmente, puesto que los sacrificios realizados por los seguidores del Padre son realizados con toda la violencia posible, mutilando a sus víctimas cuando aun están vivas, arrojándolos de lo alto de la torre depósito de agua, empalándolos con enormes estacas de madera e incluso golpeándolos brutalmente hasta la muerte.


Por alguna razón el Padre Martin escogió a Miles Upshur para que fuese su testigo del nacimiento de una nueva orden religiosa. La religión que maneja el juego, es la combinación perfecta entre la “misericordia” del catolicismo y la violencia sin sentido. Usando cruces, imágenes de sacerdotes que antes laboraban en el sitio, imágenes religiosas e incluso una capilla a modo de iglesia es donde el Padre Martin decreta que la religión que el profesa es la única y que es la salvadora de todas las pobres almas encerradas dentro de “Mount Massive” y es aquí cuando se inmola en una enorme cruz de madera dentro de la capilla.

No es de extrañar que muchos grupos conservadores pusieron el grito en el cielo cuando se mostró este lado de una nueva religión, el hecho de que la violencia estuviera siempre presente como forma de “liberación” de las almas, no gustó para nada, ya que distorsionaba de alguna forma de lo que realmente es la religión católica, en ese sentido, se opusieron a que el juego tuviera esa visión tan contraria del catolicismo y se opusieron a que sus hijos tuvieran acceso al juego, la compañía aseguró que el juego está dirigido a un público maduro (Clasificación M) y que no es para nada recomendable que sea jugado por menores de 18 años, pero obviamente esa regla no es respetada. Llama la atención como es que aun con la controversia el juego vió la luz y se distribuye sin restricciones algunas.


Es aquí donde es momento de decir que el juego de Outlast, es obligatorio si quieres tener una experiencia única en cuanto a un Survival Horror diferente a lo que ya has visto, un juego que tiene temática diferente a juegos como “Silent Hill”, “Resident Evil”, “Clock Tower” o “Forbbiden Siren”, es una experiencia que te mantendrá al borde del asiento, con una buena historia que conforme avances te va a sorprender mas y más y por supuesto con el simbolismo de una religión católica totalmente distorsionada que te hará incluso analizar un poco la relación que tiene una con la otra. En pocas palabras “Outlast” es un juego diferente para tener experiencias diferentes, obviamente hay que jugarlo de noche, con las luces apagadas y con el volumen alto con una sola encomienda:

¡ESCAPA DE MOUNT MASSIVE!.


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