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Foto del escritorDroideTV

Pedro J. Fernández platica de su nueva novela “Querido Don Benito”



La novela recrea la vida de una mujer que se ganó su lugar en la historia, y de su lucha para que México pueda defender su soberanía como país.


El 31 de mayo de 1863, Benito Juárez huyó de la capital en compañía de su familia y de sus colaboradores más cercanos. Eran perseguidos por las tropas francesas que habían invadido el país, y que apoyaban el Segundo Imperio Mexicano, encabezado por Maximiliano de Habsburgo y Carlota de Bélgica. Fueron tiempos de guerra para México.


Durante un año, el carruaje negro de Juárez grabó el norte del país, tuvo miedo de ser descubierto. En más de una ocasión libraron los ataques; aquella era una situación extremadamente peligrosa para toda la familia. Por eso, en el verano de 1864, tomaron la decisión de su esposa, Margarita Maza (días de haber dado una luz), y sus hijos más pequeños, se refugiaran en Estados Unidos.


Desde aquel forzado exilio, Margarita Maza escribe cartas a su esposo para narrar sus dramáticas experiencias en una patria ajena, y sus aportes para luchar contra el gobierno impuesto de Maximiliano de Habsburgo. Además, recuerda cómo fue que se enamoró de don Benito y los obstáculos que han tenido que vencer para permanecer juntos.


El autor, quién ha publicado “Los pecados de la familia Montejo”, “La última sombra del imperio”, “Iturbide”, “Morir de pie”, y los bestsellers: “Una vez mexicanos que hicieron historia” y “Yo, Díaz” platicó de su más reciente obra.


¿Cómo fue la concepción del libro?

Descubrí a Margarita a través de “Una vez mexicanos que hicieron historia” y su vida me interesó muchísimo, sobre todo su exilio. Entonces seguí con esta novela porque me parece que tiene una vida muy apasionante y creo que es momento de dejar de verla como la esposa abnegada de Benito Juárez.


¿Cómo es el trabajo de investigación para tus novelas?

Requiere mucho proceso de investigación, primero para conocer el personaje y luego para hacer una recreación del México en el que vivieron, que evidentemente ya no es ser nuestro. Cómo vestían, cómo hablaban, cómo comían y en el caso de esta novela en específico con cómo era la vida en Estados Unidos y que le tocó vivir a Margarita Maza. Entonces a partir de eso puedo recrear un personaje que funcione dentro de la ficción histórica y todo basado dentro de la investigación académica que yo hago. Después hago una maqueta de qué es lo que voy a contar y cuáles son las historias por las que tengo que pasar. Porque en el caso de la novela histórica tengo que pasar por ciertos eventos, no me puedo salir de estos márgenes precisamente por el rigor que implica algo así.


¿Cuáles fueron los retos para este libro?

Fue un reto tratar de mantener la voz, porque es una Margarita que está en el exilio, que de repente se cuestiona si debería seguir o no, debió ser muy difícil para ella. Un reto fue realmente encontrar esta voz que me permitiera contar todo esto y que además recordará los momentos más importantes de su vida. Creo que hemos visto durante mucho tiempo la vida política de Benito y aquí estamos hablando de otra parte, de cómo se enamoraron, de cómo vivieron como pareja, los estilos de Benito Juárez durante el gobierno, y también como lo viven como una pareja, como viven como esposos. Durante el exilio por ejemplo a Margarita se le mueren dos hijos, entonces ¿cómo viven los Juárez esas pérdidas que son importantes? Y más allá del presidente, de la figura histórica que nos aprendimos en la escuela, aquí estamos hablando de las personas que no solamente se enamoran, sino que tienen que mantener su amor a pesar de todas las guerras que está viviendo México.


Además se trata de una novela epistolar.

Sí, eso me ayudó mucho a crear precisamente el romance entre los dos porque podemos ver la intimidad que surge en la pareja. No es lo mismo que en las otras novelas que estuvieron en primera persona, contando abiertamente su historia a otras personas, aquí es una comunicación entre pareja. Entonces Margarita no solamente está narrando todo lo que va encontrando en el exilio sino los sentimientos, a veces de duda o de amor y cómo se los va mostrando a su esposo. Creo que la novela epistolar, en el caso de una novela romántica histórica cómo está permite abrir precisamente el corazón de estos personajes.


¿Hubo algo en particular que te sorprendiera o llamará la atención al momento de descubrir más sobre Margarita?

Me sorprendió mucho la labor diplomática que hace en Estados Unidos. Pocas personas saben qué ella consigue una cita en la Casa Blanca y que está una tarde tomando el té con el presidente de los Estados Unidos y le está contando todo lo que está pasando en México y eso ayuda evidentemente a qué el gobierno de los Estados Unidos presione a Francia para que retire las tropas de México. Es interesante ver a través de los ojos de Margarita y también toda la situación a través de esta gran mujer creo que cambia la perspectiva. En el caso de Benito Juárez lo hemos visto muy serio, como que siempre está posando para sus retratos y realmente era un hombre mucho más campechano, un hombre que le gustaba bailar, que le gustaba jugar a los naipes, estar con sus amigos. Era un hombre más del día a día de lo que nos podemos imaginar, entonces descubrirlo a través de Margarita Maza nos ayuda a verlo realmente más humano.


¿Cómo surgió tu gusto por la historia de México?

Viene de la familia porque mis papás y mis abuelos me contaban muchísimas historias. Entonces yo lo seguí descubriendo a través de los libros y de cuestionar la historia que me mostraban en la escuela. Y luego de leer novelas históricas de otros países dije yo quiero hacer algo así pero para México. Así fue como me empezó a interesar la historia de México y descubrí que me gustaba escribir novela histórica.


¿Tienes un comentario final?

Que le den una oportunidad a la novela, creo que van a descubrir a un Benito Juárez muy diferente van a encontrar a una Margarita más allá de la esposa abnegada. Creo que es importante porque siempre cuando hablamos del Segundo Imperio, de las mujeres, siempre está Carlota. Pero había otra gran mujer que también estaba haciendo su lucha y que también tenemos que descubrirla y darle voz y hacer que encuentre su lugar en la historia de México y creo que es el momento.



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