Una niña enfrenta la tragedia en una cinta animada llena de colorido y acción, con algunos personajes encantadores cuyo mensaje se diluye poco a poco mientras avanza el filme.
June es una niña muy creativa que logra dar con un increíble parque de diversiones plagado de atracciones increíbles y animales parlanchines. El punto es que aunque inicialmente cree que este parque mágico fue abandonado, en realidad proviene de su imaginación y por eso es la única que podrá salvarlo de una gran amenaza.
La premisa tiene evidentes similitudes a “Intensamente” de Pixar debido a que es la fantasía la que servirá de terapia para que la niña sobrelleve su problemática familiar. Lo cual pudo tener el potencial de volverse entrañable, pero de alguna manera no logra tener el impacto que la anterior mencionada.
La película toma fuerza con el colorido que ofrece y la acción que tiene pocas pausas, por lo que al final el viaje será entretenido y placentero como uno de los juegos mecánicos del lugar.
El parque que creó la niña con su mamá cobra vida pero se muestra destruido, como el momento de su vida en que la enfermedad de ella hace que la niña se sienta perdida y busque algo para sostenerse.
El trabajo de animación es destacado y el diseño de personajes también, el oso Boomer es el favorito de inmediato, el resto sufre un poco por provocar la atención y falta en ellos algunas frases graciosas que los hubiesen afirmado. El tono oscuro que tiene indirectamente la cinta por la tragedia hace tambalear algunos momentos que pudieron ser más emocionales.
Un rato de diversión que se va tan pronto como llega. Un viaje colorido y lleno de acción, en donde el mensaje principal se va perdiendo y las buenas intenciones no llegan lejos.