Otro acierto para Laika, un trabajo visual impresionante, lleno de humor, mucha acción y personajes inolvidables.
Sir Lionel Frost se considera a sí mismo el mayor investigador de mitos, monstruos y leyendas. Estos calificativos han sido cuestionados por su círculo más cercano, lo que le anima a comenzar una investigación por el noroeste americano en busca del Eslabón Perdido, una misteriosa criatura mitad humano, mitad bestia.
Una oda a la amistad es la nueva producción de este estudio que nos trajo “ParaNorman”, “Kubo”, “Coraline” quien parece mantenerse firme en la búsqueda no solo de un trabajo pulido en la animación sino con atención en la historia.
En esta ocasión, quizá debido a que la historia se traslada en varias partes del mundo, nos muestran diversos paisajes que logran enmarcar las escenas de gran manera. El detalle se muestra con el mismo empeño.
El Sr. Lionel Frost aprenderá durante la cinta el valor de la amistad con énfasis en su relación con el eslabón perdido, el Sr. Link, quien por cierto resulta encantador desde el comienzo, es una criatura educada, llena de curiosidad que busca encontrar a sus semejantes, y su personalidad combina además cierta inocencia que se convierte en el equilibrio perfecto para la interacción con el resto de los personajes. Adelina será clave para la aventura, y hay muchas cosas positivas, para empezar, aunque pareciera que sucederá un inminente romance con el protagonista, nunca se concreta porque ella está ocupada en otras cosas y eso es también algo positivo en la narrativa.
Debido a la temática de la cinta, hay mucha aventura, enfrentamientos, y momentos emocionantes, que como el resto de las cintas de Laika, no se diluyen para un público infantil. No es que sea violenta, sino que respeta ciertos elementos por ejemplo de las cintas del viejo oeste en cuestión de tiroteos, pero nunca hay heridos.
Es otra joya de la animación por stop-motion con un cálido mensaje que te dejará una sonrisa al verla.