Turno Nocturno juega con la delgada línea entre la ficción y la realidad para contar una historia desgarradora
Esta semana se estrena Turno Nocturno la cinta más reciente de Rigoberto Castañeda, reconocido en el cine mexicano por realizar Km 31 quizás una de las cintas de terror mexicana más taquillera de los últimos años. Ahora, el también guionista aborda otra de las leyendas conocidas: La Planchada, una enfermera que recorre los hospitales y se encarga de cuidar a los pacientes críticos durante la noche.
En este caso, la historia sigue a Rebeca (Paulina Gaitan) una enfermera que busca retomar las riendas de su vida con un nuevo trabajo en el turno nocturno. Si bien Hortensia (Patricia Reyes Spíndola) la jefa de enfermería ve mucho potencial en ella, tendrá que lidiar con la hostilidad de sus compañeras (Iauza Larios, Adriana Llabres) y a la incredulidad de los doctores (Tony Dalton, Enoc Leaño) pero sobre todo, a una presencia sobrenatural que amenaza con hacer de su vida una pesadilla si rompe sus reglas.
Estéticamente, la historia tiene un estilo interesante, me parece que es un acierto que la historia esté ubicada en décadas pasadas, por una parte, le da un aire retro (que notoriamente está inspirado en Stranger Things) sin mencionar que se permite tocar temas que en ese momento aún había muchas limitaciones al respecto, como los derechos las mujeres, la liberación sexual y las enfermedades mentales. La cinta tiene varios momentos que visualmente son bastante memorables.
Por otro lado, la narrativa tiene momentos en los que resulta bastante prometedora con sus propios toques de drama y cierto realismo que da paso para reflexionar sobre temas como el acoso laboral, sin mencionar que tiene una protagonista con sus propios misterios que nos hace dudar constantemente sobre lo que es real y aquellas muestras de su descenso a la locura.
No obstante, también tiene momentos en los que parece perderse o al menos tener límites muy borrosos en los que el shock value predomina y hace que ciertos momentos se sientan fuera de tono o exagerados. Hacia el tercer acto, la cinta llega a un clímax desenfrenado que se va preparando a lo largo de distintos momentos, pero se siente que la esencia que trataba de plasmar al principio se va perdiendo hasta llegar a los trucos de la serie B.
Otro punto que le juega en contra a la cinta son los jump scare y el tratamiento que le dieron a la infame Planchada, más como un monstruo que aparece a diestra y siniestra al estilo de La Monja con algunos momentos en los que los efectos especiales se vuelven exagerados y la representación sobre actuada. Por otro lado, resulta intrigante la relación entre el espectro y la protagonista, quizás una de las características favorables de la cinta, pero que quizás faltó explorar un poco más.
Personalmente, creo que es una cinta con escenas que la dan un gran valor y un personaje por demás interesante, no obstante el final termina por derrumbar el tono de la película y acercarlo peligrosamente al un bemol más novelesco, sin mencionar que una buena parte de las revelaciones ocurren al final y de manera más bien apresurada, razón por la que puede que algunos salgan irritados por el potencial que se va extraviando conforme avanza la cinta.
Por otro lado, se valora el empeño de llevar a la pantalla grande una leyenda mexicana, así como crear una historia alrededor que tuviera su propio carácter, puede que para aquellos más orientados hacia un terror de serie B y que gusten de cintas en las que dudes de lo que es real y lo que no es una buena opción para pasar el rato con cierto mensaje que finalmente se valora, pues en momentos visibiliza una labor infravalorada: la enfermería.
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