Una locación y tres actores son suficientes para construir una buena historia llena de suspenso y tensión, aunque forzarla a ser una secuela es el punto débil que será preferible olvidar.
Una joven sufre un accidente de coche. Cuando despierta se encuentra encerrada en una celda bajo tierra, secuestrada por un hombre extraño (John Goodman) que dice haberla salvado del día del juicio final. El excéntrico captor asegura que el exterior es inhabitable por culpa de un terrible ataque químico, algo que no sabe si creer. Es así como comienza su pesadilla, en una espiral de desconocimiento. La mente del criminal es infranqueable, y ella tendrá que intentar analizar a su enemigo para conseguir sobrevivir.
Es refrescante ver un filme hollywoodense que apuesta por la historia y sus personajes, que construye una trama más firme de lo acostumbrado en estas cintas, que presenta buenas actuaciones y situaciones complejas, que se potencian con la tensión y suspenso de lo que ocurre.
Las actuaciones son muy buenas, John Goodman se lleva la cinta como ese hombre preocupado, obsesivo que tiene algunos secretos y que descubrimos a la par de los otros protagonistas, un recurso que siempre se agradece.
Gran parte de la cinta, al ubicarse en una locación subterranea, no más de 5 habitaciones, le da un toque teatral que lo aprovechan. En realidad nos presenta momentos sorpresivos, juega con nuestras mentes y nos incita a intrigar sobre lo que va a pasar, no nos da todo en bandeja de plata. La química entre los actores, a pesar de las diferencias y secretos entre sus personajes, es otro logro, en algún momento la audiencia empatiza y el destino de cada uno de ellos tiene repercusiones que nos hacen reaccionar. Incluso el clásico montaje musical donde pasa el tiempo y todos se divierten, no rompe tanto con el tono de la película. Los monstruos principales la mayor parte de la cinta son los humanos y eso siempre es más aterrador.
Los personajes, antes del momento que mencionaré enseguida, no resuelven sus conflictos con facilidad, se enfrentan a retos y a decepciones. El guión está bien construido aunque nos encontramos a inevitables huecos y algunas cosas no resueltas que parecen quedarse en el camino por favorecer la tensión. Se nota la influencia de Hitchcock en la dirección de Dan Trachtenberg, quien realiza un buen trabajo en su opera prima.
Sin embargo hay un gran tropiezo, el climax, la cinta pudo llamarse de otro modo y con ello tener un resultado perfecto, pero la insistencia en añadirla al mundo de Cloverfield es lo que mina sus logros. Las escenas que buscan ligarla, después de lo bien trabajado en la trama, no tiene sentido, se nota forzado y uno de los tres personajes que lo vive, después de su construcción tan interesante, brinca a un personaje acartonado de cinta de acción que todo lo puede. Pero no hay que desechar todo el trabajo logrado, al verla te darás cuenta de ello. Y quiza sea mejor imaginar que la cinta terminó antes, aunque es un detalle que ninguna película debería tener, si todo lo que construyes de manera perfecta al final lo echas a perder no es buen signo, aunque quizá la presión del estudio debió ser enorme y el director no tuvo otra opción. No justifica pero se entiende.
Una filme claustrofóbico, con buenas actuaciones y un guión solido la mayor parte. Eso hasta el momento de ligarlo con el anterior filme, aún así los logros son tantos que vale la pena dejar a un lado ese tropiezo.
Calificación: 85 puntos
Por Luis