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Foto del escritorDroideTV

Dwayne Johnson y Kevin Hart hablan sobre la filmación de "Un espía y medio"



Al juntar a Dwayne Johnson y Kevin Hart como improbables amigos de secundaria, e incluso como aún más improbables compañeros accidentales para exterminar espías y salvar al mundo, “Central Intelligence” del director Rawson Marshall Thurber ofrece una comedia divertida y vertiginosa con acción explosiva.

La historia también presenta un giro inesperado – tanto para sus personajes principales como para los actores que les dan vida. “Lo que atrapó mi atención y me atrajo fue la idea de tomar esta premisa y darle la vuelta”, dice Johnson, “metiéndome más en el papel cómico y poniendo a Kevin, uno de los comediantes más exitosos del mundo, un sujeto intenso, en un papel más serio. Así que ambos nos vimos en un escenario en que debíamos flexionar y trabajar diferentes músculos, entonces todo se intersecta y nos encontramos en medio”.

“Yo soy el serio en este filme y Dwayne lleva la carga cómica, lo que nos pareció refrescante y divertido, y algo diferente”, añade Hart. “Además, todavía vemos al Dwayne que todos adoran, el sujeto que puede sacarle la m*****a a golpes a cualquiera. Pero la combinación de DJ y yo, esa es la mezcla ganadora. La energía es asombrosa”.

Thurber, un exitoso director de comedias, se aventura por primera vez en el género de acción y declara, “Mi consejo para quien quiera hacer una comedia de acción por primera vez es poner en ella a Dwayne Johnson y Kevin Hart, porque hará su trabajo mucho más fácil. Consigue al hombre más gracioso y a la más grande estrella de acción y júntalos”.

Haciendo referencia a la diferencia de 30 centímetros de altura como un chiste visual, Thurber recuerda su primera reunión antes de la producción. “Quizá tengan figuras y tamaños distintos, pero están cortados con la misma tijera. Verlos en lados opuestos de la mesa o parados juntos es un triunfo. Son grandiosos unidos, carismáticos como individuos y equipo, además de parecidos en generosidad y el modo en que se toman en serio su trabajo, pero no a ellos mismos. Ese nivel de química no es ficción, dirección o guión, incluso con los mejores escenarios y situaciones; es magia. Algo que deseas tener”.

Al inicio de la película, el personaje de Johnson se presenta en un recuerdo como un irremediable perdedor de secundaria con el desafortunado apodo de Robbie Zanjarara. Al ser un niño enorme con un alma gentil, es presa fácil para los acosadores y se ve obligado a salirse de la escuela tras la irreparable humillación de ser arrojado desnudo a la cancha en una tertulia escolar.

Al mismo tiempo, el personaje de Hart, Calvin – alias El Jet de Oro – es el mejor atleta de Central High y una superestrella popular, un chico para el que el cielo era el límite y la apuesta de todos para ser un triunfador.

Veinte años después, nadie gana esa apuesta. Siendo un cobarde contador estancado a la mitad de la escalera corporativa y sin el menor respeto de sus colegas, Calvin estima lo que le espera en su reunión escolar: un trabajo aburrido, un matrimonio agonizante y una existencia monótona que no cumplió con su promesa. Mientras tanto, el fofo perdedor que todos descartaron como el Raro Robbie parece haberse reinventado como Bob, un confiado conquistador con un físico como de roca, las destrezas e instintos de un agente de la CIA y una vida emocionante que Calvin solo puede imaginar.

A decir verdad, nunca fueron amigos. Pero así es como lo recuerda Bob, basándose en el único acto de bondad de Calvin en ese terrible instante – ofrecerle a Bob su chaqueta para cubrirse – y es un indicio de que el agradable Calvin no va a molestarlo ahora que son adultos, así que Bob lo invita a tomar unas cervezas algunos días antes de la gran reunión. ¿Qué daño podría hacer pasar una tarde poniéndose al corriente?

En horas, la aparentemente casual solicitud de Bob para que Calvin analice algunos datos financieros toma un cambio sospechoso llevando a su compañero a un laberinto de transacciones clandestinas y un complot de alto riesgo por unos códigos robados para el sistema de satélites espía de EE.UU. que podría poner bajo amenaza la seguridad mundial.

Mientras sus superiores creen que Bob fraguó este plan y tratan de atraparlo, Bob afirma estar tras el verdadero villano, denominado en clave Tejón Negro. A pesar de las vigorosas negativas de Calvin de tener algo que ver con eso, su casa y oficina son invadidas por agentes armados; amenazado, perseguido y herido, de pronto su vida depende de qué tan rápido pueda moverse y qué tan cerca pueda estar de un sujeto que desearía no haber visto jamás.

Acerca de esto, Hart dice, “Se trata de una máquina asesina que hace equipo con un tipo cualquiera para desentrañar el complot y limpiar su nombre. Calvin hace cosas que nunca ha visto o hecho antes, con poco tiempo para reaccionar. Es un pez fuera del agua”.

“Rawson realmente entiende de tono y ritmo”, continúa Hart. “No solo el ritmo de la acción, sino cómo se embona todo. Las transiciones son suaves, los diálogos inteligentes y hubo pequeños momentos que pudimos hacer grandes porque teníamos un gran elenco y Rawson nos dio espacio para improvisar”.


Lo que es casi exasperante para Calvin es cómo Bob nunca pierde su calma u optimismo exagerado conforme corren de una situación arriesgada a otra. Tampoco pierde nunca su admiración por su camarada cautivo. “Tienes a un hombre que ama la acción, vive de ella, y ese es Bob”, dice Johnson. “El otro hombre lo detesta. Se resiste. No quiere ir y eso suele ser una gran configuración para una comedia de acción compartida. Pero existe cierta diferencia. El elemento más genial de todo es que Bob todavía siente un afecto real hacia el heroísmo de Calvin. Así era en la secundaria y nunca lo perdió, a pesar de los cambios en sus vidas. Me encanta la idea de que estos dos sean adultos ahora y Bob se ha vuelto un tipo fuerte y poderoso, pero todavía admira a Calvin como si él fuera el gran héroe, como pensando, ‘Tú eres el mejor. Eres el Jet de Oro. Te quiero, amigo’”.

Contrariamente, aunque Bob ahora puede vaciar un bar lleno de escoria con un movimiento de su brazo o superar a un equipo SWAT improvisando artículos de oficina como armas, Hart señala, “Su relación evoluciona porque Calvin empieza a ver que todavía existe un nivel de inocencia en Bob. Conforme crece su confianza, Calvin se da cuenta de que es todo o nada y tiene que tomar la decisión de si darlo o no todo y volverse un compañero de verdad”.

Al ofrecer un vistazo de ambos en su juventud antes de unirlos como adultos en el presente, la historia cuenta una verdad con la que cualquiera que viviera esa época puede identificarse, ya fuera una experiencia buena, mala o indiferente. Y afrontémoslo: nunca es indiferente.

“Lo que adoro de la premisa es reconocer que todos nos definimos hasta cierto grado en la secundaria”, declara el productor Scott Stuber. “Todo tipo de daño adulto es lo que traes de tu infancia y si no lo reparas, evoluciona o lo sigues compensando con una conducta extrema. Me pareció una idea interesante para explorar en una gran comedia. Bob ha hecho de todo para mostrar que superó lo que le pasó… ¿pero arregló el problema?”


Es una cuestión que la historia propone en una escena donde el aparentemente invencible nuevo Bob se encuentra con su viejo némesis del gimnasio escolar y las cosas no resultan como lo había esperado. “La ironía es que, aunque Robbie se ha transformado en este sujeto todo musculoso, por dentro sigue siendo el mismo niño con las mismas inseguridades e incomodidades”, comenta Thurber. “Si no cambias por dentro, no cambias”.

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