Este episodio me hizo recordar desde el primer momento aquel de "Buffy: the vampire slayer" donde todo lo que le habia pasado parecía haber sido una fantasía o una alucinación y en realidad estaba en un manicomio, hubo buenos momentos ahí y esta vez Ash los tiene también.
Ash despiera en un cuarto sucio. La portada del Necronomicón no es más que un dibujo en la pared, y un Dr. Peacock es su psiquiatra, que de seguro debe ser Baal. No tiene una prótesis en la mano derecha, de hecho aun la conserva, aunque está vendada porque al parecer tuvo un percanse.
Ash es rápido, capta que el doctor piensa que todo ha sido una pesadilla y va directo a ahorcarle pensando que es un demonio que intenta jugar con su cerebro. Cuando llega la enfermera a atenderlo se trata de Ruby. Y despues de contenerlo llega Ashy Slashy, una marioneta que el psiquiatra quiere usar como terapia, el muppet incluso tiene su mano de sierra, eso estuvo lindo. Pero de repente la cama comienza a moverse y el doctor cambia de aspecto, Ash avienta al muppet hacia la pared y sangra dejando un rastro por la pared.
Y sigue lo extraño, Ash se arrastra por el piso del sucio hospital y el supuesto doctor no hace nada por detenerlo. Al sostenerse en una pared se atora y enseguida el lugar comienza a moverse. Se refugia en un cuarto, donde está Kelly pero ella está sucia, desalineada, incluso en un momento se rompe los dedos de las manos y Ash se asusta, entonces llega un enfermero, con el rostro de Pablo que quiere contenerlo. Kelly se rie mientras muestra sus dedos retorcidos.
Lo que sigue es una terapia de electroshock que no sirve para mucho. Al siguiente día Ruby sigue desconociéndolo y Kelly le da miedo, pero que le siga la corriente es suficiente para Ash y provocar la locura de todos los pacientes. Sin embargo en breve es contenido de nuevo y enviado a su habitación.
Ashy Slashy regresa y esta vez le ayuda a intentar escapar. Primero van por Kelly, usando una tarjeta llave que se robó. Logran llegar casi al final pero entonces la llave no funciona y suena la alarma. Ash se da la vuelta y Kelly ha matado a Pablo quien está bañado en sangre, porque ella pensó que era un demonio dragón. Entonces Ash se confunde más. Kelly se avienta a golpearlo y de repente se marea, y llegan dos enfermeros a detenerlo, porque al parecer tanto él como Slashy han matado a Kelly destrozándole la quijada.
Como terapia le muestran el video de la violenta acción pero él no lo comprende, “ese no soy yo”. Y entonces llega una visitante, Linda, pero ya no cree en nada y piensa que es obra de su imaginación. Linda dice que lo ha visitado durante 30 años, y eso le hace reflexionar, admitiendo que mató a todos aquellos de los cuales se le acusan. El psiquiatra se acerca a él, dice que lo siguiente es obedecerlo, lo primero es destruir esa ilusión y después destruir el libro.
Es un buen episodio aunque la dosis de gore fue limitada, pero por primera vez vemos a Ash sensible, confundido, no es el rey y soberano, ni siquiera es despota o engreido. Cuestiona su realidad. El trabajo de escenografías estuvo muy bien logrado y a diferencia de la temporada pasada en el episodio psicodelico, esta vez se nota crudo y tenso. El humor se mantuvo, es parte de la firma, pero el desconcierto fue otro ingrediente que se recibe con agrado.