Un filme entretenido con un mensaje cálido que gustará a los más pequeños de casa.
Francia, 1879. Felicia es una niña que vive en Normandía y que de repente se queda huérfana. Dadas su habilidades para el ballet llegará a París, donde se hará un nombre.
El trabajo visual de este filme franco-canadiense es destacado, el diseño de los personajes es lindo, Victor sin problema casi se roba la pelìcula gracias al conjunto que hace con su personalidad.
La historia es predecible aunque tiene algunos detalles inesperados en estas narrativas. Es un relato sencillo, Felicia y Victor son los niños huerfanos que al final encontrarán una familia sin mucho esfuerzo. Pero en el camino Felicia suplantará la personalidad de otra niña para entrar a una academia de danza, una actitud que no esperarìas de un relato rosa. Y por supuesto Felicia tiene una aptitud natural para el ballet, por lo que en solo un par de dìas supera a sus compañeras gracias a la pasiòn que siente por bailar.
Felicia encontrará de mentor a Odette, quien fungirá como una especia de Maestro Miyagi pues le enseñará a bailar ballet de la manera menos ortodoxa, presentando escenas con algunos de los momentos más ocurrentes del filme.
La pelìcula sigue la tradición de los personajes buenos muy buenos y malos muy malos, sabemos quien saldrá redimido al final y quien no aprenderà la lecciòn. Sin embargo el viaje es entretenido, sobre todo los más pequeños de casa la disfrutarán sin problema, tiene momentos ágiles, acciòn, locuras y bromas para mantener la atencion, aunque quiza los mayores.
Un filme sin muchas pretenciones más que entregar una cinta divertida con un mensaje positivo, quizá no se convierta en un clásico animado, pero vale la pena disfrutar del trabajo animado de esfuerzos más allá de los estudios de Hollywood.
Calificaciòn: 70 puntos
Por Luis