Armand: Renate Reinsve protagoniza un drama escolar noruego
- DroideTV

- 29 ago
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La cinta Armand gira en torno a una acusación grave que trastoca a una familia.

Este fin de semana llega a salas mexicanas Armand, un drama noruego dirigido y escrito por Halfdan Ullmann Tøndel, quien previamente ha trabajado en los cortos Bird Hearts y Fanny, ahora su primer largometraje llega a nosotros con una protagonista que está cobrando cada vez más fuerza: Renate Reinsve (La peor persona del mundo, Un hombre diferente).
La historia se desarrolla en una escuela, en medio de las actividades de fin de curso, cuando una profesora (Thea Lambrechts) decide hacer una reunión con Elisabeth (Renate Reinsve) actriz y madre de Armand, al lado de Sarah (Ellen Dorrit) y Anders (Endre Hellestveit) los padres de Jon, quienes aseguran que Armand ha traspasado límites importantes con su amigo y esperan que se tomen las medidas necesarias. La discusión devela no sólo la relación entre los padres, sino también las tensiones en la búsqueda de la verdad.
La interpretación de Reinsve es uno de los puntos más fuertes de la película, ya que muestra diversos matices complejos, no hay una explosión dramática, sino un proceso emocional duro en el que el personaje trata de mantener la compostura y en ocasiones fracasa. En esos choques que son difíciles de mostrar, Reinsve se luce con una interpretación convincente. Dorrit también hace un contrapeso excelente en una disputa que va más allá de las aulas. La cinta también cuenta con las actuaciones de Øystein Røger y Vera Veljovic-Jovanovic entre otros.
El guion tiene la habilidad de administrar con delicadeza la información que decide mostrarnos: cada aspecto brota de poco en poco hasta que tenemos una visión más completa de los personajes, su relación entre ellos y las distintas motivaciones que los llevan ahí. En cierto momento la película reflexiona que un acto de agresión a veces quiere decir más cosas y eso lo ejemplifica a lo largo del filme, mostrando a cuentagotas la situación que vive Elisabeth.
No obstante, el ritmo llega a ser lento, en ocasiones casi contemplativo, se toma el tiempo para mostrar el viaje emocional de su protagonista, desde la incredulidad y el dolor hasta la vergüenza, atravesando en momentos algunas escenas más experimentales que buscan mostrar la problemática social y emocional desde medios distintos, lo cual puede generar reacciones mixtas, especialmente porque en esos momentos se desdibuja el tono de la cinta; al mismo tiempo, son algunos de los momentos clímax para la historia.
En buena medida, se trata de una cinematografía distinta a la que estamos acostumbrados que no sólo tiene cierta brecha cultural, sino que también busca experimentar al momento de abordar este tema, por ello, la apreciación puede variar. Pese a ello, vale decir que las actuaciones y el guion son contundentes, junto a la fotografía de Pål Ulvik Rokseth que juega con la iluminación y los planos para exponer las dimensiones emocionales de los personajes. En cierta medida, es una ejecución más cercana al teatro.
Una opción diferente si buscas un tratamiento diferente desde un país como Noruega sobre temas duros, comenzando por el abuso escolar.










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