La actriz y cineasta nos platicó sobre los retos de su carrera hasta el momento y sus próximos planes.
Daniela Lugo, originaria de la ciudad de México y radicada en Los Ángeles, emprendió hace unos años la aventura de comenzar su carrera en el teatro, el cine y paso a paso su esfuerzo va rindiendo frutos, platicar con ella fue una charla que nos llenó de motivación e inspiración ya que es evidente no sólo su intención por labrar una carrera memorable sino su compromiso por dejar huella y provocar un impacto positivo en aquellos que la rodean. La espinita por la actuación la tuvo desde niña, "porque mis papás me llevaban cada domingo a ver obras de teatro o al cine y me empecé a adentrar mucho, a investigar si tal obra de teatro llegaba a México o si tal película estaba por estrenarse. Siempre tenía esa intriga de qué pasaría si yo pertenecía a eso, estaba muy chiquita tenía como 7 años y yo creo que lo detonante, que yo dije tengo que hacerlo sí o sí fueron dos momentos: la primera fue que mis papás tuvieron la oportunidad de llevarme a Londres a ver una obra de teatro que se llama "El fantasma de la ópera". Yo no quería ir, yo decía que flojera musicales, pero mi mamá decía: tienes que verla. La vi y salí tomándome fotos con todos, recuerdo que le dije a mi papá: cómprame la playera, cómprame todo, me pasó algo muy bonito que conecté con la reacción del público, con la reacción de lo que el teatro musical puede transmitir, lo que tú puedes hacer como actor, el mensaje que tú le puedes dar a la gente a la audiencia".
En ese momento "dije yo quiero hacer esto, yo quiero que de verdad a través de mi trabajo en un futuro la gente vaya al teatro o vea un proyecto mío y se despeje y pueda sentir cosas que quizá no hayan sentido antes".
La vida además le tenía preparada otra oportunidad única, "el segundo detonante fue cuando pensé que me había quedado como extra en el casting de una película en México, que se llama Roma de Alfonso Cuarón, un amigo me pasó un casting, yo estaba en la prepa y me dijo: anda audiciona. Yo dije: es extra, no pasa nada y nunca lo había hecho, era una buena oportunidad. Así que mandé el casting y me dicen que me quedé con un personaje chiquito, que iba a tener como dos líneas, pero yo no sabía que la película se llamaba "Roma" ni que la dirigía Alfonso Cuarón.
Llegaron los días de rodaje y los obstáculos también, pues Daniela debía presentar un exámen justo el día de filmación, "mi mamá me dijo: ¿sabes qué? no puedes ir al rodaje, y le dije por favor es una película y tengo que decir dos líneas y convencí a mi mamá, le pedimos a una amiga de ella que es doctora que me hiciera un comprobante médico para poder realizar los exámenes la siguiente semana, porque era una semana que me necesitaban para una escena. Como yo no conocía el mundo del cine no sabía que se tardaría tanto, hasta el momento había hecho teatro teatro musical".
Llegó el momento del rodaje, "me empiezan a probar la ropa, había un mundo de gente, habría como 2 mil extras, más personajes recurrentes éramos como 15. En eso ya que me pusieron el vestuario, al día siguiente fue el llamado para grabar y mientras me estaban arreglando veo que una señora muy linda que se acerca preguntándonos a cada uno nuestros nombres, era Yalitza, pero no sabía en quien se convertiría poco después. Yo les pregunté a las maquillistas ¿de qué se trata la película? porque nada más me dieron una escena y poca información. Ellas me platicaban que era de una familia y que la estaba dirigiendo un director muy reconocido, porque tenía prohibido decir el nombre del director. Nos llevan al set, nos trasladan y en eso veo a Alfonso Cuarón y me sorprendí. Obviamente no tuve la oportunidad de hablar con él ni nada porque estaba ocupado, pero por el simple hecho de ver cómo trabajaba una escena, en la cual nos tardamos una semana en grabarla me di cuenta de lo detallista y profesional que es". Tras esa experiencia Daniela le pidió a sus padres el apoyo para viajar al extranjero en donde obtuvo una beca para el American Academy of Dramatic Arts, en donde se desarrollo como realizadora y actriz.
Después comenzó a buscar y crear sus oportunidades en el mundo del cine y el teatro en Los Ángeles, "ha sido una montaña rusa, porque ya me animé a producir dos cortometrajes y ahorita en septiembre voy a ir a México a dirigir una película. Hice un proyecto aquí a principios de este año que se llama The Wi-fi Date, con recursos limitados pero mucha pasión".
El apoyo al cine independiente es uno de los principales obstáculos en todo el mundo, y Daniela ha sido testigo de ello. "Es muy difícil, no conseguía tanto presupuesto, pero tuve la oportunidad de tener contactos que me apoyaron con el equipo de cámaras y además tuve el esfuerzo de un gran equipo de producción. Este corto lo estrenaremos el próximo mes".
Sin embargo Daniela también tiene la intención de producir en México, "porque como lo hizo Cuarón que le dio a los mexicanos por ejemplo una oportunidad con Roma, yo quiero hacer algo así, tener una base tanto en Los Ángeles como en México para tener dos productoras o una productora que esté en las dos sedes. En México en mayo dirigí y actué en un cortometraje, que se llama "La marcha de los pingüinos" y se trata de una mujer que quiere cruzar la frontera, y la historia aborda el ¿por qué lo decide? El proyecto es para demostrarle al mundo que los mexicanos somos más que lo que sucede en el cine de Hollywood"
Daniela también ha experimentado situaciones que empatizan con esas historias, "por ejemplo aquí en Los Ángeles ha experimentado algunas cosas, cuando me dicen: te voy a castear como la muchacha de servicio. Y yo no tengo problema porque es una realidad, pero hay una ligera línea entre realidad y burla, y a mí no me gusta que nos vean como una burla. También porque esa gente que se está ganando la vida al cruzar la frontera toman una decisión muy fuerte, porque dejan todo atrás. Entonces este corto trata más de eso, de qué tan difícil es dejar todo atrás, qué tan difícil es dejar tu vida, tu familia, tus amigos y tal vez ya no regresar. Es un corto que voy a estrenar en México alrededor del otoño y quiero mandarlo a festivales aquí en Estados Unidos y en otros países sí cuento con el apoyo.
El proyecto está hecho 100% por mexicanos, "me encargué de que cada actor, cada productor, cada persona involucrada fuese de México porque también quiero darle la oportunidad a la gente que sueña con tener algo en Los Ángeles, como esa visibilidad de que: yo hice un trabajo en México que está en Los Ángeles".
Por otra parte para Daniela, el teatro es el amor de su vida, "porque para mí es donde realmente puedes apreciar la actuación. En el cine también se puede apreciar pero ¿cuántas tomas le requirió al actor para llegar a eso? Entonces para mí fue o ha sido un proceso muy difícil porque he querido mantener un balance entre ambas. También es de admitir que el teatro está muy mal pagado en todo el mundo, a excepción de las grandes ligas como Londres y Nueva York. Estuve un poquito alejada desde el 2020 del teatro justo por la pandemia, pero este año tuve la oportunidad de que me contratara una compañía e hice una obra de teatro justo también de latinos sobre la dictadura de 1960 de la República Dominicana. Me habían contratado como un personaje chiquito pero pues era mi primera obra Off Broadway, me están pagando aquí en Estados Unidos, ¡es increíble! La obra se llama Octopus In Its Ink/Pulpo en su Tinta, una obra con un mensaje muy bonito sobre no dejarse del sistema, es una historia que también merece ser escuchada".
Lo que resta del año Daniela seguirá en la producción y difusión de sus trabajos audiovisuales. Sorteando obstáculos y labrando un camino firme en el teatro y el cine, Daniela Lugo es inspiración al escucharla hablar, al contagiarse de su energía, de su compromiso y honestidad con la profesión, con el alcance que el arte tiene para transformar vida, partiendo de aquella del artista y teniendo eco en el espectador, habrá que seguir de cerca cada paso y celebrarlo
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