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  • Foto del escritorDroideTV

Entrevista: El director Lorenzo Hagerman platica sobre el documental "Fifaliana" que llega el 2 de mayo a cines

La consolidada mirada de Lorenzo Hagerman regresará a la pantalla grande el próximo jueves 2 de mayo con Fifaliana, un documental que nos contagia del humanismo de un grupo reducido de médicos que, con sus propios medios, viajan a zonas apartadas del África Subsahariana.

Fifaliana

Distribuida por Artegios, Fifaliana comienza su corrida en cines este 2 de mayo, este largometraje da voz y rostro a todas aquellas mujeres y niños que viven en regiones del mundo donde los servicios de salud son casi inexistentes. En su primer parto, Zaevo llegó al filo de la muerte, perdió el bebé y su marido desapareció. Ahora tiene 16 años y sufre una herida que la aparta de la sociedad. Al llegar los doctores hay una posibilidad para curarse. Con una mirada emotiva y un acceso sin precedentes al corazón de un modesto quirófano al sur de Madagascar, esta historia muestra cómo con pocos recursos se puede cambiar el destino y la vida de millones de mujeres.


Reconocido por su trabajo como cinefotógrafo en producciones como Heli (2013), cinta que otorgó el premio a  Amat Escalante a Mejor Director en Cannes y la Rana de Plata a él por su cinematografía en la nominada al Oscar a Mejor largometraje documental en 2009 titulada ¿Cuál es el camino a casa?; Hagerman se pone al frente de la dirección cinematográfica por cuarta ocasión con este documental sobre la ayuda sin fronteras.

Con un rodaje de 2 meses que incluyó locaciones en Madagascar y Mozambique, el documental muestra la esencia de lo que significa ser médico en escenarios donde las dificultades afloran y los médicos luchan con los pocos recursos que disponen.


Fifalania

¿Cómo fue la concepción del proyecto?

Todos mis documentales que yo he hecho como director, no es que uno se siente a ver qué se me ocurre o de qué tema voy a hablar, en todos mis documentales el tema se me ha presentado, el documental es el que me ha escogido a mí, la realidad se te presenta poco a poco hasta que llega un momento en que ya no puedes voltear y olvidarte de ello y este es el caso. Mi cuñada ginecóloga estaba con mi hermano doctor, estaban en África, fallece por motivos ajenos al viaje y entonces me pregunto ¿qué estaban haciendo allá? al momento de enterarme de la respuesta fue algo que ya era imposible de olvidar.


Sobre todo que más allá de las necesidades que este grupo de doctores latinoamericanos, argentinos, brasileños, españoles, que van por lo menos una vez al año o cuando pueden dos, más allá de las necesidades y los padecimientos que van a atender era también la oportunidad de meterte en la naturaleza de lo que es ser doctor, lo que es ser médico, ¿qué significa tener la vida del otro en tus manos? ¿qué significa ayudar y por qué ayudar? y ¿cuál es esta relación entre ser doctor y la naturaleza intrínseca de ayudar al ser humano? y por último el saber que hay lugares en este planeta que tienen tal diferencia o un extremo de carencias que desconocemos y el ver el planeta como una sola comunidad también te hace cuestionar si no se necesitaría un nuevo pacto social, si nosotros como habitantes del planeta vamos a permitir o está bien que permitamos que existan estas grandes diferencias, en regiones tan distintas del planeta. Entonces finalmente es un documental que pretende contagiar al espectador de este beneficio que se puede tener a la hora de ayudar al prójimo, de ayudar a otra persona, al que tiene al lado, pero el simple hecho de cuestionarte ¿A quién puedo ayudar? creo que es una reflexión muy en el origen de cómo se hizo este documental.


Fifaliana

¿Cuáles fueron los principales retos?

Los retos fueron de todo tipo como en todos los documentales, pero digamos el primer reto que se presentaba enfrente es que no conozco Madagascar, no conozco Mozambique y no podía ir de scouting, no es que voy a ir a hacer un viaje de una semana para ver cómo filmamos esta historia. Entonces vas cargado de intuición, de toda la información que puedas recabar antes de poder ir. Es un documental financiado por Eficine y habrá quien conoce el reto de este incentivo fiscal pero hay que armar una carpeta muy detallada, con guiones y descripciones, entonces también se volvió un ejercicio mental casi como de imaginación increíble, que siempre es un buen ejercicio porque te obliga a aterrizar todos los elementos del documental.


Luego no conoces a los personajes, los vas conociendo poco a poco esto es un poco como el otro documental que hice como cinematrogafo Which Way Home de niños que viajan solos en la bestia, a los niños no lo localizamos antes, los localizamos en el momento, entonces este tipo de documental que está basado un poco en la improvisación son un reto porque cada segundo, cada minuto, cada decisión que tomas va cambiando, le va dando vueltas a la historia. La forma en que yo trabajo es como una mosca en la pared que observa y a través de la contemplación meter al público en la realidad, mi estilo no es de protagónico en donde el realizador es un protagonista, aquí es más una técnica de contemplación, vas descubriendo las diferentes historias de la vida que hay en torno a ese lugar y en este caso metiéndome a la vida humilde de un quirófano en el sur de Madagascar, para ver como doctores que están acostumbrados a trabajar en los mejores hospitales del mundo con toda la tecnología que tienen en casa se ven en una situación casi como de guerra, de la carencia, de la limitación de lo que tienen, tan sólo queda su experiencia.


Fifaliana

¿Qué te dejó de manera personal esta experiencia?

En todos los documentales aprendes un montón, de entrada conocer el mundo médico a ese nivel de detalle es muy interesante, lo he explicado varias veces, uno piensa que un doctor abre un cuerpo humano y ve todo ordenado: eso es el estómago, el corazón, los pulmones, en realidad no es tan claro es como voltear los ojos hacia el cielo en el cosmos y ver dónde está Marte o Plutón, no es tan fácil, debes tener esa cartografía para poder conocer por un lado esa parte técnica. Por otro África es fascinante, es una región, un continente único, con una cultura milenaria, muy expresiva, muy creativa, talentosa, con una gran alegría, con un gran colorido a pesar de todas esas carencias y todas esas limitaciones, con una calidad humana excepcional y se te queda grabado, se te queda incrustado en el cuerpo el recuerdo de África y sobre todo de esta África Subsahariana que es muy distinta al África del Norte, más pegada al Mediterráneo, te deja muchas cosas pero creo que estas son las que más me marcaron.



¿Qué destacarías del documental respecto a la ficción?

Hablo de las dos porque como fotógrafo he trabajado mucho en ficción y en varias películas durante muchos años haciendo ficción y también muchos años más apegado al mundo periodístico y al mundo del documental, son radicalmente distintos en su forma de hacer, pero por un amigo tiene esta frase que dice: la ficción quiere obtener lo mejor del documental y el documental quiere tener lo mejor de la ficción. En un documental quieres poder contar una historia con un arco dramático y poder controlar la historia como lo haces en la ficción y que sea la experiencia tan parecida como fantástica como puede ser en la ficción; a su vez la ficción quiere ser verídica, quiere ser real, quiere ser creíble, lógica, contundente y todo el tiempo está batallando con si ¿no se verá el truco? si se sentirá falso. etcétera.


Entonces hay un punto de la historia qué es el discurso y en eso no cambia nada,en lo que cambia es en el quehacer, por ejemplo la firmamos con lentes anamórficos que es el formato con que se filma Marvel por ejemplo, los grandes westerns y se firmó así porque iba a ser muy al interior de un quirófano y eso nos iba a dar una visión mucho más amplia de la doble cirugía, la horizontalidad dentro de la historia. Son formas distintas, son viajes distintos.


Conoce fechas y cines en donde disfrutar del documental en las redes sociales de https://artegios.com/


Luis addams Torres

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