Jackie Chan y Ralph Macchio unen fuerzas en Karate Kid: Leyendas
- DroideTV
- 10 may
- 3 Min. de lectura
Karate Kid: Leyendas, la nueva cinta de la franquicia une kung fu y karate con una fórmula clásica pero efectiva

Karate Kid se ha convertido en uno de los clásicos del cine moderno, el cual no sólo tuvo sus secuelas en su momento, sino que ha resurgido en los últimos años, especialmente con la serie de Cobra Kai. Este fin de semana, se añade un nuevo título a esta entrañable franquicia: Karate Kid: Leyendas, un filme que busca unir el clásico de 1984 con su reboot de 2010.
Dirigida por Jonathan Entwistle (El fin del maldito mundo, Esta mierda me supera) con el guión de Rob Lieber (Peter Rabbit, Escalofríos 2) La cinta sigue a Li Fong (Ben Wang) un prodigio del kung fu entrenado por el señor Han (Jackie Chan) que se ve forzado a mudarse a Nueva York. Li ha prometido empezar de nuevo y alejarse del kung fu, pero sus problemas lo obligarán a ir más allá de lo que conoce y buscar la guía de Daniel LaRusso (Ralph Macchio) para dominar el karate en un tiempo récord.
Narrativamente, la historia sigue una fórmula similar a lo que hemos visto en otras entregas de la franquicia, en momentos se podría decir que se siente como una respuesta a la cinta del 2010, pero cambiando la ciudad de destino y con ello muchas de las resoluciones y el tono mismo de la cinta. No obstante, tanto el guion como la ejecución se las arreglan para mantenernos atentos con un balance entre lo nostálgico y lo nuevo. Vale decir en este punto que no necesitas ver Cobra Kai para disfrutar de la película, incluso mantiene cierta independencia de las anteriores.
El protagonista es interesante, ya que no es un americano descubriendo algo nuevo de una cultura lejana, sus diferencias culturales son otras y sus problemas también, podría decirse que es una situación más severa, que responde bien al nivel de violencia que llegan a vivir algunos chicos, incluso a temprana edad y a la tendencia de las historias juveniles en reflejar esto. El talento joven brilla, especialmente respecto a Ben Wang y Sadie Stanley, que llevan la mayor parte de la cinta a cuadro, pero también vale tener en cuenta a Aramis Knight.
Quizás el punto débil de la cinta es su ritmo y las subtramas que tiene, pero se resuelven demasiado fácil, como pasando de largo para que la historia avance. Algunas de las situaciones no terminan de tener tanto peso y algunas otras te dejan con ganas de haber visto más, especialmente en la fusión entre el kung fu y el karate, en el cual pudieron ahondar. La dinámica entre Jackie Chan y Ralph Macchio es genial, con uno de los montajes más divertidos de la cinta.
La música también es uno de los grandes aciertos de la cinta, dando ese aire a Nueva York a la vez que complementa varios de los momentos críticos de la cinta, Dominic Lewis logró armar una propuesta musical con carácter. Asimismo, la coreografía de las peleas es una de las fortalezas por la que la cinta funciona, mostrando distintos escenarios, técnicas e incluso un desafío en particular. Aquí vemos el aspecto más clandestino del mundo de las luchas, por lo que puedes esperar cualquier cosa.
En general, es una película que se apega a la fórmula que conoce, pero no por ello deja de proponer desde otros ángulos. En ocasiones se puede sentir lejana a la esencia de la primer Karate Kid, pero también aborda su problemática desde un punto interesante con el que quizás se pueda identificar más de uno, sin mencionar ese dejo de nostalgia para los que han visto las otras cintas y ahora ven como la historia cambia y madura junto con ellos.

Comentários