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  • Foto del escritorDroideTV

Sex and the city y los fabulosos 40s

La serie está remasterizada y disponible en HBO Max

New York nunca tuvo tanto glamour hasta la existencia de “Sex and the City” la icónica serie que dió la bienvenida y una perfecta transición a los años 2000´s que sobrepasó su propia popularidad, en donde Sarah Jessica Parker se encargó de darle estilo a cada rincón y suceso de la época.


Pero… ¿Qué hay detrás de una ciudad tan emblemática y una historia que interfiere con la vida de cuatro amigas que han decidido llevar vidas tan diferentes que aún sigue vigente hasta la fecha?


Nos encontramos en 2022, el año donde todos los servicios livestreaming se disputan entre ser las mejores plataformas y contar con extensos catálogos para ser las preferidas del público pero creo que definitivamente HBO sigue llevándose el liderazgo al contar con todas las temporadas de esta serie, que junto con las películas ha sobrepasado al mismo libro en el que se basa esta historia.


Yo, Juno, no me había dado oportunidad de ver la serie de televisión que marcó a varias (y digo varias) generaciones de mujeres, que aún en la actualidad y con tanta información, siguen con las incógnitas de relaciones afectivas y por supuesto, mucho sexo en la ciudad.


Mi gran amigo Néstor, amante de la moda y de las mujeres icónicas, rebeldes e independientes, me recomendó un día en la playa comenzar a ver la serie, mientras hacíamos el desayuno junto con un café bien cargado para comenzar el día, y puedo decir, que entre todas mis decisiones del año, comenzar a sumergirme en esta historia fue una de las mejores.


La historia de Carrie Bradshaw, la columnista de cajón de un periodico en New York, simplemente es envolvente, al contar todos los encuentros con hombres y a manera de falso documental, nos cuenta por todas pero absolutamente TODAS las cosas que nos pasan a las mujeres a mediados de los 30s, y finalmente no pude evitar preguntarme ¿Qué tiene de trascendente todo eso?



La historia comienza así: conocemos en conjunto la historia de las demás protagonistas.

Charlotte quien tiene el sueño de una familia ideal tradicional, procrear y tener un matrimonio como en los cuentos de hadas, Miranda, un abogada adicta al trabajo que no cree más que en encuentros casuales para satisfacerse y mi favorita, Samantha, que cree que los hombres son solo experiencias sexuales y nada más, cuyo poder de mujer publirrelacionista la mantiene por encima del galán promedio, con el mejor corazón de hierro en toda la serie.


A medida de que va avanzando, y cada quien construye sus vidas y realiza sus sueños de manera no convencional, lo interesante (como los buenos vinos) llega con el tiempo y sobre todo con la edad.


Con el boom del internet y las redes sociales, siempre como mujeres pensamos que tal vez existe una fórmula mágica o quizá los horóscopos nos den la respuesta a nuestras dudas de atracción, relaciones afectivas y sobretodo nuestras interacciones con los hombres, pero doy por hecho que Sex and the city si es una gran guía para todas estas.


Hablando de masturbación, sexo casual, desastres amorosos y todas las agobiantes cosas que le suceden a la mujer moderna, imagino que la verdadera magia se encontró en esta serie, cuyos problemas se desenvuelven de manera tan natural junto con las presiones sociales que llegan para las jóvenes que van avanzando a una edad madura y justo de esa transición se habla muy poco en las historias donde la mujer moderna, ya no es un estereotipo de perfección, sino una que aún con los contratiempos de la vida diaria,como la lucha contra en “mansplaining”, los estereotipos de la mujer ideal en sociedad, sigue tras sus metas sin dejar de perder su esencia.



Con los cambios, y avances de todos los personajes, desde la menopausia, la maternidad, el matrimonio y demás, lo más importante es que no dejamos de ser mujeres, que siempre necesitan un respiro del ritmo ajetreado de vivir en una gran ciudad.


La serie nos enseña realmente que el apoyo incondicional de cada una de nuestras amigas y tener nuestro círculo de confianza, es fundamental para nuestro desarrollo como personajes (¿y porque no?) si cada quien es protagonista de su propia historia.



Simplemente es maravilloso como nuestras protagonistas llegan inclusive impecables a sus 50s, pienso que es tan sensacional y asombroso, que nuestra belleza y brillo no tengan una fecha de caducidad y que podemos aceptar nuestras décadas de la edad, sin tener que obedecer las antiguas reglas que construye la sociedad para las mujeres en general y que si, la mejor amiga de una mujer SI es otra mujer que comparte sus problemas y se acompañan mutuamente.


Contando con cameos de muchas celebridades en el mundo de la moda, la cultura pop y naturalmente la industria de la moda y menciones de diseñadores de alta costura en el glamour de New York, la historia se torna desde cómica hasta memorable, en todos los rincones de sus menciones, añadiendo bolsas de Dior por todas partes.


¿Y por qué no darle la oportunidad? Si hasta la fecha es de las series que mejor han envejecido con las décadas modernas y nos transportan a lugares y eventos que no podemos evitar soñar con estar en medio del brillo de las ciudades modernas, focos de la prensa, cine, artistas y música, que aún son referentes modernos para series en general y como recientemente mencionó “Bane” el villano de DC en la nueva temporada de Harley Quinn la serie animada (también disponible en HBO) con el icónico “No pude evitar preguntarme..” la recurrente frase de Carrie, que ya es una referencia de la cultura pop de la actualidad.



Siendo chica o no, seguramente será un gran referente para ti, y para extender en buena medida tu guardarropa en las mejores referencias de vestuarios que abarca esta serie, y también proyectarse de vez en cuando en las historias como cualquiera lo haría, sería pecado si no pasara por tu mente.


Yo soy Juno, que en plena madrugada escribe esta recomendación para ti, que vives en la vida moderna junto con tus mejores amix, y que sin duda la pasarás bien con palomitas o café, disfrutando de esta historia ¡Nos vemos!




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