¿Qué tal si el destino eres tú?
Por fin sabemos lo que le pasó a Elliot. A final de cuentas fue un asunto ajeno a fsociety el que lo llevó tras las rejas. Por el robo del perro y hackeo de Lenny, y nuestro protagonista decide declararse culpable, en parte para intentar alejarse de Mr. Robot. Por cierto excelente banda sonora ambiental durante esta escena.
Poco a poco descubrimos lo que no nos contaron, vemos a Ray, después a Leon, con quien ciertamente comienza una relación extraña, es su nuevo amigo es el que está más interesado en acompañarlo y darle las claves para sobrevivir en el lugar. Y entre todas las cosas que Leon le puede conseguir, Elliot tan solo quiere un cuaderno. No se muestra aterrado, solo desconcertado, y hasta cierto punto relajado. Y los meses pasaron volando porque ahora lo vemos irse.
Su expresión no cambia mucho, “Esa tarjeta de ECorp ya no sirve, la guardas como valor sentimental o quieres tirarla?” le pregunta el guardia, y a la basura va. Darlene le espera tras la puerta, con algo para comer y un abrazo que Elliot le responde mientras escucha.
Angela ha crecido como personaje y ha rebasado limites que quizá no nos imaginábamos, y ella tampoco, es hábil y ha aprendido a salir avante, aunque a veces casi por accidente como en esta ocasión en que la confunden con alguien. Durante esta temporada la mayoría de sus escenas han sido cardíacas al punto de gritar a la pantalla cuando piensas que están por descubrirla.
Elliot piensa que deberían hablar con su contacto en el Dark Army ya que quizá fueron los responsables de su salida temprana de la cárcel, pero Darlene piensa que no es buena idea, quizá no le ha dicho ni la mitad de los problemas que aumentaron. Pero primero es la visita a mamá, no es feliz y ni siquiera móvil como en la ilusión mentira, está en un asilo, sentada mirando a una ventana cerrada por cortinas.
Whiterose visita la tumba de Lester Moore, antiguo CEO de ECorp y los recuerdos no son buenos, orinando sobre la lapida y quizá anticipándonos que alguien que se cruzará en su camino y sus intereses tendrá un destino fatal. Elliot mientras tanto cree que todo va tranquilo, pero Mr Robot está de regreso, y esa división de personalidad le confunde. Cisco tiene la evidencia del golpe con el bat que Darlene le propinó.
Ahora Zhang platica con Price sobre la planta de Washington será tomada por el gobierno federal, y lo permitirá, Zhang le amenaza elegantemente pero Price no tiene humor para eso. Otra buena escena con propuesta visual, algo sencillo en apariencia, dos hombres con paraguas negros bajo la lluvia tenue.
Elliot quiere hablar de frente con su contacto en Dark Army pero el extraño quiebre con Mr Robot puede ser peligroso.
Angela lleva la información obtenida sobre algunos de los tratos sucios de ECorp y el panorama se ve alentador para su plan, aunque nos preguntemos hacia donde se dirige esto o que tanto esperaremos para que el suspenso termine y la serie nos de una desagradable sorpresa con Angela.
Elliot parece estar perdido fuera de la cárcel, más confundido que de costumbre, aún así más precavido que su hermana quien parece más vulnerable y distraída, ¡olvidó en la casa de Susan uno de los VHS de la grabación de fsociety!.
A punto de gritar ¡Angela corre!, logra escapar de lo que parecía una trampa desde lejos. ¡No contestes a la puerta! Y es Dom la que llega, como si no fueran suficientes problemas. “¿Trabajas para ellos?” pregunta Angela. Dom le confiesa que va tras ella y en su caso le ofrece ayuda que los demás no.
La cinta está a la mano en casa de Susan, por lo menos, pero Cisco escucha algo y, no sabremos que será sino hasta el siguiente episodio.
“Diganle a Whiterose que quiero saber cual es la segunda fase” le grita Elliot al contacto que no tiene interés en verlo.
“La fase 2 es su plan”, escucha Darlene en el audio del hackeo mientras por tercera vez las luces de la ciudad cambian de intensidad, primero fue cuando no encontraba la cinta, después Angela acorralada y ahor. Ella abre la puerta y nos queda otra duda, mientras Elliot llega y encuentra a Joanna en el auto de su difunto esposo Tyrell, otro eslabón a juntar y otra duda a la lista.
Por Luis
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